Estas fueron las pistas que destaparon la identidad del supuesto asesino de la suegra de Pipe Calderón

Desde el jueves 8 de mayo, una frase retumba en voz baja entre los oídos de los bandidos más peligrosos del barrio Antioquia: “La nea está caliente”. El susurro se refiere a Andrés ‘el Chino’ o ‘la Nea’ Arias, como se le conoce en el bajo mundo a la persona que presuntamente disparó contra María del Pilar Zea Cobo, la suegra del reguetonero Pipe Calderón, en el mall Del Este, un exclusivo establecimiento comercial de El Poblado en el suroriente de Medellín.

SEMANA conoció versiones recibidas por investigadores judiciales cercanos al caso que intentan establecer si se trata del mismo piloto de carreras de motos “flaquito, bajito, moreno, de aproximadamente 45 años”, señalado en el pasado de ser uno de los jefes criminales de más bajo perfil de las bandas del barrio Antioquia.

Su nombre fue entregado a las autoridades por John Fredy Toro Hincapié, pareja de María del Pilar, cuando fue interrogado después del asesinato de la mujer de 60 años.

Según dijo Toro Hincapié en medio del shock por el crimen, él había llevado a María del Pilar en su camioneta TXL, color blanca, de placas PFU 403, a cumplirle una cita al Chino Arias. Iban a hablar de negocios propios de la mafia: estupefacientes.

El delincuente se subió al lujoso vehículo por la parte izquierda, se ubicó de tal manera que pudiera ver el rostro de María del Pilar, quien iba en la silla del copiloto, y aprovechó que ella le pidió a John Fredy comprarle unas sodas para desenfundar su arma y dispararle.

En la zona nadie escuchó nada. El ataque fue calculado, en silencio, como lo hacen solo los profesionales. Cuando John Fredy regresó, el delincuente ya se había marchado. Su rastro quedó en las cámaras de seguridad: caminaba de buso negro y gorra negra hacia el mismo Chevrolet Emotion, color gris, de placas EKX 708, en el que llegó.

Al ver el cuerpo de su amada, comenzó a gritar por ayuda, por lo que uno de los guardias de seguridad del exclusivo mall se acercó para socorrerlo, pero John Jairo condujo su camioneta a la Clínica El Rosario, a pocas cuadras de allí.

Una vez en el lugar, se enteró de que no había nada que hacer. Las cuatro lesiones en la región occipital, en el parietal, en la región orbital izquierda y en el mentón habían acabado con su existencia. Tras ser alertados por el crimen, los investigadores comenzaron las pesquisas: primero una entrevista, luego una búsqueda de elementos probatorios dentro de la camioneta.

Así se determinó que el delincuente había usado una pistola 9 milímetros, al parecer, provista con silenciador para no llamar la atención de los recurrentes transeúntes del exclusivo mall.

En conversación con SEMANA, Pipe Calderón reveló detalles de lo que vive su familia tras el asesinato de María del Pilar.

“Esto ha sido una pesadilla. Me tocó todo, todo el proceso desde que ocurrió, ir a Medellín, hacer todos los trámites: Medicina Legal, la Fiscalía, la funeraria, estar al frente porque mi esposa estaba que se moría”, contó el artista paisa. Además, una semana después del crimen, Calderón publicó junto a una imagen un conmovedor mensaje en su cuenta de Instagram: “Han sido días largos sin dormir, días de mucha tristeza, días en que no hay fuerzas para levantarse, pero al final todo pasa y el sol vuelve y sale. ¡Gracias por todos los mensajes bonitos, por todo el apoyo y por estar ahí! Los amamos muchísimo”.

Han pasado 16 días. La vida de John Fredy y del entorno del yerno de su amada, Pipe Calderón, no es igual. María del Pilar fue sepultada dos días después de su muerte, justo el Día de las Madres, en un cementerio de Cali. En privado, y en voz baja, allí se habló del Chino Arias, pero en público nadie se atreve a hacerlo de nuevo. Sin embargo, SEMANA conversó con alguien cercano a la difunta bajo la condición del absoluto anonimato. Lo aceptó y su respuesta fue tajante: “Todo el mundo lo conoce, saben quién es. ¡Es un pillo, un bandido!”.