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Soldado indígena, el ‘zar’ de la descontaminación de campos infestados con minas antipersona; lleva 7.000 metros cuadrados intervenidos
Durante 7 años se dedicó a la peligrosa actividad de quitar del camino los artefactos explosivos.
Un paso en falso puede ser mortal. La actividad de desminado de los campos colombianos llevó al soldado Ever Uni, perteneciente a la etnia Yanacona, a convertirse en una especie de ‘zar’ de la descontaminación de los suelos de artefactos explosivos.
Descontaminó más de 7000 metros cuadrados en el sur del país, donde permaneció por más de 7 años en la peligrosa actividad que busca liberar al campo de la mortal siembra en medio de una guerra entre Fuerzas Armadas y grupos al margen de la ley.
Esa misma actividad, por la que Ever Uni fue exaltado cuando logró apagar la muerte que llevaban consigo dos artefactos explosivos que estaban ubicados cerca de una escuela en zona rural de Baraya, en el Huila, ahora lo lleva a ser parte de la Fuerza Multinacional de Paz y Observadores, en Sinaí, Egipto, cuna del yijadismo, doctrina terrorista que se proclama en nombre de una guerra santa.
Quizás el ser parte de una comunidad indígena (los yanaconas), que han habitado el espeso Macizo Colombiano, le ayudó a Ever Uni a tener el conocimiento de la tierra, necesario para dedicarse a la descontaminación de los campos, de minas antipersona.
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Esa comunidad indígena, en Colombia, desde tiempos inmemoriales, ha experimentado los azotes de la colonización y las invasiones. Hoy quedan pocos Yanaconas en Colombia, pero siguen siendo herederos de actividades económicas relacionadas con el trabajo en la minería del oro, lo que también le aportó a Uni las destrezas para el desminado.
Donde quiera que había sospecha de existencia de minas antipersonal, allá era enviado Ever Uni, quien es originario de San Sebastián (Cauca). Tiene 37 años y es padre de dos hijos, por los cuales, dice que decidió dedicar parte de su vida al desminado. “Mi mayor inspiración para hacer este trabajo son sus hijos, porque como padre no quisiera que ni ellos, ni ningún joven sea víctima de estos artefactos, ni de ninguna persona malintencionada”, sostiene.
En su labor, Ever Uni acumula ya la cifra de 71 áreas libres de artefactos explosivos y minas antipersona, lo que ha realizado como parte del Batallón de Desminado Humanitario N.° 5 en los departamentos de Huila y Putumayo.
Ahora, su experticia la llevará a la Fuerza Multinacional de Paz y Observadores, creada para el mantenimiento de la paz y encargada de supervisar los tratados de paz entre Egipto e Israel. Allí, a 11.499 kilómetros de distancia de Colombia, se dedicará a fortalecer la misión de verificar, observar y reportar ante la Fuerza Multinacional de Paz y Observadores cualquier incidente que viole los tratados de paz.
El fantasma está vivo
Las minas antipersona han cobrado millones de víctimas en un mundo en el que, cada 2 horas (con datos de 2020), una persona era afectada por restos de explosivos de guerra.
Las estimaciones apuntan a la existencia de al menos 110 millones de minas sembradas en el mundo, por lo que las víctimas siguen siendo muchas. Las consecuencias, a veces fatales, pasan por dejar personas mutiladas, con secuelas irreparables.
Entre los países más afectados se cuentan los que han tenido guerras cruentas y prolongadas, como Afganistán, Angola, Birmania (Myanmar), Camboya; pero también está Colombia y Egipto.
En nuestro país, hace apenas unas horas (el 17 de junio) fueron desactivados artefactos explosivos en un campo minado ubicado en zona cercana al municipio de Tumaco, en Nariño.
El general Giovanni Rodríguez León, comandante en el Ejército, entregó declaraciones sobre ese suceso, y dijo que las acciones hacen parte del Plan de Campaña Estratégico Conjunto Ayacucho y que entre el material encontrado estaban 30 artefactos explosivos que habían sido puestos en el área.