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El oscuro pasado del familiar de Lyan Hortúa asesinado en Cali: estuvo en la cárcel y lo intentaron matar antes
Antonio Cuadros tenía antecedentes penales. Fue acribillado en el barrio Bretaña de Cali, tras la liberación del niño de 11 años.

Este jueves, apenas unas horas después de la liberación de Lyan Hortúa, otro hecho de violencia sacudió a esa familia. En una calle del barrio Bretaña de Cali, sicarios descargaron sus tiros sobre Antonio Cuadros, el primo del padrastro del niño.
Para ese momento, ya se conocía la truculenta historia de narcos y deudas pendientes que se tejía detrás del plagio del pequeño de 11 años que conmovió al país. La familia contó públicamente que habían tenido que negociar el rescate del menor ante el total abandono que sentían del Estado, y especialmente del presidente Petro, quien apenas había puesto un trino 18 días después del plagio.
“Nosotros, al ver la poca eficiencia de la autoridad y con toda la zozobra de que le pudiera pasar algo, pagamos el rescate. El valor me lo reservo por seguridad del niño y de nosotros, pero nos vimos en la obligación de pagar un rescate [...]. En este momento nos dejaron endeudados”, contó Sebastián Bonilla, el tío de Lyan, en La FM de RCN esa mañana, poco antes del asesinato de Cuadros.

Bonilla había detallado cómo una prima “valiente” de la familia se había ofrecido para negociar con las disidencias y para coordinar la entrega de la plata. La información que se ha revelado hasta el momento, indica que Cuadros participó también de esa gestión. Esa habría sido la razón por la cual terminaron asesinándolo.
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La Policía Metropolitana de Cali entregó un reporte del crimen. Aseguró que la agresión se presentó en un establecimiento comercial. Cuadros falleció y la mujer de 52 años que lo acompañaba resultó gravemente herida y permanece bajo atención médica. “La persona fallecida tiene antecedentes judiciales por porte ilegal de arma de fuego y como víctima por intento de homicidio”, destacó la entidad.
El diario El País de Cali indagó sobre ese pasado. “Cuadros Osorno ya había sobrevivido en 2014 a un intento de secuestro que no tuvo trascendencia en medios de comunicación. En su historial judicial pesa también un proceso por tráfico de estupefacientes que data de 2017″, señala.

El País narra que Cuadros, tras ese atentado, se fue a vivir fuera de la ciudad y se radicó en el municipio de Nariño, Cundinamarca, “donde obtuvo una vivienda en el Condominio Luna Verde y donde permaneció hasta el año 2022, según documentos en los que la administración de la parcelación presentó un proceso ejecutivo por mora en los pagos de cuota de administración".
También agrega: “Cuadros Osorno regresó a la capital del Valle en 2022 cuando, según los registros de la Cámara de Comercio de Cali, registró una empresa con su mismo nombre, la cual estaba activa y su última actualización fue en octubre de 2024″.
SEMANA reveló en una investigación exclusiva la historia secreta detrás del secuestro de Lyan. Se trataría de una deuda entre poderosos narcos y el temor de una guerra sin cuartel. De acuerdo con la información de las autoridades, entregada a este medio, al niño no se lo llevó la disidencia Jaime Martínez con fines extorsivos, sino que ese grupo criminal —presuntamente— estaba cumpliendo una orden del poderoso capo Diego Rastrojo, quien habría pagado para secuestrar al padrastro de Lyan, o a Angie Bonilla, su madre. El caso habría puesto en juego la seguridad de toda la región.

Este medio también reveló las extravagantes publicaciones de la mamá de Lyan, quien tiene más de 130 mil seguidores en Instagram y se hacía llamar, en esa red, Barbie Vannessa. En una de ellas aparece en un lujoso carro rosado con una sudadera del mismo color, el estilo de la icónica muñeca de Mattel.