Valle del Cauca

Ñata, la caimana que vivió 50 años en el patio de una casa en Palmira, ya fue trasladada a su nuevo hogar: así fue la operación

El animal, incautado en Palmira durante la COP16, fue reubicado en el Vivarium del Caribe. Con ella, también fueron trasladadas otras especies víctimas del tráfico de fauna.

17 de julio de 2025, 1:56 p. m.
Ñata vivía en el patío de una casa en Palmira
Ñata vivía en el patío de una casa en Palmira | Foto: cortesía: CVC

Tras pasar más de medio siglo en cautiverio y enfrentar graves problemas de salud, La Ñata, una caimán aguja (Crocodylus acutus) rescatada en 2024, fue trasladada este miércoles al Vivarium del Caribe, en Cartagena, donde vivirá bajo cuidados especializados. El operativo fue liderado por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) y contó con el acompañamiento de la autoridad ambiental Cardique.

El reptil fue incautado en octubre del año pasado durante un operativo conjunto con la Fiscalía en Palmira, en el marco de la Conferencia de Biodiversidad COP16. Desde entonces, permaneció en proceso de rehabilitación en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre San Emigdio, donde recibió tratamiento médico y zootécnico debido a su crítico estado de salud.

Cuando fue rescatada, La Ñata presentaba deshidratación, lesiones cutáneas, bajo peso, parasitismo intestinal y signos de enfermedad renal. Gracias a un riguroso tratamiento clínico y a un plan de alimentación especializado, el animal recuperó comportamientos propios de su especie, como la aversión al ser humano y la caza autónoma, aunque su avanzada edad —54 años— impidió su retorno al hábitat natural.

“Con su reubicación garantizamos una vida digna para un animal que no puede volver a lo silvestre. Ahora cumple un rol pedagógico, ayudando a sensibilizar a la ciudadanía sobre la protección de la fauna”, explicó Marco Antonio Suárez, director general de la CVC.

Junto a La Ñata, también fueron reubicados otros animales víctimas del tráfico ilegal: una pitón reticulada (Malayopython reticulatus), hallada en zona rural de Palmira, y una serpiente cascabel (Crotalus durissus), rescatada dentro de un camión en Tuluá. Ambas especies fueron trasladadas al Vivarium del Caribe, que se especializa en la conservación de reptiles, anfibios e insectos.

“El Vivarium no es solo un espacio de exhibición. Es un centro que promueve la sostenibilidad, la educación ambiental y el cuidado desde el respeto a la otredad animal”, explicó Mariana de Las Estrellas Medrano, directora creativa del lugar.

En paralelo, la jornada de traslado también permitió la liberación de 157 tortugas, 84 morrocoy y 73 icoteas, en ecosistemas naturales de la costa norte colombiana. Todas estas especies fueron rehabilitadas por la CVC y devueltas a su entorno, como parte de una estrategia contra el tráfico de fauna.

De acuerdo con cifras de la entidad, en lo corrido del 2025 se han atendido 1.873 animales silvestres en sus centros de recuperación. Más de 800 de ellos han sido liberados tras superar su proceso de rehabilitación.

Las autoridades ambientales insisten en que el tráfico de fauna silvestre no solo es un delito, sino que representa una amenaza directa a la biodiversidad. Por eso, hacen un llamado a la ciudadanía para denunciar la tenencia ilegal de animales y sumarse a los esfuerzos de conservación.

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