Violencia

Nueva guerra de carteles en el Valle: uno de los bandos está liderado por el hijastro del alcalde de un reconocido municipio

El repunte de los homicidios en varios municipios del Valle estaría relacionado con una nueva guerra que acecha a ese departamento. Viejas estructuras narcotraficantes regresaron y buscan el control.

7 de junio de 2025, 7:55 a. m.
Pipe Tuluá, quien recientemente fue notificado de su extradición a Estados Unidos, es una de las cabezas visibles de este nuevo entramado criminal que azota al Valle. El hijastro de un alcalde lidera una de las estructuras.
Pipe Tuluá, quien recientemente fue notificado de su extradición a Estados Unidos, es una de las cabezas visibles de este nuevo entramado criminal que azota al Valle. El hijastro de un alcalde lidera una de las estructuras. | Foto: afp/ policía nacional

El crucigrama criminal en el centro y norte del Valle del Cauca parece estar tomando forma con cada nuevo asesinato ocurrido en municipios como Buga, Tuluá, Roldanillo, Cartago, La Victoria y muchos otros. Hoy ese departamento es escenario de una nueva guerra reciclada de los antiguos carteles que presuntamente tiene como protagonistas a viejos y emergentes capos.

SEMANA conoció información exclusiva de una fuente cercana a la naciente estructura la Gran Alianza, que presuntamente agrupa a grandes capos como Pipe Tuluá, alias Toyota, Indio William, Granada, Mueble Fino y Diego Rastrojo.

Ellos están privados de la libertad, pero con poder todavía en las calles del Valle. Estos grandes capos, la mayoría con pasado en los Rastrojos, decidieron recuperar su terreno en el panorama narcotraficante de la región.

Desde el seno de esa estructura se habría ordenado el secuestro del niño Lyan Hortúa para presionar un supuesto pago de la deuda que su mamá, Angie Bonilla, tiene con Diego Rastrojo.

Pipe Tuluá, trasladado bajo un fuerte esquema de seguridad a una estación de Policía en Bogotá para ser extraditado.
Pipe Tuluá, trasladado bajo un fuerte esquema de seguridad a una estación de Policía en Bogotá para ser extraditado. | Foto: Mindefensa.

Pero esa no habría sido la única acción que cometió la Gran Alianza en el Valle. De acuerdo con varias fuentes consultadas por SEMANA, el repunte en los asesinatos en varios municipios está estrechamente ligado con ajustes de viejas cuentas.

“Están matando a aquellas personas que les sirvieron de testaferros a los grandes capos y que cuando cayeron presos o muertos no devolvieron esos bienes y la plata. Eso es lo que está pasando y por eso se están viendo tantos asesinatos y masacres en el departamento”, dijo una fuente cercana a la Gran Alianza.

Esta estructura ya tendría un completo inventario de propiedades de sus antiguos socios y esperan, en un periodo de cerca de dos años, recobrar parte de lo que dejaron en Roldanillo, Buga y Cartago. Sin embargo, la recuperación de esos bienes no es tarea fácil, pues del otro lado también hay una estructura criminal organizada.

Se trata de la Nueva Generación, un grupo formado por los herederos de destacados capos del norte del Valle, como Iván Urdinola, Orlando Henao y el clan Henao Montoya. Esta estructura armada tiene su centro de operaciones en Cartago y La Victoria, desde donde le han declarado la guerra a la Gran Alianza.

Según las autoridades, los delincuentes amenazaban con desmembrarlo.
En el Valle se libra una gran guerra. | Foto: Policía del Valle

La nueva confrontación es como un déjà vu de lo ocurrido en la década de los noventa, cuando los carteles del centro y norte del Valle protagonizaron una sangrienta guerra. SEMANA también pudo establecer que quien está al frente de la Nueva Generación es un hombre que responde al alias de Abdelsito, hijastro del alcalde de un reconocido municipio del norte del Valle.

Abdelsito sería el encargado de mantener vigente el cartel de Cartago y la mayoría de propiedades dejadas por los extintos capos, además de conservar las rutas y el dominio del narcotráfico en la región, así como por fuera de Colombia. No es la primera vez que este nombre sale a la luz.

En meses pasados, la unión criminal denominada Mago (Muerte a Dragoneantes) –fundada por capos como Guacamayo, Pipe Tuluá, Toyota, entre otros, desde las diferentes cárceles del país– lo declaró objetivo militar. SEMANA también conoció que la Gran Alianza estaría trabajando de la mano de las disidencias en algunos sectores. Por ejemplo, en Jamundí tendrían el apoyo del frente Jaime Martínez, con el que se llevó a cabo el secuestro del niño Lyan.

También en el centro del Valle habría acercamientos con el frente Adán Izquierdo, aunque esa relación no ha sido avalada por todos los integrantes de la Gran Alianza, pues desconfían del actuar de las disidencias. No obstante, apuestan por una disputa sangrienta y corta con la Nueva Generación para no generar un desgaste en recursos y vidas.

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