Valle del Cauca
Joven asesinado y arrojado al río Meléndez de Cali era un reconocido líder social y entrenador de fútbol de la Comuna 18
El barrio Los Chorros llora la pérdida Pipo, uno de sus más queridos hijos, símbolo de esperanza y transformación social.

La Comuna 18 de Cali está de luto tras el asesinato de Mauricio Alegría Lucumí, conocido afectuosamente como Pipo, un joven líder social y entrenador de fútbol que dedicó su vida a transformar la realidad de niños y jóvenes a través del deporte. Su cuerpo fue hallado este domingo en el río Meléndez, a la altura de la Calle 16 con Carrera 80, en el sur de la capital del Valle del Cauca.
De acuerdo con el informe policial, la víctima presentaba ocho heridas con arma blanca: siete en la espalda y una en el tórax. Las autoridades presumen que, tras ser atacado, su cuerpo fue arrojado al afluente. Pipo no superaba los 30 años de edad y su muerte ha generado una profunda conmoción en la comunidad.
Pipo era un referente en el barrio Los Chorros por su entrega, generosidad y compromiso con la niñez. Entrenaba a decenas de niños en las canchas del sector, donde también orientaba procesos de formación en valores, resolución pacífica de conflictos y liderazgo comunitario.
“Pipo era de esos muchachos que uno dice: vale la pena. Siempre tenía una sonrisa, una palabra amable para los niños, y los cuidaba como si fueran suyos. Nunca entendimos por qué alguien querría hacerle daño”, expresó doña Alba Rodríguez, vecina del sector y madre de uno de los niños que entrenaba con él.
Camilo Herrera, joven de 17 años que fue su alumno por más de tres años, también lamentó su partida: “Con él aprendimos más que fútbol. Nos enseñaba a ser mejores personas. Nos hablaba de respeto, de trabajo en equipo, de ayudar al otro”.
En las redes sociales y calles del barrio, se multiplican los mensajes de indignación y dolor. La comunidad ha convocado a una velatón y un plantón en la cancha del barrio Los Chorros, donde Pipo trabajaba cada tarde para exigir justicia y rendirle homenaje.
El asesinato de Pipo se suma a una preocupante ola de violencia que golpea Cali. Según cifras de la Secretaría de Seguridad, en lo corrido del año se han registrado más de 400 homicidios en la ciudad, muchos de ellos en comunas vulnerables como la 18. Líderes sociales y comunitarios denuncian que los homicidios selectivos, especialmente contra quienes trabajan por el bienestar colectivo, se han incrementado sin que se vean acciones contundentes por parte de las autoridades.
“Nos están matando a quienes buscamos construir paz desde los territorios. A Pipo lo asesinaron por ser luz en medio de la oscuridad. Esto no puede quedar impune”, afirmó una lideresa de procesos juveniles en la zona de ladera.
La Comuna 18 llora la pérdida de uno de sus más queridos hijos, símbolo de esperanza y transformación social.