Nación
El testimonio de Carlos Eduardo Mora González sobre tragos y prostitutas antes de atentar contra Miguel Uribe Turbay
El conductor del vehículo en el que estaban el presunto sicario, alias el Costeño, y alias Gabriela, además de él mismo, contó múltiples detalles alrededor del atentado.

Carlos Eduardo Mora González, detenido por el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, respondió a interrogatorio en la Fiscalía General de la Nación. SEMANA obtuvo la totalidad del mismo y dio a conocer, en la edición impresa del 14 de junio, una parte de este.
En esta oportunidad, SEMANA revela más apartados de dicha diligencia, en los cuales Mora González contó cómo terminó detenido y muchos más detalles minuciosos alrededor de cómo se planeó el atentado contra el congresista y precandidato presidencial por el Centro Democrático.
“Quiero contar todo lo que pasó. Yo sabía que en cualquier momento me iban a encontrar y tenía que afrontar las consecuencias. Estaba trabajando en el carro en el que hago InDrive y me paró la policía, en una requisa que hacen a los carros. Ya eran casi las 9 de la noche, eso fue en Soacha. Me pidieron los papeles, la licencia y miraron algo con el teléfono de ellos. Después me dijeron que había una alerta con mi carro, como que lo requerían para algo, que fuéramos hasta la estación y allá verificaban ellos qué era lo que pasaba con el carro. Yo les dije que sí, que yo sabía por qué era, que era por lo del atentado de Turbay y que yo quería contar todo lo que sabía, porque en cualquier momento sabía que me iban a coger. Entonces ellos me dijeron que me podían llevar a donde la fiscal y aquí resulté. Dije que quería contar todo, colaboré siempre con la policía, no me arrestaron, ni me esposaron ni nada. Me dijeron que tenía que ser con abogado y pues aquí estoy para contar todo lo que pasó“, narró el implicado.
Posteriormente, Mora González, oriundo de Venezuela, narró lo que sucedió según su relato. Las autoridades indagan la veracidad del testimonio, como el hecho que él diga que recién conocía a alias el Costeño, otro de los implicados en el atentado a Miguel Uribe Turbay y hoy prófugo de la justicia.
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“Todo esto empezó el día viernes 6 de junio de 2025, cuando yo estaba trabajando en la aplicación InDrive. Yo me encontraba en Soacha. Recibí un mensaje por WhatsApp a mi número. El mensaje lo envió el Costeño, que es una persona que conocí hace una semana, más o menos, y me lo presentó un amigo que está en Ecuador. A él le dicen Churco y se llama Carlos. Recuerdo que era un número de WhatsApp, pero de otro país, y yo no lo tenía registrado como contacto, salía en la llamada como número desconocido".
Luego, indicó: “Ese mensaje fue como a las 10 u 11 de la mañana. Decía: ‘Cómo está, parcero, nos vemos para lo que yo sabía, que era para lo de Modelia’. Ahí recuerdo que el Costeño iba a darle plomo a alguien, eso lo hablamos el día viernes 6 de junio de 2025 en el carro”.

Y prosiguió: “Yo lo recogí en la casa de él el viernes. Eran más o menos como a la 1 o 2 de la tarde. Yo iba en el carro Chevrolet Spark color gris oscuro; llegué solo por él. Cuando llegué al conjunto, el Costeño estaba afuera solo. Me acuerdo de que estaba vestido con una chaqueta negra y jean azul y unas gafas, así es como se viste siempre. Él estaba chateando por celular, como siempre se la pasa; creo que es un teléfono iPhone negro o gris. Él se subió al carro y nos fuimos. Cuando íbamos para la avenida Primero de Mayo, ese día en el carro, me dijo que iba a hacer una operación de meterle plomo a alguien, que si yo le servía de patrulla. Me daba cinco millones. Me dijo que era a las 4:30 [de la tarde] en Modelia. Pero no me dijo quién era la persona ni nada”.
“Nosotros habíamos ido allá a la zona donde iba a matar a alguien. Me dijo que fuéramos a ver en dónde era la vuelta para ver la zona. Nos fuimos para allá y cuando íbamos cerca del centro comercial, el Costeño me dijo: ‘Pare, que vamos a recoger a un muchacho’. Lo recogimos como entre 7 y 8 de la noche y nos fuimos para Modelia. El chino le había dicho al Costeño que tenía que recogerlo a esa hora, porque trabajaba en una vaina de costura y salía hasta esa hora. De ahí nos fuimos derecho por la Boyacá hacia el norte y volteamos a la derecha por una callecita que da al parque donde se iba a cometer el hecho”, agregó Mora González en su relato.
Posteriormente, dijo el conductor detenido, revisaron la zona y se fueron a buscar prostitutas y a tomar.
“En el camino, el Costeño le iba diciendo al otro chino que iban a llegar al punto, que iban a ver todo, que tenía que matar a alguien. Le dijo que le iba a pagar 20 millones por matarlo. Entonces que en ese momento íbamos a ir al parque para que viera cómo era el punto. Nosotros llegamos al parque y en frente del parque nos parqueamos y ellos se bajaron; comenzaron a caminar por un lado y el otro. Yo me quedé en el carro. Ellos me trajeron una gaseosa; se subieron al carro de nuevo como a los 15 minutos y en el carro siguieron hablando. El Costeño le decía: ‘Ya yo le mostré dónde es, usted llega al punto y cuando esté ahí me marca que yo le llego’. Ahí el Costeño llamó a un tal Viejo, que es uno de un carro azul que fue a la reunión que hicieron en la estación de servicio. Esa reunión había sido el martes, porque se iban a robar una mula y necesitaban patrulla para que los acompañara. A mí no me pareció mucho lo de ese robo y me fui, porque lo vi como arriesgado y dije que no. En esa reunión estaba uno al que le dicen el Viejo, pero no se habló nada de lo de matar al man".

