Anorí
Muertos, desplazados y familias confinadas en sus casas es el balance de la incursión del Clan del Golfo en Anorí, Antioquia
Desde el 2 de abril, ese grupo armado se sumó a la presencia que en el territorio tenían otros ilegales, como el ELN y las disidencias de las Farc. ¿Y la paz?
El 2 de noviembre de 2018, la finlandesa Inka Mattila, que es la directora de País Adjunta del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se explayaba en elogios para Anorí, un municipio de unos 20 mil habitantes ubicado a unas cuatro horas en auto desde la ciudad de Medellín.
“Decimos al mundo que Anorí, Antioquia, no sólo es un ejemplo de paz, reconciliación y resiliencia. También es corazón de un tesoro biodiverso que apenas empezamos a descubrir”, aseguró.
Lo hizo en medio del desarrollo de la Expedición Colombia BioAnorí, en la que expertos en biodiversidad recorrieron varias veredas para descubrir algo que los dejó maravillados.
Encontraron lo que denominaron un “tesoro oculto para el mundo”: dos cucarrones, diez plantas, un ratón arborícola y un lagarto, 14 especies nuevas de plantas y animales nunca antes vistos.
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Pero seis años, cinco meses y 23 días después, ni siquiera los habitantes de algunas de las veredas recorridas por los expertos pueden salir de sus casas.
Gustavo Silva Gutiérrez, el alcalde de ese golpeado municipio, le contó a SEMANA el drama humanitario que se vive en su territorio.
“La situación está bastante compleja por la incursión de un nuevo grupo armado al territorio. Para nadie es un secreto que aquí han estado asentadas las Farc y los elenos (ELN), y ahora incursiona un grupo paramilitar y los enfrentamientos han llevado a que las comunidades se desplacen”, dijo.
Desde el 2 de abril, como lo reveló SEMANA, en autoalbergues en la cabecera municipal estaban 33 familias de un punto llamado Moreno Caro, ubicado en la vereda Providencia, pero la situación que ha llevado a huir a los campesinos no cesa.
“Nos acaban de llegar otras 17 familias desde Charcón Liberia, el único corregimiento del municipio. Se sigue incrementando el desplazamiento”, dijo desconcertado el mandatario, cuando fue entrevistado por SEMANA.
Esa vereda, una de las exploradas por la expedición BioAnorí, ahora está sembrada de minas antipersonales y municiones sin explotar (Muse), lo que obliga a decenas de familias a mantenerse en sus casas.
“En la vereda Providencia, en El Tesoro, hay mucha mina sembrada, a las comunidades cuando había solo un grupo les decían, no camine por ahí; pero ahora hay otro y sembraron minas también, entonces la gente no se atreve ni a irles a dar de comer a sus animales”, denunció el mandatario.
Esa información coincide con la que reposa en manos de la Defensoría del Pueblo. SEMANA tuvo acceso a un informe sobre la situación humanitaria en Anorí, que dice que la “comunidad rural está sin conectividad ni servicios básicos, aislada por actores armados, con acceso bloqueado por presencia de minas antipersonal y munición sin explotar”.
Como si eso no fuera suficiente, hay otro ingrediente que agrava más la crisis para las familias.
“Lo que hace que está pasando esta situación no hemos podido entrar a esas comunidades; acá estamos con la Cruz Roja Internacional tratando de buscar contacto. Las comunicaciones fueron cortadas completamente. No hemos podido corroborar nada porque no hay contacto”, dijo el alcalde.
“Los campesinos dicen que les quitaron los celulares o se los revisan constantemente, no se atreven a denunciar, y algunas antenitas en las que funcionaba el internet con una señal un poco débil no han podido volver a utilizarla”, agregó.

Sobre esto, la Defensoría del Pueblo consignó en su informe que “no se cuenta con una cifra exacta de las familias confinadas por tratarse de una población fluctuante, debido a la actividad minera que se desarrolla en la región”.
Además, “se estima que el número de familias confinadas en esta comunidad oscila entre 25 y 30 personas, según un subregistro comunal de la Secretaría de Gobierno Municipal. Sin embargo, es importante subrayar que esta cifra es estimativa”.
De lo que hay certeza, porque se lo han contado los campesinos al alcalde, es que los ilegales les obligan a encerrarse en sus casas y solo les permiten salir a la tienda más cercana a abastecerse, para volver a internarse en sus viviendas.

—Alcalde, ¿usted conoce la zona? —le preguntó SEMANA.
—Como la palma de la mano —contestó—. Es una zona muy agreste, zonas vírgenes todavía, fue donde ocurrió la expedición Anorí, que tiene una barrera natural con Zaragoza, que es el río Nechí.

Ese río, precisamente, está inundado en oro y es explotado por tres empresas que tienen autorización para la explotación del mineral y por decenas de familias de mineros informales.
Ese es el botín que, creen el alcalde Silva, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, y las autoridades policiales y militares, es el botín que, junto a la hoja de coca, disputa el Clan del Golfo.
Aunque esta crisis comenzó el 2 de abril con una nueva incursión, el alcalde tiene claro el daño: 16 muertos en 2025, decenas de desplazados, de confinados y hasta dos mujeres desaparecidas, cuyo nombre no revela: “Que lo hagan las entidades a cargo”.
A pesar de este doloroso panorama, tiene una esperanza: “Vemos con buenos ojos la visita de nuestro gobernador de Antioquia con un general de la República; nos dijo que iba a garantizar el bienestar y la seguridad de los campesinos en su territorio, que iban a tomar control del área permitiendo que los labriegos puedan regresar a sus tierras”.
SEMANA habló con el gobernador de Antioquia, quien dijo que no es la primera vez que va, pues ha pisado ese municipio en otras tres o cuatro ocasiones.
“Nos convocó de nuevo esta localidad por una situación difícil que se tiene allí, en la última semana han muerto más de diez personas por cuenta del enfrentamiento entre el Clan del Golfo y disidencias Farc y ELN del otro, en un Charcón Liberia”, contó el mandatario regional.
Estar donde los Antioqueños nos necesitan.
— Andrés Julián (@AndresJRendonC) April 23, 2025
Llegamos a Anorí para atender una reunión de seguridad y enviarles un mensaje de motivación a las tropas acantonadas en esta zona.
Apelar al valor de nuestros Soldados y Policías para darle tranquilidad y protección a los habitantes… pic.twitter.com/KKIZV1y1yn
El gobernador dijo que su apuesta es recuperar el territorio: “Lo importante es que el Ejército pueda entrar a la zona, consolide la seguridad, ponga a correr a los bandidos de distinta pelambre que están allí y recupere ese territorio para la población civil”.
¿Cuándo? “El Ejército ya está en la zona y estamos esperando resultados”, dijo.
Solo esto evitaría, como le dijo el líder comunitario José Hernández a SEMANA, que otros líderes sigan pensando en renunciar a sus labores entre la comunidad por miedo a ser asesinados.