Justicia
La confesión de Sandra Ortiz en la Corte: en la UNGRD el negocio era por 180 carrotanques. Ella hizo ‘lobby’ ante Iván Name y conocía hechos de corrupción
SEMANA revela la declaración de la exconsejera en la Corte Suprema de Justicia. Conocía de la corrupción que se tomó la UNGRD y sí le pidieron acercar a Iván Name al Gobierno. Tendrá que contar todo lo que sabe, ahora que se habla de un acuerdo con la justicia.
El cerco se le ha venido cerrando a la exconsejera para las regiones Sandra Ortiz, vinculada al millonario saqueo a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Tuvo que echar reversa y pasó de posar como víctima de una persecución a abrir la puerta a una eventual negociación con la Fiscalía para buscar beneficios judiciales. SEMANA revela la declaración que dio ante la Corte Suprema de Justicia el 14 de junio de 2024, cuando explotó el lío; queda claro que conocía de irregularidades y que en el negocio torcido de los carrotanques, la génesis de ese escándalo, no se apuntaba a 40 vehículos, sino a 180.
Ortiz, en su declaración, que se extendió durante más de tres horas y media, fue clara al advertir que el negocio de los 40 carrotanques, por más de 46.000 millones de pesos, con sobrecostos y direccionado para favorecer al contratista pastuso Luis Eduardo López, era apenas la cuota inicial de este torcido. Señaló que había más irregularidades, cuyo protagonista era Olmedo López, el exdirector de la UNGRD, quien hoy es testigo estrella en este caso.
180 carrotanques
“En el plan de acción provisional, con el tema de los carrotanques, que fue donde se planteó la primera vez, fue un planteamiento de la Unidad de Gestión de Riesgo, lo presentamos el 28 de agosto, donde ellos se comprometieron, que fue, digamos, lo que salvó el plan de acción provisional del derecho al agua (…) se plantearon 180 carrotanques, yo me acuerdo en ese momento, que esa fue la estrategia de la Unidad de Gestión de Riesgo”, afirmó la exconsejera Ortiz, dejando claro que el negociado era más grande.
Como se sabe, Olmedo López, así lo ha confesado, estuvo detrás de esa compra, y de ahí habrían salido 1.000 millones de pesos para comprar la conciencia del entonces presidente de la Cámara, Andrés Calle, y otros 3.000 millones de pesos que la misma Sandra Ortiz habría entregado como “mensajera” al entonces presidente del Senado, Iván Name. Es una versión que, hasta ahora, y pese a las evidencias, Ortiz ha negado en reiteradas ocasiones. En un eventual acuerdo, tendrá que colaborar.
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Sin embargo, desde esa primera versión en la Corte Suprema, Ortiz advirtió que la corrupción se había tomado la UNGRD, en cabeza de su director Olmedo López, quien habría usado los millonarios recursos como si fueran plata de bolsillo para hacer política en La Guajira, en especial en el municipio de Uribia.
“Yo escuché alarmas de que estaba el gerente de la consejería, y me mandaron fotos, levantando la mano con el candidato a la alcaldía de Riohacha. Lo mismo, alarmas de que Olmedo y toda la unidad estaban haciendo campaña en Uribia. Eso sí lo manifestaron, y hay un líder social que se llama Javier Rojas, que fue el que más... La gobernadora también me dijo que ella se estaba dando cuenta de que estaban entregando mercados, que por favor revisara ese tema”, contó Ortiz a la Corte.
Uribia es un enclave importante en el escándalo del saqueo a la UNGRD, a ese municipio fueron enviados los 40 carrotanques del escándalo, que hoy están guardando polvo, y desde la UNGRD se habían comprometido cerca de 500.000 millones de pesos para inversiones, como la construcción de jagüeyes, plantas desalinizadoras, maquinaria amarilla, ollas comunitarias y hasta había un plan para sacar adelante el acueducto, todo esto fue frenado por el actual director de la entidad, Carlos Carrillo.
Más corrupción
Pero el asunto, según la versión de Ortiz, quien ahora tendrá que dar información mucho más detallada a la justicia, va más allá. “Yo entregué un informe de alertas de La Mojana (Sucre); de alertas de Rosas, Cauca, frente a la compra de unos predios por parte de la Unidad de Gestión de Riesgo. En La Guajira también generé unas alertas del gerente de La Guajira, que se llama Lucho Gómez, y estaba haciendo política con las ollas comunitarias, con los mercados, con los tanques que estaban entregando. También le hice un llamado a Olmedo porque decían que era con los recursos de la Unidad de Gestión de Riesgo”, señaló Ortiz, quien agregó que cuando encaró a Olmedo López, este le dijo que todo era mentira.
Sandra Ortiz, desde el primer momento, se presentó como víctima, así lo hizo también en la Corte Suprema. Dijo que se trataba de una persecución de Olmedo López y del otro testigo estrella, el exsubdirector Sneyder Pinilla, y que los medios de comunicación la estaban perfilando.
Hasta ahora no ha reconocido su rol como “mensajera” de los 3.000 millones que supuestamente le fueron entregados al senador Iván Name, pero en este testimonio dejó clara su muy cercana relación con él, conocida por el Gobierno, en especial por el entonces director de Dapre, Carlos Ramón González, quien le pidió acercarlo al Gobierno.
¿Lobista y mensajera?
“Name, digamos, me puse muy juiciosa en esa tarea, primero porque Carlos Ramón me lo pidió, me dijo: mira, nosotros somos del Partido Verde, somos partido de Gobierno, Name está en una actitud hostil con el Gobierno. Sandra, yo sé que él te aprecia. ¿Por qué no entre los dos, poco a poco, vamos acercándonos para que él también escuche esta parte de este lado del Gobierno? Hicimos esa tarea, me gasté tiempo en desayunos, almuerzos y comidas tratando de hablar con él, nunca le he hecho tanto lobby a un hombre, tantas invitaciones, con toda la buena actitud, pero no fue fácil, hasta este momento no ha sido fácil con él”, explicó Ortiz sobre el rol de lobista que le encomendó el exdirector del Dapre, uno de los funcionarios más cercanos al presidente Gustavo Petro.
Según conoció SEMANA, Sandra Ortiz, que por más de un año se ha mostrado renuente a reconocer su participación en el escándalo y que a voz en cuello ha dicho que estaba siendo presionada por la justicia, le habría pedido excusas a la Fiscalía y planteado su colaboración.
Pero no será según su interés ni sus condiciones. Desde la Fiscalía le dejaron claro que con los cuatro principios de oportunidad entregados al exdirector Olmedo López, el exsubdirector Sneyder Pinilla, el asesor jurídico de la entidad Pedro Rodríguez y al contratista Luis Eduardo López, sumado a las versiones de María Alejandra Benavides, exasesora del exministro Ricardo Bonilla, quien también tocó las puertas para colaborar con la justicia, se ha armado el rompecabezas del escándalo de corrupción más grande del Gobierno del presidente Gustavo Petro.
Son más de 50 personas involucradas cuyos nombres empezarán a salir a flote. Por eso, la colaboración de Ortiz debe ser clara y con información nueva para obtener beneficios. En la negociación, su defensa ya presentó diferentes alternativas, la última palabra queda en manos de la Fiscalía.