POLÍTICA
Tras la pista de Carlos Ramón González: SEMANA revela detalles del paradero del fundador de la Alianza Verde. Su esposa dice que “no se ha fugado”
SEMANA confirmó que el exdirector del Dapre no está en Colombia desde enero de 2025. El destino, Europa. En su partido, la Alianza Verde, nadie da razón del paradero, pero su esposa dice que no evadirá a la justicia.

La ex consejera presidencial para las regiones Sandra Ortiz alista motores para encender el ventilador en el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), que le costó su cabeza en el Gobierno de Gustavo Petro.
Ortiz ha dicho en voz baja que podría contarle al país lo que sabe del entramado de corrupción más grande en esta administración. La exsenadora boyacense siente que el Gobierno Petro la dejó sola y, aunque insiste en su inocencia, la justicia le cierra el cerco y promete condenarla. Ante esto, ella busca inmunidad total. A cambio, ya ha salido de la Estación de Carabineros en Bogotá, donde está recluida, en cuatro oportunidades rumbo al búnker de la Fiscalía.
Una fuente del Inpec, quien pidió reserva de su identidad, le confirmó a SEMANA que Sandra Ortiz ha pasado horas revisando su teléfono celular, actualmente en poder de las autoridades, recopilando y rastreando las conversaciones que sostuvo con varios exfuncionarios del Gobierno Petro salpicados en el escándalo cuando ella fue consejera presidencial.
Ha revisado varios de sus chats, entre ellos los que se escribió con Carlos Ramón González, el exdirector del Dapre, su exjefe en la Casa de Nariño, y quien, según la Fiscalía, sería, presuntamente, el cerebro de la entrega de 3.000 millones de pesos a Iván Name, expresidente del Senado, y 1.000 millones a Andrés Calle, expresidente de la Cámara, en retribución por empujar las reformas de Petro en el Congreso.
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SEMANA habló con el abogado Oswaldo Medina, quien defiende a Ortiz, y confirmó que la exconsejera está revisando el tema probatorio y su teléfono celular de cara a la audiencia de acusación del próximo jueves 10 de abril ante el Juzgado Octavo Especializado de Bogotá. “Estamos revisando. Todavía no se ha analizado este tema, no hemos definido qué vamos a hacer”, afirmó.

Se desconoce si Ortiz, quien cambia de parecer constantemente, hablará sobre Carlos Ramón González. Si lo hace, lo más probable es que él ya no esté en Colombia. SEMANA confirmó que González, a quien Olmedo López señaló como uno de los cerebros del escándalo de corrupción en la UNGRD, el dueño del letrero de la Alianza Verde, el mismo que militó en la guerrilla del M-19 junto con Gustavo Petro, el político hermético que amasa poder sin pronunciar públicamente una sola palabra, no se encuentra en Colombia. Lo extraño es que pocos saben dónde permanece.
Actualmente, está de viaje por Europa, moviéndose entre Barcelona, donde tiene viejos amigos, e Italia, según contó a este medio una persona cercana al líder político. Al ser consultada, su esposa, Luz Dana Leal, no dijo dónde está González. Solo se limitó a afirmar que “él viene y va”.
Al cofundador de la Alianza Verde nadie lo ve físicamente desde el 28 de octubre de 2024, cuando todos los líderes de dicho partido (senadores, representantes, diputados y concejales) se reunieron en Cali, en medio de la COP16, a fin de construir una agenda ambiental prioritaria para el país. Carlos Ramón estuvo presente, pero no apareció en la fotografía oficial que la colectividad divulgó. Ese día también asistieron los copresidentes Antonio Navarro Wolff y Rodrigo Romero, la mano derecha de González.
Se lo tragó la tierra
SEMANA indagó en la Unidad Nacional de Protección (UNP), que le brinda protección a González por su calidad de exservidor público, y una fuente de la entidad le confirmó a este medio que él no ha reportado salidas del país. Y no tendría que hacerlo, pues la seguridad de él se extiende a su familia. En otras palabras, los escoltas pueden distribuirse entre los familiares protegidos mientras él está de viaje. La fuente reveló que el esquema de seguridad de Carlos Ramón González sí registra novedades en sus desplazamientos. Es decir, frecuentan nuevas rutas y horarios que el exdirector del Dapre no acostumbraba. Augusto Rodríguez, director de la UNP, no se pronunció sobre el tema. Tampoco lo hizo Migración Colombia.
El lunes 10 de marzo, cuando la Alianza Verde, el partido que él fundó y que nació tras la desmovilización del M-19, iba a decidir si se escindía, Carlos Ramón González no asistió al Hotel Tequendama, en Bogotá, donde se realizó el acto. “¿Dónde está Carlos Ramón?”, se preguntaron insistentemente en el hotel.
SEMANA estableció que la exalcaldesa Claudia López, quien no fue a la directiva nacional, mantuvo constante comunicación telefónica con él para someter la escisión a la votación del partido. Sin embargo, no trascendió dónde se hallaba el exdirigente político.

