Testigo de la Fiscalía asegura que el expresidente Álvaro Uribe rechazó curioso ofrecimiento del director de la cárcel La Picota

Este jueves 20 de marzo se reanudó el juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por su presunta participación en los delitos de fraude procesal, soborno en actuación penal y soborno a testigos.

La audiencia comenzó con la declaración de Fabián Arturo Rojas Puerta, quien entre noviembre de 2017 y febrero de 2019 formó parte de la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) del senador Uribe.

La declaración de Rojas fue solicitada por la Fiscalía General dentro del juicio, puesto que estuvo presente en varias reuniones que sostuvo el entonces congresista con sus abogados y personas cercanas que le pusieron presente la existencia de un grupo de testigos que querían retractarse.

En su testimonio, bajo la gravedad de juramento, Rojas manifestó que estuvo en varias reuniones con el congresista del Centro Democrático, así como en varias “correrías” políticas por diferentes partes del país, donde le llegaba información sobre estos testigos.

En algunos episodios, teniendo en cuenta su formación como abogado y las especializaciones que ha hecho en derecho, el expresidente le pidió asesoría frente a la información que le estaba llegando.

El exasesor recordó un episodio con el coronel en retiro Rodrigo Ricaurte, quien para ese momento dirigía la cárcel La Picota, de Bogotá. En una conversación, le puso de presente la existencia de un interno apodado el Cubano que podría tener información sobre las presiones que estaba realizando el senador Iván Cepeda para buscar testigos contra el expresidente Uribe.

Poco después, el coronel Ricaurte habló con el asesor del senador para hacerle saber que “él quería asumir unas responsabilidades mayores en el Inpec”, preguntándole a Rojas “de qué manera se le puede presentar como esa opción al expresidente Álvaro Uribe”.

En simples palabras, el coronel Ricaurte quería un cargo más alto dentro del Inpec y para eso estaría buscando al senador Uribe. El testigo recordó que, frente a esa petición, le dijo: “Eso no es de mi resorte, que, sin embargo, yo le voy a manifestar el tema al expresidente. Y ya, ahí queda como la conversación”.

“Tiempo después estábamos en la Plenaria, me acuerdo muy bien, con el expresidente, y yo le digo: ese señor (el coronel Ricaurte), que inicialmente vino con ese tema del Cubano, me manifestó como una especie de aspiración burocrática. Y pues, yo se la comento a usted”, detalló el exasesor.

En su declaración, recordó claramente: “Él [Uribe] automáticamente me manifiesta: ‘¡Qué es esa locura, muy fuerte’. Él dice de forma muy radical: ‘Yo tengo que reconocer —él con mucha firmeza me dice—: ‘¡Qué es esa locura! No, ¿nosotros de dónde? Además, yo no sé si él me hizo referencia, como que estaba el anterior Gobierno (Santos); o sea, como que, ¿de dónde?‘. Pero él fue muy firme, él fue categórico en decir: ’No, eso no, parar esa locura'“.

Pocos días después, Forero le hizo saber al coronel Ricaurte la posición del expresidente Uribe: “Yo, de la manera más amable, le transmití el mensaje, que en este momento no hay capacidad alguna para esos temas burocráticos, que no hay posibilidad de nada y que en ese sentido, como que hasta ahí podía llegar el tiempo”.

Frente a las preguntas del abogado Juan Felipe Amaya, quien representó al expresidente en la audiencia de este jueves, el testigo recordó cómo fueron las reuniones con Diego Cadena y una periodista venezolana.

“¿Recuerda usted si el doctor Uribe le dio alguna instrucción a usted o al doctor Diego Cadena tendiente a que se realizara ofrecimiento alguno a cualquier persona a fin de que se faltara la verdad o la callara totalmente?“, preguntó Amaya. “Nunca”, respondió el testigo.

“Con posterioridad a esa reunión, y en relación con este tema, el doctor Uribe dio en otro momento posterior alguna instrucción a usted o al doctor Cadena tendiente a que se realizara ofrecimiento alguno a cualquier persona a fin de que faltara a la verdad o la callara total o parcialmente en relación con este tema?”, cuestionó otra vez el abogado. “Nunca”, respondió tajantemente el testigo.