Sobreviviente de abuso y violencia sexual por un fraile: Yamile Roncancio encuentra justicia después de 9 años; esta es su historia

Yamile Roncancio Alfonso, una abogada colombiana de 37 años, se ha convertido en una incansable defensora de los derechos de las mujeres y en una voz valiente contra la violencia sexual. Su historia es una prueba del coraje y la determinación necesarios para enfrentar la adversidad y buscar la justicia.

Después de un largo proceso legal, marcado por obstáculos y adversidades, finalmente llegó el momento de la justicia. La semana pasada, la Jueza Cuarta Penal del Circuito emitió una sentencia condenatoria contra Andrés Hernán Muñoz González, fraile de la O. P. Comunidad Dominica. declarándolo responsable penalmente por acceso carnal violento agravado y condenándolo a 16 años de prisión. Este fallo ejemplar refleja la aplicación de enfoques de derechos humanos y perspectiva de género, y representa una victoria importante en la lucha contra la impunidad en casos de violencia sexual.

Yamile creció en una familia de clase media-alta, siendo hija de una docente y un hombre que se convirtió en abogado a los 50 años. Desde temprana edad, fue testigo del valor de la solidaridad y la igualdad, características que su familia cultivó. Con un pensamiento crítico enraizado, Yamile siempre cuestionaba las normas y se esforzaba por comprender el mundo que la rodeaba.

Pero su vida dio un giro dramático cuando, a los 25 años, dos días después de completar sus estudios de maestría en Derecho Administrativo, fue víctima de una violación perpetrada por Andrés Hernán Muñoz González, su expareja, quien aún pertenece a la comunidad dominica. Este doloroso episodio, ocurrido en la casa cural de la Iglesia de Villa de Leyva en una mañana de un lunes, dejó a Yamile con heridas físicas y emocionales profundas.

Las lesiones que sufrió, que incluyeron desgarros, equimosis y mordeduras, se documentaron detalladamente en la denuncia presentada el mismo día de la agresión. Sin embargo, a pesar de la contundencia de las pruebas, Andrés no fue capturado, lo que sumió a Yamile en un estado de shock y desesperanza.

Enfrentando obstáculos y discriminación

Tras sobrevivir a este traumático episodio, Yamile se sumió en un estado de shock que duró dos años. Mantuvo su vida laboral en aparente normalidad, A medida que Yamile intentaba reconstruir su vida, se encontró con una serie de obstáculos y actos de discriminación que parecían desafiar su búsqueda de justicia. Mientras trabajaba para la Gobernación de Boyacá, Andrés comenzó a acosarla, apareciendo a la salida de su lugar de trabajo y afectando su salud mental. Además, fue la única contratista a la que no le renovaron el contrato, y para su sorpresa, Andrés fue contratado en ese lugar. Estos eventos inverosímiles la dejaron perpleja, pero no la detuvieron en su lucha.

En busca de apoyo y justicia

Después de años de enfrentar adversidades, Yamile recibió una llamada que cambiaría el curso de su búsqueda de justicia. A finales de 2019, una abogada de la Defensoría del Pueblo le informó que le habían imputado cargos a Andrés por acceso carnal violento agravado, cinco años después de la agresión. A partir de ese momento, Yamile buscó ayuda legal y encontró en Santiago, su abogado actual, un apoyo invaluable.

La lucha en las redes sociales y el acoso virtual

En su camino hacia la justicia, Yamile decidió compartir su historia a través de un hilo en Twitter, que generó una gran atención y apoyo. Sin embargo, también se convirtió en objeto de un aterrador acoso virtual. Personas malintencionadas tomaron capturas de pantalla de sus publicaciones, expusieron detalles íntimos de su vida y lanzaron comentarios hirientes. A pesar de todo, Yamile se mantuvo firme en su determinación.

Yamile Roncancio Alfonso, a través de su valentía y determinación, ha demostrado que es posible obtener justicia y que el camino puede ser arduo pero no imposible. Su historia es una inspiración para todas las víctimas que buscan verdad y reparación. A través de la Fundación Feminicidios Colombia, continúa luchando incansablemente por los derechos de las mujeres y la erradicación de la impunidad. Su historia ilustra las dos caras del sistema judicial, desde buenas prácticas hasta prácticas violentas, y nos recuerda la importancia de seguir trabajando para lograr una sociedad más justa y equitativa para todos.

Actualmente la sentencia fue apelada por parte de la defensa del aún fraile de la comunidad Dominica, Andrés Hernán Muñoz González.