Catatumbo

Más de siete horas esperaron cientos de campesinos de Tibú al presidente Petro; la demora generó malestar entre los presentes

El jefe de Estado llegó pasadas las 3:00 de la tarde al evento que había sido convocado desde las 8:00 a. m., de este viernes, 9 de mayo.

9 de mayo de 2025, 9:22 p. m.
El retraso en la llegada del jefe de Estado generó un profundo malestar entre los asistentes.
El retraso en la llegada del jefe de Estado generó un profundo malestar entre los asistentes. | Foto: Tomada de X: @OlgaLucaCotamo - @infopresidencia

Lo que debía ser un espacio de diálogo directo entre el Gobierno nacional y la comunidad de la subregión del Catatumbo terminó convirtiéndose en una jornada de incomodidad, frustración y descontento.

Cientos de campesinos del municipio de Tibú esperaron durante más de siete horas al presidente Gustavo Petro, quien finalmente llegó pasadas las 3:00 de la tarde al evento que había sido convocado desde las 8:00 a. m.

La actividad, denominada 'Juntos por la transformación del Catatumbo, para la vida, la productividad y las economías lícitas’, pretendía ser un escenario participativo para abordar los retos del desarrollo rural, la sustitución de cultivos de uso ilícito y las necesidades estructurales de esta región históricamente golpeada por el conflicto armado.

Sin embargo, el retraso en la llegada del jefe de Estado generó un profundo malestar entre los asistentes, en su mayoría campesinos, líderes sociales y habitantes del municipio.

Desde tempranas horas, y bajo una temperatura que alcanzó los 40 grados centígrados, los habitantes de la zona comenzaron a reunirse en el sitio programado para el encuentro con el presidente.

Algunos llegaron desde veredas lejanas, muchos a pie o en transporte improvisado, con la esperanza de que su presencia contribuyera a que sus voces fueran escuchadas directamente por el mandatario.

Sin embargo, el paso de las horas sin información clara sobre la hora de llegada de Petro fue encendiendo los ánimos. Con el sol en su punto más alto para soportar una espera tan prolongada, la paciencia comenzó a agotarse.

Pasado el mediodía, con más de cinco horas de espera, comenzaron a escucharse abucheos y rechiflas entre el público presente, visiblemente molestos.

Algunos asistentes se retiraron en silencio, mientras que otros manifestaron su inconformidad de forma más airada, calificando la demora como una muestra de desconexión entre el Gobierno nacional y las realidades del territorio.

A las 3:35 de la tarde, finalmente, el presidente Petro llegó al recinto y se dio inicio al evento, aunque con una asistencia visiblemente reducida. Las sillas vacías y el ambiente tenso reflejaban el impacto de la espera prolongada.