NACIÓN
Epa Colombia llama la atención en prisión por usar costosos tenis Dolce&Gabbana: ella contó por qué lo hace
Daneidy Barrera Rojas, conocida como Epa Colombia, habló también del uniforme que debe llevar por obligación dentro de la cárcel El Buen Pastor, en Bogotá.

Daneidy Barrera Rojas, conocida como Epa Colombia, concedió una entrevista a SEMANA. En ella llamó la atención por sus tenis de marca Dolce&Gabbana, que de entrada son costosos. Estos tenis oscilan entre los dos y los cuatro millones de pesos. Los denominados tenis Portofino de Dolce&Gabbana cuestan $ 4.124.400, mientras que, por ejemplo, los llamados tenis bajos con parche del logo cuestan $ 2.896.851. También están los bajos NS1, cuyo monto está en $ 2.743.488. Los que portó ella están en la línea de algunos de estos dos últimos.
SEMANA: Dicen que usted es una mujer millonaria...
E. C.: No, yo no soy millonaria. Yo no soy millonaria, yo tengo lo necesario. Yo vivo muy bien porque mi negocio me ha dado ahí para salir adelante, porque si no fuera mi negocio pues nada, estaría pues...
SEMANA: Pero mucha gente se pregunta en qué momento se convirtió en esta empresaria con tanto dinero...
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E. C.: Lo que pasa es que antes las queratinas valían 500.000, 400.000 pesos y hoy en día una queratina vale 185.000 pesos, que te dura seis meses. Entonces, imagínate. ¿Cómo no van a ir a buscarme? Si yo dañé a muchas personas que cobraban mucho y yo cobrar bien económico, y tener todo Colombia a mí que me compre. Entonces, dicen, venga, ¿qué está pasando? Hay que hacer las cosas bien. Es una buena estrategia, me pueden seguir investigando hasta lo último y se pueden dar cuenta de que yo soy una mujer muy transparente, que soy una mujer muy berraca, que salió adelante y se superó.
SEMANA: Hubo un episodio en el que usted repartió plata en un helicóptero, que lanzó plata, billetes...
E. C.: Había concursos, entonces uno decía: “Amiga, si tú me compras un cupo, digamos, de cinco millones de pesos, yo te doy 20.000 seguidores”. Lo que hacían Yeferson Cossio, La Liendra, entonces me compraron un cupo y dije, voy a sacar de ahí 20 y voy a tirar por el cielo.
SEMANA: ¿Cuánta plata botó ese día?
E. C.: 20 millones de pesos.
SEMANA: ¿En qué parte sobrevoló?
E. C.: Todas las personas cogieron cuando cayó, no recuerdo ni cómo se llama, pero dije que tampoco lo volvía a hacer.
SEMANA: Sí, usted dijo que se arrepintió y que si lo volvería a hacer le gustaría hacerlo en el helicóptero, pero con la vicepresidenta Francia Márquez...
E. C.: Sí, porque ella dice: “El helicóptero, me voy en helicóptero, llego en helicóptero”.
SEMANA: Epa, haga de cuenta que aquí hay un espejo. Mire, no tiene sus pintas chic, como usted dice, que es tan chic, está con un uniforme, veo sus tenis. ¿Qué piensa esa Epa Colombia que está ahí sentada?
E. C.: Las personas me criticaron que en la cárcel con Dolce&Gabbana, pero es porque los he trabajado, esto no me lo han regalado, es con el sudor de mi frente. A mí me parece que este uniforme es bonito, chévere, solo que me gustaba mucho andar en blazer y andar en mi carro, pero pues bueno, la vida cambia de un momento a otro, un día podemos estar acá, mañana no sabemos. Entonces es mejor no hacer planes, sino a todo decirle: si Dios lo permite. Porque mira, un día yo estaba en mi carro manejando, un día me cogieron y al otro día ya estaba aquí.

SEMANA: ¿Y es verdad que tenía o tiene muchos lujos, una casa de muchos millones, apartamentos, carros lujosos, viajes y todo eso?, ¿qué hay de cierto en todo eso?
E. C.: Eso es vanidad, eso se acaba. Lo más importante es tener salud, tranquilidad, paz y mucha felicidad. Estés donde estés.
SEMANA: ¿Y qué objetos personales puede tener usted en su celda?
E. C.: Pues tengo la Biblia y y otro libro por ahí que me prestan para leer.

SEMANA: Para ir finalizando este este diálogo con SEMANA, ¿qué reflexión hace de estos dos meses?
E. C.: Siento que valoro las pequeñas cosas. Uno afuera no valora las pequeñas cosas. Como el simple hecho de estar aquí y respirar, uno no lo valora. El ser humano no lo valora. Las pequeñas cosas de tener la barriga llena, uno ahí dice: no, yo como y tengo la comida botada. En las pequeñas cosas se encuentra la felicidad, no en las grandes, porque las cosas materiales se acaban; un día las puede tener y otro día no. Pero simplemente tú, con tener paz, felicidad, tranquilidad, yo creo que eso es lo primordial que uno debe tener. Yo soy una mujer muy sencilla, muy resiliente y si Dios me trabaja para tener paciencia, voy a seguir teniendo muchísima paciencia hasta que Dios se manifieste grandemente y haga un milagro, porque yo de verdad no debo estar acá.
Es muy difícil estar acá, la convivencia es muy difícil con tantas mujeres que están mal porque ya llevan muchos años, entonces tienen resentimiento con la vida, con las personas, y uno así trate de hablarles de Dios, ellas tienen mucha maldad en su corazón. Entonces, yo no debo estar acá porque soy una persona que me he superado, que he ayudado. Es muy duro estar lejos de mi hija, lejos de mi familia, lejos de mi equipo de trabajo, lejos de las personas que lo ayudan a uno. Es muy difícil.

SEMANA: Háblele a toda esa gente que está hablando de usted para bien o para mal, pero están hablando...
E. C.: Amiga, sácame de acá. Amiga, sígueme apoyando, sigue mandando mensajes al presidente, a la ministra, a mi juez, que es el circuito tres. Amiga, que por favor me saque de acá, que yo no merezco estar acá. De verdad que es muy difícil. Y que antes de hacer las cosas, lo piensen muy bien porque estar acá un día es una eternidad. Entonces que tratemos siempre de hacer las cosas bien delante de Dios, que todo en la vida tiene recompensa.