NACIÓN

Epa Colombia ayudó a una reclusa a salir de prisión: la increíble historia

En medio de su detención en la cárcel El Buen Pastor, en Bogotá, la reconocida empresaria e influencer ayudó a una “amiga”, como ella suele llamar a las personas.

11 de marzo de 2025, 1:59 p. m.
Daneidy Barrera Rojas, Epa Colombia
Daneidy Barrera Rojas, Epa Colombia, en la entrevista con SEMANA en la cárcel de mujeres 'El Buen Pastor', en Bogotá | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA / SEMANA

En el marco de la entrevista que Daneidy Barrera Rojas, conocida como Epa Colombia, le concedió a SEMANA, la influencer dio cuenta de cómo ella le tendió la mano a una reclusa, que no podía salir de la cárcel por no contar con el dinero para su tarjeta de libertad.

Epa Colombia, Cárcel de Mujeres El Buen Pastor
Daneidy Barrera Rojas, Epa Colombia, en la entrevista con SEMANA en la cárcel de mujeres El Buen Pastor, en Bogotá. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA / SEMANA

SEMANA: ¿Estos días en prisión la han hecho cambiar?

E. C.: Sí, a tener paciencia, porque yo era muy hiperactiva, como una persona muy repelente. Yo era para un lado, para el otro, aquí a tener paciencia, tranquilidad.

SEMANA: Estando aquí las mañanas, las tardes, las noches se pasan muy lentamente…

E. C.: Se ponen lentísimas. El calendario lo quité porque estaba marcando: ‘Voy un día, voy tres días, voy con cuatro días’. Y me tocó quitarlo porque eso me estaba, mejor dicho. Me levanto a las 7 de la mañana, estoy en la contada a las 7:30, me baño y todo el día en el planchón. Trato como de leer, pero a veces se me cansan los ojos. Entonces, doy vueltas por los pasillos, camino y ahí me quedo todo el día.

SEMANA: ¿Ve algo de televisión?

E. C.: Sí, a veces veo las noticias de lo que está pasando y así se va todo el día. A las 8 ya me estoy acostando, me acuesto temprano porque qué más se hace. La última contada a las 6:30 y a las 8 uno está durmiendo.

Epa Colombia en REVELADORA entrevista con SEMANA: "Sáquenme de la cárcel"

SEMANA: ¿Decía usted que observa todos los días toda clase de episodios dentro del patio y peleas de mujeres?

E. C.: Sí, digamos ayer una chica se fue a libertad y la que le estaba ayudando a sacar las cosas le robó un bolso. Y fue y cogió ese bolso y lo metió en la caneca sucia y vino la draga toda molesta. ¿Dónde está el bolso? ¿Dónde está el bolso? Y yo le dije: “Drago, la verdad lo metieron allá en la caneca”. Me tocó decir la verdad y ella me dijo que en la mala conmigo.

La dragoneante dijo: “O si no revuelco toda esa celda”. Yo dije: ‘No, para revolcar y poner a organizar’, le dije ahí atrás está el bolso. Entonces, imagina, ni siquiera acá cambian.

SEMANA: ¿Y qué objetos personales puede tener usted en su celda?

E. C.: Pues tengo la Biblia y otro libro por ahí que me prestan para leer.

Epa Colombia, Cárcel de Mujeres El Buen Pastor
Daneidy Barrera Rojas, Epa Colombia, en la entrevista con SEMANA en la cárcel de mujeres El Buen Pastor, en Bogotá. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA / SEMANA

SEMANA: ¿Ha tenido algún problema en el patio con las demás mujeres?

E. C.: Me dicen que estoy en la casa de los famosos. Me dicen: “Amiga, ¿tú querías estar en La casa de famosos? Pues esta sí es la casa de los famosos”. Y entonces, estás nominada acá adentro. Al principio me robaron el papel, las cosas, róbenme y ya me tocó mejor dicho, ponerme seria y decir: “Bueno, no me roben.”

SEMANA: ¿Ha peleado con alguna?

E. C.: Sí, me ha tocado pararme con muchísimas. Digamos, aquí es… La que se robó el pollo. ¿Tú sabes quién fue la que se robó el pollo? Una señora que se llama Sandra, que es la de derechos humanos, aquí adentro. No, ya me la tenía montada desde el principio. Con todo me tenían la guardia encima y me la tenían montada, la guardia iba y me regañaba, me insultaba y de todo por ella y le dije: “Tú no me representas como mujer, tú me tienes que dejar quieta aquí”. Mejor dicho, me tocó así porque móntemela y móntemela y móntemela. No, me la montaba demasiado.

SEMANA: ¿También habrá otras personas que se le han acercado, le han dado su amistad, qué le dicen?

E. C.: Sí: “Amiga, tranquila que tú vas a salir de aquí, no te preocupes, amiga. Tú tienes que estar afuera, acá no tienes que estar, tienes que estar afuera. Y cuando estés afuera, me ayudas con un mercado para mi familia”. A alguna yo le pagué una fianza. A una chica le falta un millón de pesos para que la sacaran y le di un millón de pesos y ya se fue en libertad.

Otra necesitaba para un mercado, se lo di. Otra, su hijo acabó de nacer, no tenía ni pañales ni cobijas, entonces también le di. Y quiero ayudar a muchas de acá. Me voy a llevar el contacto de muchas para ayudarles.

SEMANA: ¿Y usted a ella les echa sus cuentos, las hace reír?

E. C.: Es que yo estaba muy triste y no me da ganas de hacerla reír.

SEMANA: Dicen que usted es una mujer millonaria…

E. C.: No, yo no soy millonaria. Yo no soy millonaria, yo tengo lo necesario. Yo vivo muy bien porque mi negocio me ha dado ahí para salir adelante, porque si no fuera mi negocio pues nada, estaría pues…

SEMANA: Pero mucha gente se pregunta en qué momento se convirtió en esta empresaria con tanto dinero…

E. C.: Lo que pasa es que antes las queratinas valían 500.000, 400.000 pesos y hoy en día una queratina vale 185.000 pesos, que te dura seis meses. Entonces, imagínate. ¿Cómo no van a ir a buscarme? Si yo dañé a muchas personas que cobraban mucho y yo cobrar bien económico, y tener todo Colombia a mí que me compre. Entonces, dicen, venga, ¿qué está pasando? Entonces, hay que hacer las cosas bien. Es una buena estrategia, me pueden seguir investigando hasta lo último y se pueden dar cuenta de que yo soy una mujer muy transparente, que soy una mujer muy berraca, que salió adelante y se superó.