Catatumbo
Decretan toque de queda en Tibú ante escalada de violencia en el Catatumbo; así rige la medida
Las medidas restrictivas que buscan proteger a la población civil y reducir el impacto de los enfrentamientos estarán vigentes hasta el 2 de febrero.
El alcalde de Tibú, Richard Javier Claro Durán, firmó un decreto el pasado 26 de enero con el objetivo de frenar la creciente violencia en el municipio, ubicado en la subregión del Catatumbo, una de las zonas más afectadas por el conflicto armado en Norte de Santander.
Aunque las decisiones se centran en la zona urbana, es ampliamente reconocido que la alteración del orden público se presenta con mayor intensidad en las veredas más alejadas, donde las fuerzas del Ejército Nacional intentan llegar para hacer frente a los grupos armados ilegales.
El decreto firmado por el alcalde establece medidas restrictivas que buscan proteger a la población civil y reducir el impacto de los enfrentamientos entre los diferentes actores armados que operan en la región.
Estas medidas, que estarán vigentes hasta el 2 de febrero, incluyen la restricción de circulación de vehículos que transporten cilindros de gas, así como sustancias peligrosas y tóxicas durante el horario nocturno, de 8:00 p. m. a 5:59 a. m.
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Además, el alcalde ha prohibido que las motocicletas transporten parrilleros en el mismo horario, con el fin de evitar posibles atentados o hechos violentos relacionados con el uso de motocicletas por parte de grupos armados ilegales.
Sin embargo, la restricción más drástica establecida por el decreto es el toque de queda, que comenzará a las 8:00 p. m. y finalizará a las 5:59 a. m., donde todos los habitantes de Tibú deberán permanecer en sus hogares durante este período, salvo por casos excepcionales debidamente autorizados por las autoridades.
La situación en el Catatumbo es especialmente preocupante debido a la presencia de varios grupos armados ilegales que buscan el control territorial, entre ellos las disidencias de las Farc, el ELN y el Clan del Golfo.
Estos actores, inmersos en una lucha por el dominio de la región, han incrementado sus enfrentamientos en las últimas semanas, desplazando a miles de personas y causando un ambiente de miedo e incertidumbre entre los habitantes.
El municipio de Tibú ha sido uno de los más afectados por este recrudecimiento de la violencia, con un número creciente de víctimas mortales y desplazados. El alcalde Claro Durán ha reiterado su compromiso de seguir trabajando en la protección de los ciudadanos y de colaborar con las autoridades nacionales para restaurar la seguridad en la región.
La administración municipal sigue de cerca la evolución de los hechos y está preparada para ajustar las medidas si la situación lo requiere, con el objetivo de salvaguardar la vida y la integridad de los habitantes de Tibú.
La implementación del toque de queda y las otras restricciones representan un esfuerzo por parte del gobierno local para recuperar el control y garantizar la seguridad en una de las regiones más complejas del país.