Costa Caribe
La grave alerta que lanzó el gobernador del Atlántico en la COP16: “Solo quedan 7.000 hectáreas de bosques secos tropicales”
Eduardo Verano, en entrevista con SEMANA, recalcó el papel de las autoridades medioambientales en la lucha por conservar la biodiversidad.
SEMANA: Gobernador, el tema COP16 hoy está muy de moda y sobre la mesa. Por fortuna, todos estamos conscientes de la importancia de la biodiversidad en la región Caribe. ¿Cómo está en esa materia? ¿Qué hace falta? ¿Cuáles son los retos y avances en este tema de biodiversidad y sostenibilidad?
Eduardo Verano (E. V.): Sin ninguna duda, estamos cada vez más conscientes de la importancia de la preservación de los ecosistemas. Como gobernante, no es simplemente una filosofía, una actitud o un estado del alma; implica realizar análisis y estudios científicos muy detallados sobre la situación real de cada ecosistema. Basado en los resultados de esos estudios, todo se mide: volúmenes de agua que entran, volúmenes que salen, emisiones de CO₂ y otros gases de efecto invernadero. Hay una serie de parámetros que permiten medir la gestión. No se trata solo de una filosofía, sino de una actitud orientada a mejorar las condiciones de cada ecosistema y su preservación.
Hoy, en la región Caribe, principalmente en el Atlántico, estamos muy interesados y avanzados en algunos aspectos, aunque también enfrentamos deterioros notables, como los que hemos tenido en la Ciénaga Grande. Hemos experimentado mortandad de peces debido a que la construcción de vías cerró el ingreso de agua oceánica y del río Magdalena hacia un ecosistema de más de 57.000 hectáreas de ciénagas y manglares. Esto provocó una mortandad constante y permanente de peces, además de la destrucción de un sistema de manglares muy importante.
Se hizo un análisis de la situación y se identificó que era necesario abrir cada uno de los conductos, especialmente los caños como Clarín, el Renegado y el Agua Negra. Las válvulas, como las del puente de la barra y el kilómetro 29 y 23, permiten el ingreso de agua salina, que es fundamental para la reactivación de los manglares. Esa combinación de agua de mar con agua de río, con un pH adecuado, es lo que permite la recuperación del ecosistema.
Tendencias
SEMANA: ¿Qué le preocupa en temas de biodiversidad y sostenibilidad en la región Caribe? ¿Dónde hay que poner el foco para evitar situaciones similares?
E. V.: Creo que necesitamos tener una dinámica clara en el manejo de basuras. No hemos tenido la capacidad adecuada para recoger y disponer de manera ordenada nuestros desechos, lo que deteriora los ecosistemas. Por ejemplo, el arroyo León, que llega a la ciénaga de Mallorquín, es utilizado por la gente para depositar basura. Cuando hay corriente, esa basura es arrastrada a la ciénaga, causando un impacto y deterioro gigantesco.
Es necesario implementar barreras y controles, así como construir plantas de tratamiento de aguas residuales. Todo esto forma parte de una cadena de proyectos que, en su conjunto, permitirán un manejo ambientalmente sano y la recuperación de los ecosistemas. Estamos realizando inversiones en este sentido, y es fundamental impulsarlas.
SEMANA: En cuanto a los bosques secos tropicales, ¿cuál es la situación actual?
E. V.: En la actualidad, solo quedan 7.000 hectáreas de bosques secos tropicales. Debemos esforzarnos por mantener y recuperar no solo estos bosques, sino también los manglares, que han sufrido destrucción. Todos estos ecosistemas necesitan ser ordenados y organizados a través de nuestras corporaciones ambientales, que son clave para su rescate y recuperación.
SEMANA: Los gobernadores del suroccidente, como Cauca, Valle y Chocó, han solicitado la creación de un fondo multidonante para la protección de la biodiversidad. ¿Ustedes están de acuerdo con esto? ¿Qué propuestas elevan para lograr la conservación y sostenibilidad ambiental?
E. V.: La propuesta de los gobernadores del Pacífico es muy bienvenida. Debemos pensar en cómo se articularía con la COP16, que es un evento internacional crucial sobre biodiversidad. La reunión de más de 80 países discutiendo este tema ha fortalecido la dinámica académica y el interés en el tema ambiental. Es fundamental que la protección de la biodiversidad se convierta en una tarea constante para las futuras generaciones.
SEMANA: ¿Cuál es su mensaje para el Gobierno nacional y a las entidades internacionales?
E. V.: Necesitamos identificar los ecosistemas que debemos recuperar y restaurar. Esto implica buscar recursos, y hay una creciente concientización entre las entidades nacionales e internacionales sobre la importancia de acceder a esos recursos. Ahora contamos con herramientas más poderosas, como información satelital que nos permite monitorear el estado de los ecosistemas en tiempo real.
La tarea es constante y permanente, nunca se termina. Debemos estar siempre atentos a los ecosistemas, que son seres vivos. El río Magdalena, por ejemplo, se comporta como un ser vivo: se mueve, inunda, seca y crea dificultades. Por lo tanto, el ser humano debe adaptarse para convivir con esos seres vivos y encontrar un equilibrio.