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Video: senadora salpicada en saqueo a la UNGRD citó a María Alejandra Benavides, exasesora del exministro Bonilla, para hacerle borrar unos chats

La solicitud de la senadora Liliana Bitar es, ni más ni menos, que la petición de borrar pruebas en el proceso por corrupción en la UNGRD. Esta es la historia.

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6 de noviembre de 2025, 10:46 a. m.
Liliana Bitar, María Alejandra Benavides
La senadora Liliana Bitar, de la Comisión de Crédito Público, le hizo borrar los chats a María Alejandra Benavides. Así lo señaló la exasaesora del exministro Ricardo Bonilla a la Corte Suprema de Justicia. | Foto: Suministrado a Semana

La contundente declaración de María Alejandra Benavides, exasistente del exministro de Hacienda Ricardo Bonilla, en la Corte Suprema de Justicia, donde contó todo lo que sabía sobre el saqueo a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), abrió un oscuro episodio en el que una senadora cuadró una reunión con Benavides para “pedirle” eliminar eventuales pruebas en su contra.

La senadora Liliana Bitar citó a María A. Benavides en un apartamento clandestino al norte de Bogotá

En la declaración de Benavides, sobre el escándalo de corrupción más grande del Gobierno del presidente Gustavo Petro, contó al despacho del magistrado Misael Rodríguez cómo fue citada a un apartamento en el norte de Bogotá, por una senadora de la Comisión de Crédito Público, con la única intención de hacerle borrar sus conversaciones por WhatsApp.

Borraron pruebas: la senadora Liliana Bitar le pidió a María Alejandra Benavides borrar los chats

Se trata de la senadora Liliana Bitar, señalada en la repartija de contratos por más de 92.000 millones de pesos: en obras para el municipio de Cotorra, Córdoba, por 50.000 millones; en el Salado, Bolívar, por 12.300 millones; y en Saravena, Arauca, por otros 30.000 millones. Según las declaraciones del exdirector de la UNGRD, Olmedo López, y del exsubdirector de la entidad, Sneyder Pinilla, Bitar era una de las beneficiadas.

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Estos son los contratos que fueron repartidos a los congresistas de la Comisión de Crédito Público para comprar sus votos. La libreta fue la prueba reina presentada en su momento por Olmedo López, con la repartija escrita de puño y letra de la representante Karen Manrique. | Foto: SEMANA

La cita clandestina

Benavides contó cómo fue citada por la senadora Bitar, del Partido Conservador, en un apartamento al norte de Bogotá. En el relato queda claro que no era su vivienda, era un lugar, sin fotos ni identidad de hogar, que la congresista solo dijo que era de “una amiga”.

“Recuerdo que la senadora Liliana Bitar me escribió en junio de 2024. La senadora me dijo que si nos encontrábamos que quería hablar conmigo, a lo cual accedí, ella me dio la dirección de un apartamento al norte de Bogotá, en Usaquén, ese apartamento era cerca a Unicentro, si no estoy mal, era por esa zona era arriba de la autopista Norte”, contó la testigo estrella del saqueo a la UNGRD.

“Llegó a un apartamento pequeño, era un apartamento que pese a que estaba amoblado, no tenía fotos, no tenía mucho más y ella me dijo que era de una amiga o de un amigo de ella”, contó sobre el misterioso apartamento en el cual Bitar puso la cita.

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Portada de Semana 2260. | Foto: semana

En medio de la charla en este sitio, llegaron al espinoso tema del escándalo de la UNGRD que, para ese entonces, ya empezaba a ocupar los principales titulares de la prensa nacional.

“Nos sentamos en una sala pequeña que tenía ese apartamento. En ese encuentro, empezamos hablando del tema político de cómo percibía ella las reformas, tweets de distintos miembros del Gobierno y después ella me dice que le había estado pasando duro en la región porque en la región… recuerdo que la expresión fue como: que le estaban dando duro por noticias de un escándalo en Gestión de Riesgo. Yo para ese momento no sabía ni me podía imaginar que yo iba a estar involucrada en ese escándalo y que iba a salir yo también en noticias”, explicó Benavides en la antesala de la solicitud de borrar pruebas.

Borrar los chats

La declaración de Benavides deja muy mal parada a la senadora Bitar, pues en ese encuentro le pidió nada menos que borrar pruebas que la podrían involucrar en el escándalo de la UNGRD. Benavides no tenía conciencia del lío que se iba a armar por haber cumplido las órdenes del entonces ministro Bonilla de entregar “cupos indicativos” a los congresistas de la Comisión de Crédito Público, por eso no le vio problema a acceder a la solicitud de borra los chats que tenía con la congresista en su celular.

Liliana Bitar, María Alejandra Benavides
La senadora Liliana Bitar, de la Comisión de Crédito Público, le hizo borrar los chats a María Alejandra Benavides. Así lo señaló la exasaesora del exministro Ricardo Bonilla a la Corte Suprema de Justicia. | Foto: Suministrado a Semana

“Cuando ella me dijo que en la región le habían dado muy duro y que la estaba pasando mal, recuerdo que ella me preguntó por mis interacciones con la Unidad (UNGRD). Yo le respondí que con Olmedo López solo hablé una vez, que fue de frente, que fue en el despacho del ministro (Bonilla), y luego le dije que con Sneyder Pinilla sí había hablado en múltiples ocasiones, pero que todo se había dado por WhatsApp”, esta fue la antesala de la petición que hoy es un claro intento de borrar pruebas, aprovechando el desconocimiento de Benavides.

“Después de eso, ella me preguntó cómo veía los temas y me dijo que todo estaba muy delicado y ella me dijo: ‘No, pero es que en el chat tuyo y mío no hay nada’. Yo le dije: ‘Pues yo no veo mayor cosa senadora’. La senadora me pidió que yo borrara mi conversación por WhatsApp con ella, ahí mismo, en ese sofá, estando al lado de ella, yo la borré”, así la senadora Bitar cumplió su cometido.

Todo estaba calculado, la cita en un apartamento en el cual no se sabe quién vivía, la charla sobre la UNGRD, el planteamiento de que la estaba pasando muy mal en la región por cuenta del escándalo, hasta la solicitud final de borrar los chats.

Benavides estuvo en calidad de testigo en la Corte Suprema y se extendió por ocho días y más de 50 horas. Allí contó en detalle cómo fueron los acuerdos corruptos con los congresistas Wadith Manzur, Karen Manrique, Liliana Bitar, Juan Pablo Gallo, Julián Peinado y Juan Diego Muñoz, con la venia del exministro Bonilla.

La advertencia del representante Wadith Manzur al exministro Ricardo Bonilla. | Semana

El explosivo testimonio de Benavides en la Corte Suprema de Justicia se da luego de que fuera aprobado el principio de oportunidad con inmunidad total por la contundencia de lo declarado, las pruebas presentadas, y porque, aunque estuvo en el centro de la repartija, no tuvo ninguna intención de enriquecerse o participar de la corrupción. La exasesora dijo que cumplía las órdenes del entonces ministro de Hacienda.

Benavides, quien tenía una beca para estudiar en Reino Unido, tuvo que renunciar a ella. Por hacer caso, terminó en un gigantesco lío judicial que la tuvo a las puertas de la cárcel. La casa de su familia fue allanada como si se tratara de una criminal, su familia fue amenazada y no puede ni abrir una cuenta en un banco. Ahora es la testigo estrella de este escándalo y su vida hay que protegerla.