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Murió el cantante colombiano Lisandro Meza, el juglar de “baracunatana”. Colombia llora su muerte y recuerda sus canciones
El artista falleció en la Clínica Especializada La Concepción de Sincelejo.
Luego de permanecer por más de diez días internado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica La Concepción de Sincelejo, falleció el cantante Lisandro Meza Márquez, catalogado como el juglar de la música sabanera, la cumbia, el porro y el vallenato colombiano.
El Macho de América, como era reconocido, se encontraba hospitalizado desde el pasado 6 de diciembre tras presentar insuficiencia renal y cardíaca. El maestro murió a sus 86 años, luego de batallar con otras enfermedades base como la hipertensión y diabetes.
Meza era oriundo de Los Palmitos, un municipio ubicado al norte de Sucre. Allí, en la tierra que lo vio a nacer, comenzó a presentar complicaciones de salud luego de sufrir una isquemia cerebral que le habría causado una hemorragia interna.
La clínica La Concepción confirmó el deceso en un comunicado de prensa:
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“Su legado musical permanecerá ligado a nuestra cultura haciendo honor a su trayectoria y aporte a la difusión de las raíces costumbristas”.
Una vida dedicada a la música
Un saludo vuelto canción, grabado en 1959, sirvió de apertura a una larga carrera musical de Lisandro Meza Márquez, quien en 1974 se convirtió en el primer rey sabanero por su casi perfecta interpretación de la cumbia, el porro, el paseíto y el pasebol, aires característicos de la región sabanas (Sucre, Córdoba y Bolívar), tal como lo relata el periodista Jaime Vides, amigo cercano a la familia Meza.
Cuenta que Lisandro, también conocido como el Rey sin Corona, por su fallido intento de coronarse en el segundo Festival de la Leyenda Vallenata, en Valledupar, nació en el corregimiento de El Piñal (Los Palmitos, Sucre), el 26 de septiembre de 1937. “Su infancia transcurrió con el deleite de la naturaleza, al lado de su padre Raymundo Meza, un aserrador que se internaba en la montaña a sacar madera para comercializar en la región y sustentar el hogar”, dice.
Lisandro Mesa aprendió a tocar acordeón con uno de los jornaleros de su padre. Y, un día, cuando todos los jornaleros de la finca La Armenia, propiedad de su progenitor, se reunieron para celebrar la cosecha, Lisandro hizo su primera presentación en público, interpretando ‘La hija de Amaranto’, ‘Altos del Rosario’ y ‘La cumbia cienaguera’. Desde entonces, fue bautizado como acordeonista y cantante.
A los anteriores títulos se le sumó el de compositor, cuando, en 1959, compuso y grabó el paseo ‘El saludo’, una de sus obras musicales que precedió a decenas de temas que lo llevaron al estrellato en América Latina, entre las que se cuentan ‘Acordeón pitador’, ‘La gorra no se me cae’, ‘La miseria humana’, ‘Entre rejas’, ‘El guayabo de la yé', ‘Las tapas’, ‘Baracunatana’, ‘Me voy pa’ la luna’, ‘Estás pillao’ y ‘Don Tuta’, solo por mencionar algunos temas que les han dado la vuelta a varios continentes.
Por un corto tiempo –asegura Vides– fue guacharaquero de Alejo Durán. Pero luego, en 1961, ingresó a Los Corraleros de Majagual en reemplazo de Alfredo Gutiérrez. Con su nueva agrupación grabó éxitos como ‘Suéltala pa’ que se defienda’, ‘Hace un mes’, ‘La flaca Vitola’ y ‘La burrita de Eliseo’, entre otros. Cuatro años más tarde, decidió organizar su propia agrupación para empezar un recorrido internacional en el que logró muchos éxitos.
Durante su carrera musical interpretó aproximadamente 2.000 canciones, algunas de su autoría, grabó 121 álbumes y participó en varias películas y cortometrajes nacionales y extranjeros.