Nación
Reaparecen las disidencias de las Farc y lanzan propuesta para terminar guerra con el ELN en el Catatumbo
El grupo armado pidió diálogo y otras medidas para superar la crisis de seguridad que protagonizan junto a la guerrilla del ELN.
El Frente 33 de las disidencias de las Farc volvió a aparecer este lunes con un documento de dos páginas en medio de la guerra que libra con el ELN en las montañas del Catatumbo. Las confrontaciones ya dejan 52 muertos, 53.416 desplazados, 31.358 confinados y nueve desaparecidos.
Los guerrilleros empezaron diciendo que tienen “herida el alma” por dos razones. En primer lugar, se sienten traicionados por el Frente de Guerra Nororiental, a quienes consideraban sus “hermanos” y fueron los que activaron la matanza en la región; el segundo argumento, son los efectos de la violencia.
“Muertes, persecuciones, saqueos, desplazamientos, amenazas, despojo de tierras, controles, confinamientos y demás acciones dignas de reproche. La primera víctima de esta tragedia ha sido la inocencia”, se lee en un fragmento de la comunicación revelada en la madrugada de este 3 de enero.
¿Por qué estalló la guerra?
Las disidencias de las Farc reconocieron que las diferencias que tenían con el Ejército de Liberación Nacional no eran insalvables, pero no le dieron oportunidad al diálogo ni a los acuerdos: “Cuando se decide abandonar un legado rebelde y adoptar las prácticas violentas (…), es apenas obvio llegar a estos extremos”.
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Los miembros del Frente 33, sobre el cual el ELN desplegó todo su arsenal desde el pasado 16 de enero, también manifestaron: “No guardamos odio ni rencor. Quienes ordenaron disparar y lo hicieron ya habrán reflexionado, lejos de la soberbia, que han cometido el más grave error en toda su historia”.
Aunque ellos anticiparon una respuesta con el mismo nivel de violencia, hoy afirmaron: “Qué sentido tiene una guerra de exterminio entre hermanos. Hacer el papel de Caín prolongaría la tragedia de la familia catatumbera. No somos merecedores de tal destino cuando hemos soñado que sea el Estado quien salde una deuda histórica tardía”.
¿Vientos de paz?
De igual manera, la guerrilla mostró disposición de sentarse a dialogar para superar la crisis de violencia: “Evitemos que se prolongue esta guerra, que cese la confrontación, que se respete al diferente, que no se definan límites especiales, que no se imponga la ley del más fuerte, que no se le rinda culto al mercado de la cocaína, todopoderoso que se ha fortalecido al fragor de la guerra”.
La propuesta es que se garantice el retorno digno y seguro de las familias desplazadas y que no sean atacadas por su “elección orgánica en el territorio”. De igual manera, que el ELN devuelva las propiedades que tomó en medio del alzamiento y respete la autonomía de las organizaciones sociales.
“Que ninguna organización insurgente se considere la que manda en el territorio, porque el poder soberano es el poder del pueblo. Que el Catatumbo todo se declare en rebeldía contra la guerra. Ahorrémonos el costo de la militarización y más bien exijamos la pronta implementación del pacto social Catatumbo”.