El fenómeno del ‘Bukele’ colombiano: así le ha ido a Bucaramanga en los 100 días de gobierno de Jaime Andrés Beltrán

La encuesta de Guarumo y Ecoanalítica indicó que el alcalde Jaime Andrés Beltrán goza de un respaldo del 88 % de los bumangueses, mientras que el 3 % manifestó que su gestión ha sido pésima o mala. La gente lo mide por los golpes a la delincuencia y el control de la migración venezolana.

Él llegó a la Alcaldía usando las banderas del presidente de El Salvador, Nayib Bukele. En la campaña, prometió mano dura para los ladrones, peleoneros y homicidas, y anticipó que le pondría freno a los ciudadanos extranjeros que llegan a Bucaramanga a cometer delitos. Sus cien primeros días estuvieron dedicados a eso.

Todos los delitos de alto impacto han caído, excepto los homicidios: el incremento es cercano al 15 %. El primer trimestre de 2024 fue uno de los más violentos de la historia reciente del territorio (31). La mayoría de los casos están relacionados con riñas callejeras (40 %), ajuste de cuentas (25 %) y violencia intrafamiliar (15 %).

Él reconoció la gravedad del asunto: “No logramos reducir esta cifra y obedece a dos factores. El tema de la intolerancia y la violencia intrafamiliar, un fenómeno muy arraigado a la cultura, a la idiosincrasia, pero tenemos que combatirlo”. Este problema es el que ha concentrado las críticas de sus opositores.

En el Concejo hay duros cuestionamientos al activismo que Beltrán tiene en redes sociales y la supuesta sobreexposición ante los medios de comunicación, mientras acaban con vidas en las calles. Ese es el argumento del concejal Carlos Parra, quien compitió en las urnas con el actual mandatario y está en su lado opuesto.

“El alcalde ha basado su gobierno en ruedas de prensa y videos sensacionalistas que, en últimas, no se traducen en decisiones concretas”, manifestó el corporado. Al contrario, la Alcaldía saca pecho por la recuperación de 162 obras, pavimentación de 17 mil metros de vías y mejoramiento del alumbrado público en 232 barrios.

El plan candado, la iniciativa más famosa, consiste en una persecución durante las 24 horas de los siete días de la semana para dar con el paradero de las personas que cometan irregularidades y evitar, a toda costa, tragedias. En ese proyecto, han caído 300 migrantes venezolanos, a quienes desea expulsar de Colombia.

Para esto, requiere el apoyo del Ejecutivo y eso ha sido escaso: “El Gobierno se ha hecho el loco con el problema migratorio. Yo soy de la teoría de que a los alcaldes nos centralizaron los recursos y nos descentralizaron los problemas”, agregó el alcalde. En cien días, pudo devolver al vecino país a cuatro personas.

Tal como ocurrirá en Medellín, el plan de desarrollo de la capital de Santander será el primer examen de Beltrán. Ya hay un borrador sobre la mesa y ha desatado críticas. Una de las voces más replicadas es la de Bucaramanga cómo vamos, organización que no ve con buenos ojos los objetivos que se trazaron para los cuatro años.

Entre tantas cosas, se afirmó: “No tiene metas claras y ambiciosas en áreas críticas para los ciudadanos, como seguridad, pobreza y movilidad. La propuesta que se hace en el primer borrador no corresponde a la realidad”. Él tendrá la oportunidad de ajustar las políticas durante abril y presentarlas al Concejo el 1 de mayo.

En su primer trimestre, no tuvo una buena relación con el presidente Gustavo Petro. A los dos los aleja la ideología y proyecciones claves como la lucha contra las drogas. Mientras que el Gobierno respalda la legalización, él promueve la prohibición. Por eso restringió el consumo de estupefacientes en cercanías de parques y colegios.

Más allá de esto, Jaime Andrés Beltrán sospecha que hay una censura a la ciudad: “Sentimos que hay un veto del Gobierno para algunas ciudades, entre ellas Bucaramanga. No hay un interés claro, no hay una atención puntual y nos ha tocado a nosotros asumir el reto con nuestras propias manos, con los recursos que tenemos”.