BOGOTÁ
Las inéditas declaraciones de los protagonistas del vandalismo en Bogotá: “¡Carnaval!”
Esteban Romero defendió el accionar de sus compañeros, al tiempo que señaló que defendió que estuvieran encapuchados.

Esteban Romero, uno de los organizadores de la llamada “Cumbre Nacional Popular”, entendido como un encuentro juvenil, habló de los desmanes que protagonizaron en Bogotá los participantes en dicho encuentro.
Romero desestimó por completo los daños causados por ellos en locaciones del norte de Bogotá. Y, de hecho, dijo que se trató de una fiesta, de un carnaval. “Estuvimos en un proceso de marcha carnaval que fue muy festivo, que tuvo un ambiente de festival, de alegría, pues que representa a todas las ciudades de Colombia que se reunieron en la Cumbre Nacional Popular”, señaló.
“Tuvimos canciones, tuvimos arengas, tuvimos todo un proceso de construcción política para explicarle a la gente por qué es importante pensarse un modelo alternativo de ciudad y eso lo fuimos hablando con los trabajadores de la economía popular que nos encontramos durante la ruta de la movilización, con los vigilantes de los edificios, con los trabajadores que trabajan por esa zona de Bogotá y pues yo también vi muchas miradas de receptividad y de alegría de la gente que está pensando que, en efecto, hay un modelo de ciudades igual excluyente”, agregó.



“Yo creo que había una movilización festiva y que le hablaba a la ciudadanía, que no solamente fue para quienes estaban marchando y creo que hubo buena receptividad porque la gente conoce y sabe cuáles son los problemas de la ciudad, lo siente, porque tiene pocas posibilidades de acceder a la vivienda digna, porque son trabajadores populares precarizados. Entonces, la gente reconoció que en la marcha había una potencialidad también para enfrentar su malestar”, agregó, en declaraciones a Blu Radio.
Romero, que entró en controversia con la mesa de trabajo del referido medio por cuenta de sus declaraciones, agregó: “No fue un proceso de destrucción, creo que se ha tratado de viralizar e imponer eso en algunos medios, pero en general fue un proceso donde se le expresó a la ciudadanía y al pueblo colombiano que hay un proceso de cambio de organización alrededor de las demandas en las ciudades. Creo que se ha tratado de imponer esa narrativa, se ha tratado de imponer, viralizar, ciertas imágenes, ciertos escenarios, pero creo que en general la marcha fue festiva, alegre, masiva y convocó y dialogó con la ciudadanía”.
“No hubo un proceso de vandalización. Por el contrario, la gente que pasaba por las calles nos preguntaba qué están haciendo, por qué están marchando y les contábamos. Estamos marchando porque tengan también un transporte digno, porque el transporte que tienen en Bogotá, en Cali, en Medellín, es un transporte altamente gestionado como una empresa y no tiene un componente de dignidad para los usuarios”, insistió.
“Democracia también es que la gente se movilice activamente, que exprese sus reivindicaciones en la calle, que exprese sus malestares y que mande mensajes a la ciudadanía”, agregó, cuando se le insistía en su reacción por los actos de vandalismo.
“Yo creo que el problema con la movilización de ayer es que fue en la zona rosa y en el centro financiero de Bogotá, pero yo no he visto que la alcaldía de Galán o cualquier otro medio de comunicación diga algo sobre los grafitis del Clan del Golfo en barrios de Usme. No he escuchado que digan nada de los grafitis que saca el Clan del Golfo, que es una organización paramilitar que hace presencia en Bogotá y otras ciudades”, agregó.
De inmediato, la mesa de trabajo le dijo que ese grupo negocia con el Gobierno del presidente, Gustavo Petro, afín a las prácticas e intereses de estos jóvenes. De inmediato se desmarcó: “Esta cumbre es un proceso autónomo, independiente de este Gobierno y de cualquier otro”.
“Somos 2.000 personas que nos reunimos en Bogotá de cientos de organizaciones de 15 ciudades. Hay una gran ciudad, de pueblos, de organizaciones, de expresiones políticas allí reunidas”, agregó, al tiempo que defendió que sus compañeros estuvieran encapuchados. Lo hacen, según dijo, porque hay mucha estigmatización y, por ello, prefieren vivir su “carnaval” ocultando su identidad.