Mora González continuó su relató: “Entonces el viernes llama al Viejo y le dice que ya tenía al chino para eso, que ya lo había llevado al sitio y que sí iba a hacerlo”.
De ahí, narró que fueron a dejar al señalado sicario en un punto del sur de Bogotá que él especificó en detalle, pero que SEMANA se abstiene de dar a conocer para no estigmatizar a la zona.
“Lo dejamos por una zona donde se para la gente a vender comida. De ahí nos ponemos a jartar y nos vamos con viejas. Tomamos hasta la madrugada, salimos del sitio solos, sin las viejas. Recogimos a una muchacha en el camino, que decía que la habían robado y yo dejé a la muchacha y al Costeño en el conjunto donde él vive; los dejé y me fui para la casa”, agregó.
Así las cosas, y de acuerdo con el interrogatorio que rindió ante la Fiscalía General de la Nación, llegó el 7 de junio de 2025, el día que fue perpetrado el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay.

“El sábado ya es cuando el Costeño me llama y me dice que listo, que lo recoja porque tenemos que estar en el parque a las 4:30. Yo lo recogí a las 4 y llegamos como a las 5. Nos fuimos solos hasta allá, no hicimos paradas en el camino. Llegamos al parque y ahí estaban una muchacha y un chino, que ese fue el que hizo el hecho. Yo paro, el Costeño se baja y trae para el carro al chino y a la muchacha. El chino se monta adelante, el Costeño y la china atrás. Yo no conocía a ninguno de esos dos, era la primera vez que los veía. Ahí es cuando la muchacha saca el arma, que la llevaba en la cintura, le pasa el arma al Costeño, el Costeño se la pasa al chino. La muchacha le dice al chino que se quite la chaqueta y la gorra. El Costeño le dice al chino que ya sabe qué es lo que tiene que hacer. El chino estaba azarado de bajarse rápido, estaba como afanado. No lo vi que estuviera asustado o nervioso, sino afanado. Se baja el muchacho, la muchacha agarra las pertenencias del chino y se las mete como entre la chaqueta y se bajan del carro y se van hacia la parte de atrás. El chino se fue hacia la parte de adelante. De ahí yo me quedé esperando al Costeño, pero no volvía. Lo llamé, pero no me contestó, entonces me fui”.
Es de resaltar que, aunque Mora González dijo que era la primera vez que los veía, él mismo había dicho en su testimonio que un día antes transportó al sicario para que reconociera el lugar.
“Cuando ya iba por la Boyacá, el Costeño me llamó, que dónde estaba yo, y yo le dije que ya había arrancado, que si me devolvía, y me dijo: ‘No, hágale que después yo lo llamo’. Yo prendí la aplicación y seguí trabajando normal ese día. Al siguiente día, me di cuenta de la magnitud de lo que había pasado por las redes sociales. Yo empiezo a ver lo que publicaban y al ver al chino que cogieron yo dije: ‘Uy, ese fue el que yo recogí’, expresó Mora González, agregando que desistió de escapar porque notó que las autoridades ya tenían los datos del vehículo y llegarían a él.
“En el carro están mis datos, si me cogen pues voy y me presento, que pase lo que tenga que pasar porque ya está hecho el daño, porque ya qué, qué me iba a volar. Yo me puse a pensar, a llorar, a ver qué hacía. Le conté a mi esposa y le dije, lo hecho, ya hecho está y ya vienen las consecuencias. Mi esposa no tiene nada que ver en eso, ella se enteró después cuando yo le conté, pero no sabía nada. Nunca supe la magnitud de lo que se iba a hacer. Sí sabía que iban a matar a alguien, pero no pensé que fuera tan importante. Creía que eran problemas entre bandas y cosas de ellos. Y lo digo es porque ese muchacho, el Costeño, tiene una banda, y en esa vuelta lo hicieron fue como banda, ellos se movilizan haciendo esas vueltas. Costeño me dijo que llevó a ese chino porque era de los buenos. Ese man me cogió confianza a mí por lo que me contaba y lo que decía, pero por esta vuelta no me dieron ni un peso, no me pagaron nada, no tengo ni un solo peso de eso. Sigo trabajando normal, hasta el día de hoy, que estoy aquí contando lo que sé“, agregó.
Finalmente, afirmó Mora González —en el interrogatorio y ante la Fiscalía General de la Nación— que él está dispuesto a ayudar en todo lo que le pidan. “Creo que habían pasado unos diez minutos cuando me fui de ese lugar. Yo, como tenía los vidrios arriba, no escuché disparos ni nada. Me acuerdo de que yo me corrí un poco más delante de donde se bajaron ellos tres del carro, como estacionando el carro”.
Por estos hechos, además de Mora González, está bajo custodia de las autoridades el señalado sicario, que es menor de edad. También están detenidos Katerine Andrea Martínez Martínez, alias Gabriela, la mujer señalada de entregarle el arma dentro del vehículo, y William Fernando González Cruz, alias el Hermano, procesado por —presuntamente— sacar del lugar de los hechos a la mujer y a alias el Costeño. Este último es prófugo de la justicia.
El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, por su parte, sigue luchando por su vida en la Fundación Santa Fe de Bogotá.