Bogotá

Bogotá, en alerta: embalses del agregado Norte no tendrían cómo suplir demanda de agua; ¿el racionamiento será más estricto?

La capital del país está sacando del agregado Norte el 50 % del agua que consume, pero los embalses vienen descendiendo de manera dramática.

27 de enero de 2025, 4:25 p. m.
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El embalse de Tominé viene en un preocupante descenso. | Foto: Cortesía - Alcaldía Municipal de Sesquilé, Cundinamarca

En medio del fuerte racionamiento de agua que enfrenta Bogotá desde abril del año anterior por el bajo nivel de los embalses del Sistema Chingaza, hay un nuevo análisis del comportamiento hídrico de la región que está generando preocupación en la administración distrital.

Desde que iniciaron las medidas restrictivas del consumo de agua en la capital del país y los 11 municipios a los que el Acueducto de Bogotá les vende agua en bloque, además del racionamiento, se tomó la decisión de traer hacia la ciudad más agua del Agregado Norte para restarle carga al Sistema Chingaza.

Embalse de Tominé
El Embalse de Tominé. | Foto: Getty Images

Esta solución trae ahora una nueva alerta en torno a la seguridad hídrica de Bogotá y la región: el nivel de estos embalses viene descendiendo de manera preocupante y, de seguir la tendencia, en abril o mayo, el Acueducto de Bogotá no va a tener cómo obtener agua de este agregado.

La alerta la lanzó el director de la CAR Cundinamarca, Alfred Ballesteros, quien dejó ver su preocupación por cómo ha sido el comportamiento de los embalses.

“El Agregado Norte, compuesto por los embalses de Tominé, Sisga y Neusa, para el año 2024, para esta misma época, tenía un volumen de 549 millones de metros cúbicos almacenados. Para esta misma fecha, en el 2025, tiene un volumen de 464 millones de metros cúbicos, es decir, 85 millones de metros cúbicos por debajo de lo registrado el año anterior, aproximadamente un 16 por ciento por debajo”, afirmó Ballesteros.

Director de la CAR, Alfred Ballesteros
Director de la CAR, Alfred Ballesteros | Foto: CAR Cundinamarca

En ese sentido, el funcionario advirtió que si bien el Sistema Chingaza ha mostrado un nivel ligeramente por encima de lo reportado hace un año, la preocupación se centra ahora en el Agregado Norte.

“La gran preocupación que le asiste a la CAR Cundinamarca tiene que ver con embalses como Tominé, que tiene 75 millones de metros cúbicos menos que el año pasado. Los embalses no se recuperaron desafortunadamente en los periodos húmedos de 2024, es decir abril-mayo y octubre-noviembre. No se recuperaron como necesitábamos que se recuperaran y han mantenido una tendencia al descenso, es por eso que para el mes de marzo se proyecta tener almacenados aproximadamente 408 millones de metros cúbicos, o sea 141 millones de metros cúbicos menos que desde enero del año pasado en el Agregado Norte”, señaló el director.

La alarma, según Ballesteros, es que “los pronósticos del periodo húmedo que comienzan a finales de marzo son neutros, es decir, que las precipitaciones, según ha dicho el Ideam, estarán en los promedios históricos y, de ser así los embalses, especialmente Tominé, no se van a recuperar”.

En consecuencia, el director de la CAR Cundinamarca prevé un preocupante panorama para la seguridad hídrica de Bogotá y la región.

“Hoy estamos sacando la mitad del agua para Bogotá del Agregado Norte, pero los embalses del Agregado Norte están empezando a descender de forma importante. Hoy están hoy 85 millones de metros cúbicos por debajo de los niveles que tenían hace un año. Si no tienen precipitaciones importantes por encima de los registros históricos en los meses de abril y mayo, no van a alcanzar a recuperarse y no le será posible al Acueducto de Bogotá seguir obteniendo el 50 % del recurso hídrico de este Agregado Norte, sino que tendríamos que volver a tomar más agua del Sistema Chingaza”, advirtió el funcionario.

Embalse de Chuza, del sistema Chingaza
Embalse de Chuza, del sistema Chingaza | Foto: Acueducto de Bogotá

Y si bien Ballesteros señala que hoy el Sistema Chingaza está ligeramente por encima de los niveles del año anterior, “en todo caso no soportaría volver a entregarle a la ciudad el 70 u 80 por ciento del recurso hídrico”.

Ante este panorama, surge el interrogante de si el Acueducto de Bogotá hará mucho más estricto el racionamiento de agua.

Mientras tanto, el director Ballesteros le pidió al Acueducto de Bogotá trabajar en el diseño y la construcción de sistemas alternos de abastecimiento, además de implementar proyectos de compra de predios y restauración ecosistémica en los páramos y las microcuencas abastecedoras de recurso hídrico.

Así mismo, instó a estudiar alternativas para el uso de las aguas subterráneas o el aprovechamiento de las aguas lluvias o el reuso de las aguas grises e incluso de las aguas negras.