Bogotá

Vive Claro: el escenario cultural está en el ojo del huracán por la cancelación de sus conciertos. ¿Qué pasará con los próximos cinco artistas?

Tras la cancelación del concierto de Kendrick Lamar, ese escenario cultural en Bogotá ha estado en el ojo del huracán por la supuesta falta de permisos. Hay una carrera contrarreloj para asegurar la realización de otros importantes espectáculos.

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4 de octubre de 2025, 7:04 a. m.
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Tras el fallido concierto de Kendrick Lamar, sigue la polémica por el Vive Claro. Guillermo Escobar y Luz Angela Castro están en el ojo del huracán. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA-SEMANA /

No paran los tropiezos del Vive Claro Distrito Cultural. Desde su proceso de construcción ha sido blanco de toda clase de ataques, demandas, inspecciones, auditorías e intensas pujas con la comunidad de los barrios aledaños y con los concejales ambientalistas.

Sin embargo, el punto más álgido de la tormenta por la que atraviesa el escenario cultural se presentó el pasado fin de semana cuando, minutos antes de comenzar el concierto del rapero norteamericano Kendrick Lamar, la Secretaría de Gobierno de Bogotá y el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger) emitieron un comunicado en el que confirmaban que el espectáculo no se realizaría porque el escenario no contaba con los permisos para ese evento.

Ese momento es clave en esta historia porque abrió un abismo aún más grande para el escenario de Ocesa Colombia al dejar en evidencia que, en efecto, había faltantes documentales que probaran que el escenario cumplía con las normas de seguridad para que los asistentes al concierto no corrieran ningún riesgo. O al menos eso fue lo que dijeron las autoridades.

Ese hecho marcó una semana muy complicada para los empresarios del Vive Claro, pues, a la par de la cancelación del primer concierto, también se filtró un documento supuestamente emitido por el Idiger, en agosto de este año, en el que se alertaba sobre fallas en la infraestructura desmontable del escenario y en el que la autoridad les solicitaba a los promotores entregar de forma “inmediata” documentos como el Plan de Gestión del Riesgo y el Plan de Emergencias y Contingencias (PEC).

La mayor parte de la controversia se debe a la vibración de las graderías, que están construidas en una estructura removible.
La mayor parte de la controversia se debe a la vibración de las graderías, que están construidas en una estructura removible. | Foto: GUILLERMO TORRES-SEMANA

“El informe concluye de manera contundente que ignorar estas alertas expone directamente a la población a escenarios de riesgo que podrían traducirse en graves accidentes y hasta en pérdidas humanas”, se lee en el documento que circuló.

Ante esta publicación, el Idiger emitió un comunicado en el que aseguraba que el documento que circuló no era oficial y que los detalles ahí consignados solo eran apartes de “conceptos técnicos emitidos en su momento por la entidad, pero que no constituye información oficial actualizada ni refleja de manera integral el proceso de acompañamiento y seguimiento que se está adelantando”.

Aunque la veracidad del documento estaba en duda, lo cierto fue que el Idiger señaló que esas consideraciones que allí aparecían sí fueron ciertas en su momento y que le había pedido a Ocesa subsanarlas desde agosto.

Dejando de lado si el documento se emitió de forma oficial o no, cobra especial relevancia si se revisan los primeros conciertos que se realizaron en el Vive Claro, el de inauguración, el 27 de julio, en el que se presentaron Paola Jara y Jessi Uribe, y en el que solo se dio acceso a la platea, no a las graderías, que son el epicentro del problema, pues, al ser una construcción desmontable tipo andamio, hay muchas dudas de los organismos de control sobre su firmeza y resistencia.

En el escenario cultural ya están programadas y vendidas fechas para Guns N’ Roses, Linkin Park, Imagine Dragons, Blessd y Shakira. Se están agilizando los procesos para obtener todos los permisos.
En el escenario cultural ya están programadas y vendidas fechas para Guns N’ Roses, Linkin Park, Imagine Dragons, Blessd y Shakira. Se están agilizando los procesos para obtener todos los permisos. | Foto: GETTY IMAGES

Al parecer, en ese momento aún no había permisos para dar vía libre al uso de las gradas y todavía se estaban haciendo pruebas técnicas. El primer concierto con aforo completo fue el de Green Day, el 27 de agosto. Luego del espectáculo, las redes sociales se inundaron de videos de los asistentes que habían registrado la fuerte vibración de las graderías y el movimiento “exagerado” de las tuberías y los andamios.

Ante eso, el Idiger, que realiza acompañamiento permanente, volvió a solicitar estudios de seguridad que, al parecer, no fueron entregados a tiempo y que se convirtieron en la causa determinante para que no se realizara el concierto de Lamar. Según Luz Ángela Castro, CEO de Ocesa Colombia, todo se trató de un problema administrativo “en medio de un proceso obsoleto” en el que quedaron atrapados los organizadores y la administración distrital porque sí se entregó la información adicional solicitada por el Idiger.

