Nación
“Esa no fue la orden que se dio”: los secretos de la masacre que llevó a la guerra al ELN y a las disidencias en el Catatumbo
SEMANA conoció detalles de la investigación que adelantan las autoridades para esclarecer la muerte de la familia López Durán en el Catatumbo, el episodio que detonó el conflicto entre el ELN y las disidencias de las Farc.
![Miguel y su familia eran reconocidos en Tibú por su labor social y su trabajo con víctimas del conflicto armado. Incluso, en algunos espacios su esposa fungía como vocera de la comunidad.](https://www.semana.com/resizer/v2/H2XWPJDEYBEHHFG4VDPUFZIS2E.jpg?auth=0be7162c5a7f44604a55ac7f4f6a28d315de1ed5f5f4bc2cb16d20974744baad&smart=true&quality=75&width=1280&height=720)
La masacre de Miguel Ángel López, su esposa y bebé de diez meses de nacido fue la chispa que encendió la guerra entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc en el Catatumbo. Las autoridades lograron capturar a dos personas que estarían vinculadas con este crimen y SEMANA accedió a los detalles del proceso, donde todas las pistas conducen hacia la estructura 33 del bloque Magdalena Medio que comanda alias Andrey.
Los hechos se presentaron el 15 de enero en zona rural de Tibú y tuvieron resonancia en todo el país: delincuentes atacaron a disparos a la familia del hombre que tenía el salvoconducto de los dos grupos armados para recoger cadáveres en cualquier rincón de la región.
Como pocas veces ocurre en la zona, los responsables se cubrieron el rostro para cometer el triple asesinato y escaparon. Buena parte de los habitantes sabía que la responsabilidad era de las disidencias de las Farc.
Las autoridades judiciales recogieron pruebas que demuestran lo mismo: la estructura 33 ordenó la muerte del funerario porque, presuntamente, tenía más afinidad con las políticas del ELN.
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Los elenos también lo supieron desde un principio y, pocas horas después de la masacre, activaron el plan de exterminio de las disidencias: infiltraron todas sus comisiones, asesinaron a los combatientes que los enfrentaron y destruyeron sus redes de apoyo; hoy siguen los combates, el desplazamiento y el confinamiento de la población civil.
![El ELN y las disidencias de las Farc mantienen una guerra por el narcotráfico en el Catatumbo, en Norte de Santander. Para enviar la droga al exterior cuentan con varios socios.](https://www.semana.com/resizer/v2/V5UJSIOBPFCGFPE27IIHOUHAAE.jpg?auth=606eec3fca5d246ac2e6dc1e923829deeb08063109b7054a171b08bac6af3c23&smart=true&quality=75&width=1280&fitfill=false)
La condena de las disidencias de las Farc
SEMANA estableció con fuentes cercanas a la investigación que las disidencias de las Farc recibieron información que advertía que, supuestamente, Miguel Ángel López “movía diferentes cosas” del ELN en el carro fúnebre que podía transitar libremente por todos los municipios del Catatumbo, un “permiso especial” que era escaso para el momento.
Los cabecillas de las Farc lo citaron en la montaña para que rindiera explicaciones sobre las acusaciones y no cumplió.
“Lo citan, le dicen que tiene que subir a dar la cara. Él no lo hace. Después hacen un juicio al interior (del grupo armado). Toman la decisión que si (él) no sube, tienen que tomar una decisión más fuerte. Efectivamente, no acude y dan la orden de asesinarlo a él, no a su familia ni a su bebé”, afirmó una persona conocedora del proceso a SEMANA, quien reconoció que este crimen “fue el cordón detonante” de las confrontaciones entre las dos estructuras delincuenciales.
En medio de las indagaciones, se conoció que los sicarios no cumplieron la petición de la comandancia de las disidencias de las Farc: “Esa no fue la orden que se dio. Por más delincuentes que sean, entre ellos hay unos códigos y es no tocar nunca a la familia, mucho menos a un bebé. La situación salió mal en todos los aspectos”, agregó la misma fuente. Por ello, hubo fuertes reclamos en el nivel superior de la estructura 33 y del bloque Magdalena Medio.
¿Quiénes son los capturados?
La Fiscalía General de la Nación anunció las capturas de Brandon Andrey Cárdenas Sanguino, alias Brandon o Grande, y Luis Felipe Taborda Delgado, alias Dayron Pérez, por la eventual participación en la masacre. Ellos fueron procesados por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, y fabricación, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. Los cargos no fueron aceptados.
La versión preliminar es que alias Brando sería el cabecilla de una estructura del grupo armado ilegal y recibió la orden de ejecutar la acción criminal; al parecer, él habría contactado a los sicarios y puso en marcha el plan logístico para ello. Mientras que alias Dyron Pérez habría asumido los seguimientos a las víctimas para definir el lugar y el momento en el que debían disparar. Ellos fueron privados de la libertad, mientras avanzan las investigaciones en su contra.