El copresidente Rodrigo Romero, quien le habla al oído a Carlos Ramón, dirigió el proceso frustrado de escisión del Verde. “A Carlos Ramón lo mantuvieron informado todo el tiempo de lo que ocurrió ese día en el Hotel Tequendama”, le contó a este medio un congresista de la Alianza Verde, quien pidió reserva de su identidad. SEMANA consultó a Romero y le preguntó por esa versión, pero no respondió el mensaje.
Quien sí asistió al evento fue Luz Dana Leal, la esposa de Carlos Ramón González, y solicitó que la incluyeran en las directivas de la Alianza Verde, de las que había dimitido años atrás.
Leal renunció a la subdirección nacional del Sena la primera semana de marzo. Lo hizo ante el director de la entidad, Jorge Londoño, quien también forma parte de la Alianza Verde y es amigo personal de Carlos Ramón González.
Aunque distintos sectores políticos afirmaron que Leal había renunciado al Sena para vivir en el exterior con Carlos Ramón González, ella le dijo a SEMANA que es falso. “No me he ido del país. Y, si fuera a viajar, lo podría hacer. No he tenido vacaciones y puedo hacerlo. Le confieso una cosa: renuncié a la subdirección del Sena porque quiero hacer un ejercicio político en 2026. Fui candidata a la Cámara por Santander. Ahora quiero hacer ese ejercicio nuevamente”. No aclaró si aspirará a la Cámara o al Senado por la Alianza Verde, el partido de su esposo.
Fue candidata a la Cámara en 2022 y no le bastó que Gustavo Petro la promocionara en un video en el que la describía como una mujer “honesta”, “berraca” y “leal”. Obtuvo 19.109 votos, pero le ganó el representante Cristian Avendaño, con 34.168 respaldos. En esta oportunidad, Luz Dana Leal no quería inhabilitarse y renunció en marzo.
Leal, extrañamente, no da pistas del paradero de Carlos Ramón González, pero recuerda que los dos son viajeros constantes. “Siempre viajábamos todas las vacaciones, a mí me gusta ir a sitios. Cada uno tiene cuatro pasaportes llenos de viajes; durante toda la vida hemos viajado bastante”. El exdirector del Dapre –según su esposa– tampoco está enfermo. “Han dicho que tiene problemas de corazón, pero tampoco es cierto”.
Leal confesó que el cofundador de la Alianza Verde, a quien se le reconoce como un político millonario, sí está afectado por el escándalo de la UNGRD.
“Carlos Ramón no hizo lo que se le está endilgando. Soy abogada y conozco los procesos. El Dapre fue el primer cargo público que él tuvo y siempre pactamos que nuestro actuar sería correcto, porque a estas alturas y a esta edad no íbamos a dañar nuestra vida y nuestra honra por unos espacios”, afirmó.

“Mi esposo está afectado por lo que está pasando. A cualquiera le puede afectar. Es apenas lógico. Pero, cuando uno acepta estos cargos, desafortunadamente, está sujeto a estas situaciones”, expresó.
Así como no da pistas del paradero de su compañero, tampoco niega o acepta que él se encuentre en Colombia. Lo que sí descarta es que esté pidiendo asilo político junto con Xavier Vendrell, el catalán amigo de Petro.
“No tiene ni siquiera una investigación penal abierta. Eso ya parece una película”, respondió.Hoy en día, nadie da razón del paradero de Carlos Ramón González. La Fiscalía empezó a rastrear sus cuentas, sus movimientos financieros, sus conversaciones y llamadas telefónicas. ¿Regresará a Colombia a fin de responder a los llamados de la justicia? Ese es el gran interrogante.