Norte de Santander
Sacerdote fue asesinado en Ocaña: una camioneta y dos hombres, claves en la investigación
La Policía Nacional y la Fiscalía avanzan en las investigaciones para esclarecer la muerte del padre Ramón Antonio Montes Peinado.
Hay conmoción en Norte de Santander por el homicidio de un reconocido sacerdote, identificado como Ramón Antonio Montes Peinado, que estaba adscrito a la diócesis de Ocaña.
La víctima se encontraba en un parqueadero de esa localidad cuando fue abordado por dos jóvenes que lo intimidaron con armas blancas para que se desprendiera de su camioneta.
Las autoridades sospechan que el religioso puso resistencia al aparente robo y los delincuentes lo atacaron sin piedad para que cediera el automotor, hasta dejarlo tendido en el piso.
Una vez los dos ladrones tuvieron el control de la situación, encendieron el automotor, arrollaron a la víctima y emprendieron la huida sin dejar rastro de su paradero.
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Cuando se hizo público el crimen, la Policía Nacional y el Ejército se unieron para dar con el paradero de los responsables en coordinación con la población civil, quien entregó claves en el proceso.
Los detectives activaron un plan candado y, con base en las características del automotor, los testigos reseñaron la ruta que tomaron los delincuentes y se obtuvo un primer resultado.
“Transeúntes indicaron que las personas habían tomado la ruta hacia el Alto de la Cruz. Esto permitió iniciar la búsqueda y localización, [ubicando] la camioneta en una vía del sector San Fermín”, dijo la Policía.
Esas pistas también permitieron la captura de los dos principales sospechosos: ciudadanos extranjeros que, presuntamente, cometieron el asesinato en medio de un posible robo.
El sacerdote Ramón Antonio Montes Peinado era ampliamente reconocido en el departamento de Norte de Santander porque era el párroco del corregimiento de Buena Vista del municipio de Ocaña.
Sus feligreses no salen del asombro y, por todos los medios, exigen a las autoridades judiciales el esclarecimiento del crimen y que los responsables reciban un castigo ejemplar.
Son muchas voces las que han rechazado el violento ataque. Una de ellas es la de la del arzobispo de Nueva Pamplona, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, quien se mostró conmovido.
“Condenamos profundamente que la violencia irracional haya cobrado la vida de un sacerdote que dedicó su vida a difundir el mensaje de paz y amor a Jesucristo”, se lee en un comunicado de prensa.
Él también pidió celeridad en las investigaciones para que se analicen todos los elementos del asesinato, aunque todas las pistas apuntarían hacia un hurto a mano armada.
“Hacemos un llamado urgente a las autoridades para que se investigue a fondo este crimen. Pedimos a todos los fieles mantener viva la memoria del padre Ramón Arturo”, agregó el jerarca.