Contratistas del Metro de Bogotá denuncian incumplimientos de pago y problemas de coordinación con consorcio chino

Contratistas del Metro de Bogotá han denunciado serios incumplimientos en el pago de sus obligaciones por parte del consorcio chino encargado del proyecto, lo que genera una creciente tensión en torno a la obra de la capital.

Según los afectados, hace varios meses que no reciben respuestas claras sobre cuándo se les pagará, mientras que, a pesar de este retraso, aseguran que el consorcio continúa exigiendo el cumplimiento de las obras y adjudicando nuevas actividades sin los contratos correspondientes.

Este 2 de enero, la situación tomó un giro más polémico en la esquina de la avenida Villavicencio con Ciudad de Cali, donde se adelantan parte de las obras del Metro.

En un acto que muchos califican de arbitrario y violatorio de los procesos legales establecidos en el contrato, la denuncia dice que la empresa encargada del proyecto intentó expulsar a la fuerza a varias compañías contratistas que aún tienen pendientes grandes sumas de dinero por parte del consorcio.

El intento de expulsión, llevado a cabo sin el debido proceso y sin respeto por los derechos laborales y contractuales, ha desatado la indignación de trabajadores y empresarios, quienes ven esta medida como una clara violación de sus derechos.

Uno de los contratistas afectados aseguró en diálogo con SEMANA que el accionar del Metro de Bogotá pone en riesgo el sustento de decenas de familias que dependen de los pagos pendientes para subsistir.

En medio de la creciente tensión, las empresas perjudicadas están considerando convocar un paro masivo como respuesta a las decisiones unilaterales del consorcio. El paro tiene como objetivo visibilizar la crisis económica que atraviesan los contratistas y exigir justicia ante lo que consideran un atropello por parte de la empresa encargada del Metro.

La comunidad y los trabajadores permanecen en alerta, temerosos de que el conflicto pueda escalar aún más. Sin embargo, los afectados aseguraron en este medio que no se moverán del sitio hasta que haya una respuesta al problema.

Lo cierto es que la situación amenaza con convertirse en un nuevo foco de crisis social y laboral, mientras las partes involucradas buscan una solución a la disputa que ya ha comenzado a generar fuertes repercusiones en la obra de la capital.

Por el momento, se espera que las autoridades y las partes implicadas tomen medidas para resolver este conflicto y evitar mayores consecuencias para el futuro de la obra.

Por su parte, el consorcio chino había emitido un pronunciamiento en días pasados con relación a la falta de pagos, donde aseguraron que “los pagos se realizan dentro de los plazos pactados en cada uno de los contratos que en ningún caso exceden los 150 días”, tal y como denunciaron los afectados.

Sin embargo, respecto a la situación actual del intento de expulsión de la obra, la entidad emitió un nuevo comunicado: “En el caso particular del Consorcio CPM, la metodología constructiva que le fue contratada, por instrucciones de la Empresa de Servicios Públicos titular, la red intervenida debió ser reemplazada por otra que no hace parte de los servicios prestados por dicho consorcio, condición que, sumada al incumplimiento de obligaciones a su cargo, motivaron que Metro Línea 1 S.A.S., amparado en el contrato suscrito, adoptara la decisión de terminar dicho contrato, con miras a salvaguardar y garantizar el cumplimiento de sus obligaciones y resultados dentro del Contrato de Concesión”.

Y agrega el comunicado que: “Es preciso indicar que los contratos suscritos por Metro Línea 1 S.A.S. cuentan con cláusulas claras de solución de controversias, de forma que en caso de que a la terminación del contrato sucedan diferencias entre las partes, estas podrán hacer uso de los mecanismos e instancias legales ya definidas por ellas, sin afectar la construcción de Proyecto Línea 1 de Metro de Bogotá ni impactar el cumplimiento de los compromisos del concesionario con la ciudad de Bogotá”.