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El peligroso impacto para la Fuerza Pública tras la suspensión de las ayudas por parte de Trump: 16 Black Hawk se quedaron en tierra

SEMANA documentó con testimonios de integrantes de la Policía y el Ejército el demoledor impacto que tiene la decisión de Trump de congelar la ayuda económica durante 90 días.

1 de febrero de 2025, 7:26 a. m.
NAC- HELICOPTERO
Las decisiones de Trump de congelar las ayudas a Colombia son demoledoras para la Fuerza Pública. | Foto: SEMANA

Aproximadamente, 30 comandos de las Fuerzas Especiales del Ejército listos para insertarse en misiones contra objetivos de alto valor en el Cauca y el Catatumbo tuvieron que quedarse en tierra, sin poder operar, pues no contaban con apoyo aéreo para llegar a las zonas.

Así lo pudo establecer SEMANA con fuentes militares que forman parte de estas unidades, que tienen como misión atacar a los cabecillas de grupos criminales, como el ELN, las disidencias de las Farc y el Clan del Golfo. “Se nos vieron afectadas cinco operaciones que teníamos listas en Argelia, El Plateado y en el Catatumbo. La información que nos dieron es que con la crisis con Estados Unidos habían sido congelados 30.000 millones de pesos y esto afectaba directamente las operaciones.

El apoyo aéreo no llegó y no nos pudimos insertar en las zonas”, le dijo a SEMANA una de las fuentes. Tras esta grave denuncia, en el sentido de que las operaciones de alto impacto se están comenzando a afectar tras la decisión del presidente Trump de congelar las ayudas económicas a sus aliados durante 90 días, SEMANA consultó con fuentes del Ejército y confirmaron que efectivamente tenían suspendidos más de 20.000 millones de pesos de Washington. Los dineros con los que no cuenta el Ejército en este momento son destinados para repuestos de aeronaves, entrenamientos de militares y equipos tripulados.

Y aunque los hombres de fuerzas especiales mostraron su preocupación por lo que está ocurriendo, desde el Ejército negaron un fuerte impacto. De acuerdo con altos mandos militares, dicha institución cuenta con capacidades en aviación para llevar a cabo misiones simultáneas de los comandos de operaciones especiales. Esto se debe a que estas unidades, en casi todas sus operaciones, requieren la disponibilidad de al menos dos o tres helicópteros.

 De los 30 Black Hawk con los que cuenta la Policía, solamente 10 son de propiedad de Colombia. Los restantes pertenecen al Gobierno de Estados Unidos.
De los 30 Black Hawk con los que cuenta la Policía, solamente 10 son de propiedad de Colombia. Los restantes pertenecen al Gobierno de Estados Unidos. | Foto: suministrada a semana api

Uno de estos debe ser un Black Hawk, que por sus características de combate es el ideal para insertar a los hombres en terreno, mientras que el segundo helicóptero, que sirve como escolta, puede tener otras características, siempre y cuando esté equipado con armamento para responder de inmediato ante un ataque del enemigo. Fuentes del Ejército explicaron que, si en el momento de lanzar una operación de Fuerzas Especiales no se cuenta con la disponibilidad de las dos aeronaves, se solicita apoyo a la Fuerza Aérea para que sirva como escolta y de esta manera evitar que la misión fracase.

Pero los hombres de Fuerzas Especiales le indicaron a SEMANA que no siempre la Fuerza Aérea cuenta con helicópteros disponibles y por esto las misiones sufren retrasos o en algunas ocasiones deben ser aplazadas, provocando que todo el trabajo de inteligencia previo se pierda, pues el objetivo de alto valor cambia de ubicación y hay que comenzar de nuevo. Para desarrollar las misiones de las Fuerzas Especiales, el Ejército cuenta con una unidad que es fundamental para estos hombres, la División de Asalto Aéreo. Allí se lleva el control de las aeronaves que tiene la institución militar.

Según fuentes del Ejército, el país cuenta con 49 Black Hawk, de los cuales 21 están en condiciones de volar y al servicio de las decisiones de los comandantes. El costo de permanecer en el aire durante una hora es de aproximadamente 11 millones de pesos y cada uno tiene una capacidad para llevar hasta 18 comandos con sus equipos.

El Ejército también cuenta con la averiada flota de aviones rusos MI-17, pero de 18 aeronaves solo cinco están en capacidad de volar, y una hora de vuelo puede costar 18 millones de pesos. Estos MI son esenciales para mover la logística de las tropas.

 SEMANA conoció los documentos de la Policía con los que se busca nacionalizar en 2029 los 19 Black Hawk que son de propiedad del Gobierno de Estados Unidos.
SEMANA conoció los documentos de la Policía con los que se busca nacionalizar en 2029 los 19 Black Hawk que son de propiedad del Gobierno de Estados Unidos. | Foto: SUMINISTRADO A SEMANA

Otras máquinas con las que cuenta el Ejército son nueve UH-1, de las cuales tres se encuentran operativas, pero fuentes militares confirmaron que dichas aeronaves saldrán de circulación por obsolescencia a mitad de año y serán reemplazadas por 32 Huey II. Adicional a estas aeronaves, el Ejército tiene contratados con empresas privadas dos helicópteros MI-17, usados para transporte logístico y en situaciones humanitarias, como la que se está viviendo en el Catatumbo. La hora de vuelo, en promedio, tiene un valor cercano a los 30 millones de pesos.

