Red Académica de Movilidad le pone los puntos claros a Petro por afirmaciones “imprecisas” sobre el metro de Bogotá

Los choques del presidente Petro con el metro de Bogotá no son nuevos. En repetidas ocasiones ha intentado frenar el proyecto por diferentes vías y ha sido explícito en que la primera línea del metro, tal como está planeada y se está construyendo, “no les servirá a los bogotanos” y que, por el contrario, debería hacerse de forma subterránea, como él lo propuso en su paso por la alcaldía de Bogotá en 2015.

La insistencia de sus comentarios sobre el proyecto que ya alcanzó un 50 por ciento de ejecución y la renuencia a visitar las obras no ha caído bien en varios sectores políticos y en sociedades académicas, que se han encargado de demostrar con estudios y análisis que el metro elevado es positivo para la ciudad y que tendría, incluso, mayores beneficios que la idea de hacerlo mixto o totalmente subterráneo.

La Red Académica de Movilidad le envió una dura carta al presidente Petro en la que le piden ser “preciso con las fuentes de sus afirmaciones” porque seguir indicando que la línea del metro en construcción no le sirve a Bogotá es “incorrecto” y “genera un ambiente negativo”.

“Lo invitamos, con el respeto y la dignidad que se merece el Señor Presidente, a ser preciso con las fuentes de sus afirmaciones. Seguir indicando que la línea de metro en construcción no le sirve a Bogotá es incorrecto y genera un ambiente negativo que afecta los procesos de adecuada apropiación ciudadana, operación y mantenimiento”, señalan en la misiva.

En la misma carta, le recuerdan al presidente que fue el mismo estudio contratado por su gobierno, a través de la ANI, a la Sociedad Colombiana de Ingenieros el que determinó que los 18,6 billones de pesos en beneficios del proyecto son mayores que los 17,5 billones valorados como costos (lo cual incluye costos a la sociedad durante la construcción por impacto negativo en el tráfico, las emisiones y la siniestralidad, según valoración de la SCI).

De la misma manera, el estudio demostró que el proyecto es positivo para la sociedad en su conjunto, en tanto representa beneficios equivalentes por ahorro de tiempo de viaje de usuarios de 3,3 billones de pesos y para no usuarios, de 2 billones.

La evaluación de la SCI también muestra que los indicadores de evaluación socioeconómica son mejores para el metro elevado en construcción que para el subterráneo. También, que la alternativa mixta planteada con un tramo subterráneo en la carrera 13 tiene una tasa interna de retorno (TIR) igual al proyecto en marcha (9,5 %), pero a un costo mayor (20,3 billones) y con demoras e incertidumbres legales y financieras.

Ahora bien, por el lado del impacto urbanístico que tiene la construcción elevada del metro, la Red Académica señala que son conscientes del “potencial impacto negativo que tienen las construcciones elevadas”, pero a la par también aseguran que alrededor del mundo hay “múltiples ejemplos en donde se pueden hacer cosas de manera adecuada, mitigando los impactos nocivos y beneficiando con creatividad desde la arquitectura, el diseño y la ingeniería”.

“Medellín es ejemplo de cultura metro, con una línea elevada con alto sentido de pertenencia. También tiene tramos donde se ha realizado una muy buena labor de cuidado y mantenimiento del espacio público que puede ser un ejemplo para Bogotá”, aseguraron.

Finalmente, la Red Académica de Movilidad le dijo al presidente que entiende que existen dificultades para la financiación del presupuesto 2025 y la necesidad de aplazamiento de recursos. No obstante, consideran que se debe analizar la posibilidad de realizar ajustes al presupuesto de forma concertada con las autoridades territoriales y aplazar otras partidas distintas a las del metro de Bogotá.