Estas son las graves torturas a las que una pareja sometió a sus dos hijos de crianza durante seis años en Buenaventura

Los graves actos de tortura a los que dos niños de doce y diez años fueron sometidos durante seis años en Buenaventura, Valle del Cauca, parecen copiados del más cruel de los guiones del cineasta estadounidense Quentin Tarantino.

Una denuncia interpuesta el jueves 20 de febrero, luego de que la niña de doce años fuera atendida por personal médico en un centro asistencial bonaverense, dejó ver los crueles actos a los que era sometida.

Según la Fiscalía, la pequeña llegó al centro médico “con signos visibles de maltrato físico, como hematomas, laceraciones en todo el cuerpo y cicatrices de heridas causadas por golpes con objetos contundentes”.

Pero ¿qué le provocó tales golpizas? Los investigadores de la Fiscalía lograron desenmarañar la dolorosa trama.

En 2019, al ver que nadie decidía adoptarla, una pareja acogió a la niña, que en ese entonces tenía seis años, para que fuera su hija de crianza. Sin embargo, la niña no estaba sola, junto a ella, los adultos habían llevado al seno de su hogar a otro pequeño, de apenas cuatro años en ese entonces.

Aunque más que dos hijos de crianza, los pequeños parecían esclavos. Según la Fiscalía, a la niña la obligaban “a realizar todas las tareas domésticas del lugar donde vivían, y si no las adelantaba, era sometida a tratos crueles e inhumanos, golpizas con diferentes objetos, sumersiones en agua y privación de alimentos”.

“El ciclo de violencia física, del que fue víctima la niña, incluyó al otro menor de edad”, señaló la Fiscalía por medio de un comunicado de prensa, en el que se omiten datos que permitan identificar a los dos niños para evitar su revictimización.

La pareja que acogió a los niños para causarles semejantes actos de tortura, una mujer de 50 años y un hombre de 47, se encuentran detenidos, pues fueron capturados por funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), con apoyo del Gaula de la Armada Nacional, en Cali (Valle del Cauca), ciudad a donde se habrían trasladado para evadir la acción de las autoridades.

Un fiscal les imputó los delitos de trata de personas para fines domésticos, tortura agravada, por tratarse de menores de edad, y violencia intrafamiliar.

La mujer, que había fungido como funcionaria pública, y el hombre negaron los delitos que les imputaron.

Sin embargo, al ser considerados un peligro para la sociedad, un juez decidió imponerles medida de aseguramiento intramural, para que estén en un centro carcelario mientras avanza la investigación.

Los dos niños se encuentran bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que adelantó el restablecimiento de sus derechos.