En las primeras declaraciones que entregó Castro, aseguró que se cumplieron con todos los requerimientos y que, incluso, se importaron 22 toneladas de acero en un chárter para solventar los problemas de confortabilidad y mitigar las vibraciones del escenario que habían sido reportadas por el ente verificador. “Como lo dijo el propio director del Idiger luego de Green Day, nunca ha estado en entredicho la seguridad, no hay riesgo; indicó que el lugar cumple con todas las medidas y los estándares de seguridad”.

Guillermo EscobarDirector del Idiger
Guillermo Escobar. Director del Idiger | Foto: IDIGER

¿Otros conciertos?

Sin embargo, otra pata le nació a ese gato. Como si la cancelación del concierto del rapero no hubiera sido suficiente, se le vino otra avalancha encima al recinto de conciertos. La Secretaría de Gobierno, mediante la resolución 1425 que se emitió el 29 de septiembre, le negó los permisos que el Vive Claro necesita para la realización del concierto de la icónica banda de rock Guns N’ Roses, que está 5programado para el 7 de octubre. Hasta el cierre de esta edición, todavía no se había emitido la resolución que aprobara el uso del escenario para el espectáculo.

Con el tiempo corriendo en contra, los promotores de Ocesa ya estarían sin espacio para lograr esa aprobación si se tiene en cuenta que, luego de lo ocurrido con Kendrick Lamar, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, señaló que de ahora en adelante los empresarios deberían certificar los permisos y todos los documentos en regla con, al menos, cinco días de antelación al evento; por lo que el concierto de Guns N’ Roses ya estaría fuera de fechas.

Sin embargo, SEMANA conoció que el proceso de acreditación y certificación sigue adelante y que tanto los promotores como las autoridades están trabajando de la mano para lograr ejecutar el evento.

Ambientalismo vs entretenimiento: la polémica detrás del Vive Claro

“Los fans de Guns N’ Roses pueden estar tranquilos. Estamos trabajando para tener todo en regla de manos de la administración de la ciudad. Tenemos claro el proceso y daremos toda la tranquilidad y garantías para la celebración del concierto Guns N’ Roses, previsto para el martes de la otra semana”, dijo la CEO de Ocesa Colombia al cierre de una mesa de trabajo con la Personería, el Idiger y la Secretaría de Gobierno.

Tras las primeras declaraciones, SEMANA intentó en varias ocasiones comunicarse con Ocesa Colombia para conocer el avance en la entrega de documentos y requisitos necesarios para asegurar la fecha de la banda de rock. No obstante, la empresa indicó que no se pronunciará oficialmente hasta que la administración distrital emita una respuesta o resolución. Lo que sí confirmaron es que ya todos los documentos fueron entregados y que están a la espera del concepto de los entes de verificación.

Luz Ángela CastroCEO de Ocesa Colombia
Luz Ángela Castro. CEO de Ocesa Colombia | Foto: GUILLERMO TORRES-SEMANA

Guerra sucia

Este no es el primer problema que ha tenido que sortear el Vive Claro. Desde que se empezó el montaje, recibió una avalancha de acciones populares, tutelas y demandas que fueron impulsadas por algunos cabildantes ambientalistas del Concejo de Bogotá.

Primero se dijo que el terreno donde está es un humedal y que no tenía permiso para su construcción; luego, que tenía problemas de seguridad en la estructura; después, que la Beneficencia de Cundinamarca no era competente para arrendar el terreno y, finalmente, que rompía las reglas de ruido máximo en los barrios aledaños.

Como lo explicó Castro, todas esas reclamaciones fueron desvirtuadas ante los jueces de la república, que desestimaron las acciones populares y dieron vía libre al proyecto. No obstante, ahí no han parado los conflictos.

La ejecutiva denunció una “guerra sucia” contra el escenario cultural. Afirmó que el proyecto ha sido blanco de la difusión de información y videos falsos, así como de la filtración de documentos apócrifos con sellos del Idiger, en el marco de una campaña de desprestigio que ha generado desconfianza e inquietud entre los funcionarios públicos encargados de las verificaciones y autorizaciones.

Por ahora, el Vive Claro tiene que solucionar cualquier inconveniente frente al concierto de Guns N’ Roses y asegurar, para dar confianza a sus seguidores, que ni las fechas para Linkin Park, Imagine Dragons, Blessd y Shakira están en riesgo.

Mientras tanto, tendrá que seguir siendo objeto de auditorías como la que ya realizó la Contraloría General y de solicitudes de documentación como la que le hizo la Sociedad Colombiana de Ingeniería al Idiger para que revele el contenido de los estudios técnicos del escenario.

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