Se fugan dos detenidos de una URI en Barranquilla: hay un exparamilitar y un presunto abusador sexual sueltos

A toda marcha avanzan los operativos de búsqueda de dos reclusos que escaparon de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía General de la Nación, en el barrio Las Estrellas, en Barranquilla. Aunque la fuga ocurrió la madrugada del lunes 16 de diciembre, la información se conoció este martes 17.

Las autoridades avanzan en la búsqueda de estos dos presuntos delincuentes que se escaparon por el tejado del lugar, mientras estaban al cuidado de uniformados de la Policía Metropolitana de Barranquilla y funcionarios de la Fiscalía. Se conoció que los detenidos que huyeron fueron identificados por las autoridades como Brayan Bonet Anguila y Ederman Nieto Anaya, quienes se encontraban privados de la libertad desde hace varias semanas.

Trascendió que Bonet Anguila se encontraba en ese lugar tras ser capturado por las autoridades por el delito de acto sexual con menor de 14 años. Por su parte, Nieto Anaya es un exparamilitar acusado por los delitos de desaparición forzada, homicidio en persona protegida y concierto para delinquir agravado, y se encontraba en medio de audiencias ante un juez.

Además, Nieto es acusado de haber asesinado a varios sindicalistas en el departamento de Cesar, así lo dieron a conocer las autoridades judiciales tras varios meses de investigación.

Las autoridades en Barranquilla se encuentran adelantando las respectivas investigaciones para ubicar a estas personas que huyeron de la justicia, y ahora deberán responder por un nuevo delito: fuga de presos.

¿Cómo se castiga el delito de fuga de presos en Colombia?

De acuerdo con el Código Penal, la fuga de presos es un delito y así lo contempla el artículo 448, que establece que la personas privadas de la libertad que se escapen deben ser sancionadas con una pena adicional en un establecimiento carcelario, el cual dependerá de las circunstancias en las que se dé el escape.

Esta pena puede agravarse si el escape involucra hechos de violencia, intimidación o incluso daños en la infraestructura del lugar de reclusión. En Colombia, si se comete este delito de fuga de presos, la persona puede ser hallada culpable y deberá responder por una pena entre los 16 a 72 meses de prisión, lo que corresponde a entre un año y cuatro meses a seis años.

Además, si se comete un daño en la infraestructura, la Fiscalía General de la Nación puede imputar el delito de daño en bien ajeno por los destrozos que se generen en el sitio de reclusión.