Fuentes militares reconocieron que, de prolongarse la suspensión de Estados Unidos más allá de los tres meses, habrá un impacto negativo fuerte en la aviación militar en los componentes de repuestos y entrenamiento para las tripulaciones. En tierra, las tropas también podrían verse afectadas por las recientes decisiones de Trump. El 90 por ciento de la tecnología y armamento del Ejército es suministrado por Estados Unidos e Israel, según fuentes militares. Unos componentes menores son franceses y sudafricanos.

La artillería pesada con la que cuenta el Ejército, como los cañones Obús, de 105 milímetros, son de origen americano e israelí, mientras que los más potentes, de 155 milímetros, son franceses.

Un soldado del Comando Conjunto de Operaciones Especiales (CCOES) está dotado en su mayoría con componentes norteamericanos, de Israel e Indumil. Por ejemplo, una de las piezas que ayuda a proteger la vida de los comandos es el casco kevlar, de origen norteamericano. Y si por el Ejército llueve, por la Policía no escampa.

SEMANA conoció que dejar en tierra los Black Hawk de propiedad de Estados Unidos es tan solo una de las implicaciones graves para el país que trae la decisión de Trump de suspender la cooperación económica temporalmente.

SEMANA estableció con fuentes de la Policía que, para el caso de los Black Hawk, la cooperación consiste en que EE. UU. pone los helicópteros, la mano de obra, el mantenimiento y el entrenamiento del personal, mientras que Colombia se encarga de suministrar el combustible y la tripulación.

Los seguros de las aeronaves pueden llegar a costar cerca de 30.000 millones de pesos. De los 31 Black Hawk que tiene la Policía, 12 son de propiedad de Colombia y 19, de Estados Unidos. Cabe mencionar que en febrero del año pasado uno de los helicópteros de propiedad colombiana se estrelló en Antioquia, accidente que cobró la vida de cuatro policías. De acuerdo con la Policía, tras la decisión de Trump, Colombia solo puede utilizar 14 de los 30 Black Hawk.

Distintas unidades se verán afectadas. | Foto: juan carlos sierra-semana

El asunto es de gravedad, según conoció SEMANA con fuentes de la Policía: de los 14 que quedan, no todos se encuentran disponibles para volar, porque algunos estarían en mantenimiento. Completamente operativos solo quedarían cuatro. El impacto de la decisión de Trump, de acuerdo con oficiales que formaron parte de la unidad de antinarcóticos, es demoledor. Dejar en tierra los Black Hawk es poner a cerca de 700 comandos jungla sin posibilidad de moverse para actuar. Ellos conforman justamente las unidades élite de la Policía para luchar contra el narcotráfico, la minería ilegal y los delitos ambientales, que el presidente Gustavo Petro ordenó combatir con determinación.

Estados Unidos, además de brindar los Black Hawk, a los jungla les suministra dotación, entrenamiento y logística. Al mismo tiempo, apoya los operativos para la destrucción de laboratorios de cultivos ilícitos, entre otras cosas. Aviones adicionales que se verían afectados con la decisión de Washington son los Caravan C-208, que utiliza la Policía Antinarcóticos en la detección y monitoreo de los cultivos ilícitos en el país. Para ponerlos a operar, se necesitan los recursos económicos que entrega EE. UU. al Sistema Integrado de Información y Monitoreo Antinarcóticos (Siima).

Otras de las unidades que resultarían golpeadas fuertemente con la suspensión de ayuda económica norteamericana son la Dirección de Investigación Criminal (Dijín), la Dirección de Antinarcóticos, la Policía de Carabineros y la Dirección contra el Secuestro y la Extorsión (Diase). Fuentes de la Policía confirmaron que estas unidades y sus policías judiciales reciben apoyo norteamericano a través de la INL (Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley), que se coordina con los SIU, los grupos de investigación especial de la DEA en Colombia.

Los SIU se encargan en el país de entregar logística, recursos económicos, dotación y entrenamiento a la Policía. “Si la Policía necesita alquilar, por ejemplo, un apartamento para hacerle vigilancia a un criminal, son los SIU los que entregan el dinero”, le dijo una fuente de la Policía a SEMANA.

También revelaron que desde ya se dio la orden de autorizar únicamente 200 horas de vuelo por mes para los Black Hawk que pueden volar, medida que, según los uniformados, afectará fuertemente los operativos. Y aunque la ayuda para Colombia de Estados Unidos ha venido disminuyendo, Washington destinó 401 millones de dólares en 2024 para apoyar a la fuerza pública en las tareas de lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico y la minería ilegal, entre otros.

Emergencia en Yotoco, Valle: un incendio acabó con más de 100 hectáreas de reserva forestal.
Los Black Hawk están en tierra. | Foto: Cortesía Gestión del Riesgo y Desastres

SEMANA obtuvo los documentos en los que se establecía un plan para nacionalizar los Black Hawk norteamericanos, que finalizaría en 2029, pero con las nuevas y tensas relaciones entre Colombia y Estados Unidos podría cambiar, según indicaron fuentes policiales.