Esta es la historia secreta detrás de la muerte de La Reina, suegra del cantante Pipe Calderón. En la sombra está el temido alias Chupeta

En los últimos dos meses, la suerte abandonó a María del Pilar Zea Cobo, asesinada la semana pasada en Medellín en un famoso centro comercial. El caso no pasó desapercibido, pues se trataba de la suegra del famoso músico Pipe Calderón, pero la víctima tenía su propia historia. Era conocida en el mundo del narcotráfico como la Reina, su zona de operaciones era el Valle del Cauca y su muerte la relacionan con un presunto ajuste de cuentas del famoso narco Juan Carlos Ramírez, alias Chupeta, quien recuperó la libertad hace unos meses en Estados Unidos.

SEMANA conoció los antecedentes que rodearon el asesinato de esta poderosa mujer de 60 años, que, al parecer, era informante de la DEA. El jueves 8 de mayo, cuando el lujoso reloj Cartier que tenía en su muñeca marcaba las siete de la noche, recibió una llamada: tenía que ir inmediatamente hasta un centro comercial para una reunión urgente con el objetivo de hablar de “negocios” vinculados al narcotráfico.

No había tiempo para preguntas. Salió en la camioneta blindada junto con su compañero sentimental, John Fredy Toro Hincapié, un reconocido caballista y disc-jockey paisa, desde su apartamento ubicado en el exclusivo sector de El Poblado, para dirigirse al Mall del Este, ubicado en el suroriente de la capital antioqueña.

En el parqueadero del Mall, que ya estaba casi desocupado por la hora, la recibió un hombre que llegó en un vehículo gris. Según las primeras versiones, era conocido como el Chino Arias. ¿De qué hablaron? ¿Para qué se reunieron? ¿Qué era tan urgente que no podía esperar al otro día? Son preguntas aún sin respuesta, pero las autoridades ya tienen pistas claras de lo que hay detrás del crimen.

Estando en la camioneta, la Reina le pidió a su novio que le comprara algo de tomar en el centro comercial mientras ella concretaba sus oscuros negocios. Toro Hincapié no tardó más de 10 minutos mientras fue y consiguió unas bebidas energizantes, pero cuando llegó al vehículo se encontró con una escena que parecía sacada de una película sobre la mafia italiana.

María del Pilar Zea Cobo había sido asfixiada con una bolsa y dejada a su suerte en la silla trasera de la camioneta. Del Chino Arias, su supuesto socio, no había ni un solo rastro; se había fugado luego de asesinarla con sus propias manos y sin levantar una sola sospecha.

Su pareja, el DJ Toro Hincapié, la trasladó de inmediato al centro médico más cercano en un esfuerzo por salvarle la vida. Sin embargo, a pesar de los desesperados intentos, los médicos de la Clínica El Rosario no lograron revertir la situación. Su fallecimiento se registró a la medianoche de ese agitado jueves.

El fantasma de Chupeta

Fuentes cercanas al caso consultadas por SEMANA detallaron que existe en el país un ambiente de temor y zozobra en las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas después de conocer la salida de la cárcel de Juan Carlos Ramírez Abadía, el recordado y temible Chupeta, el último gran capo del cartel del Norte del Valle del Cauca.

Chupeta, extraditado de Brasil a Estados Unidos, en donde se esperaba que purgara una larga condena, salió libre en noviembre de 2024 después de llegar a un acuerdo con las autoridades norteamericanas tras declarar en el histórico juicio contra Joaquín ‘Chapo’ Guzmán.

El exnarcotraficante, reconocido en Colombia por sus multimillonarias caletas repletas de dólares, habría prometido –según relataron los investigadores– acabar con todo aquel que, consideraba, lo habría traicionado entregándoles información a las autoridades estadounidenses para llevar a cabo su captura el 7 de agosto de 2007 en Brasil.

Aunque no se sabe nada de Chupeta desde que recuperó la libertad, investigadores advierten que tiene una lista de personas con las que buscaría saldar cuentas. Una de ellas, según la investigación, sería justamente María del Pilar Zea Cobo.

En el caso de la Reina, se señala que, siendo una de sus grandes allegadas y socias en el tráfico de drogas, fue una de las pocas personas que visitó a Chupeta en su guarida en Brasil, en donde evadía a las autoridades.

Para ese momento, Chupeta se había sometido a variadas cirugías plásticas con el fin de cambiar radicalmente su aspecto y evitar ser reconocido por los organismos de seguridad.

Durante años rondó en los pasillos del hampa que la Reina lo había entregado en medio de un acuerdo de colaboración con la DEA (la agencia antidrogas de Estados Unidos) a fin de evitar una persecución en su contra, sus bienes y sus familiares.

Producto de la confianza que había recibido por dicho acuerdo, María del Pilar Zea Cobo no contaba con escoltas y posaba de manera pública, lejos del aislamiento y privacidad con la que prefieren andar otros narcotraficantes.

Incluso, se le llegó a ver en un reconocido programa de entretenimiento durante la fiesta de matrimonio de su hija, María Paula Trujillo, con el cantante de reguetón y música urbana Pipe Calderón.

Se dice que la boda, cuyo costo ascendió a 200.000 dólares, fue financiada en su totalidad por la Reina. No escatimó en gastos y se aseguró de que su hija y su yerno disfrutaran de una celebración memorable de principio a fin.

El 8 de marzo, María Paula Trujillo publicó cerca de 30 fotografías en su cuenta de Instagram con el rótulo “El día más feliz de mi vida”. En estas etiquetaba a Pipe Calderón y a varios de los invitados. Sin embargo, luego del homicidio y con la sombra de Chupeta dando vueltas, las fotografías fueron eliminadas y la cuenta fue restringida para el acceso público.

Igualmente, el cantante eliminó el rastro de su familia política y de su matrimonio de su cuenta, en la que tiene casi 600.000 seguidores. De la vida de lujos, la colección de relojes y los viajes de María del Pilar Zea, tampoco queda ya registro alguno. Todas las imágenes fueron eliminadas.

Las mismas fuentes reseñan que los dos procesos penales que se le adelantaban por constreñimiento ilegal y amenazas contra persona protegida estaban ya en el baúl de los recursos de las Fiscalías encargadas.

¿Qué ocurrió en esos 10 minutos?

La primera hipótesis en este caso, que aparentemente no ha despertado el interés de las autoridades para su esclarecimiento, gira en torno a una deuda de 10 millones de dólares. Esto estaría relacionado con la pérdida de varios cargamentos ocurrida a principios de este año.

El Chino Arias, a quien se le ve salir de la camioneta y subirse a un vehículo particular con toda calma en los videos de las cámaras de seguridad, habría sido el enviado para saldar las cuentas y demostrar que ni la más encantadora de las mujeres puede jugar con los capos del narcotráfico.

Las fuentes consultadas por SEMANA contaron que en el vehículo se habría presentado un fuerte reclamo por la falta de palabra de la Reina, quien, pese a su experiencia, perdió los papeles e incumplió sus compromisos. Así llegó el final de una mujer que, gracias a su simpatía, inteligencia e ingenio para los negocios, logró codearse con capos tan poderosos como peligrosos, entre ellos Chupeta y Otoniel, quien durante años fue el máximo líder de la banda criminal Clan del Golfo. ¿Con este asesinato se firmó el regreso de Chupeta?