Brasileña asesinada en Medellín
Revelan detalles inéditos de la muerte de la joven brasileña que murió al ser lanzada al vacío de un edificio en Medellín
El cadáver de Geicimara de Almeida Gomes, de 21 años, fue repatriado a Brasil por uno de sus hermanos. Esta es su historia.

Un mensaje de WhatsApp difundido por un medio brasileño de un grupo de connacionales alertó de la tragedia que, desde entonces, envuelve a la familia de Geicimara de Almeida Gomes, la joven de 21 años que murió tras ser lanzada desde el piso 16 de un edificio en el exclusivo sector de Ciudad del Río, en El Poblado, en Medellín.
Era la noticia en la que un medio de ese país informaba sobre el posible suicidio por confirmar de Geysa, como le decían sus familiares y sus amigos del barrio Nova Esperança (Nueva Esperanza), en el occidente de Manaos.
Geysa fue lanzada al vacío desde el piso 16 de un exclusivo edificio de apartamentos la noche del viernes, 9 de mayo, y la noticia apenas se empezaba a investigar como un posible suicidio.
Pero el sábado 10 de mayo, a través del informe de homicidios del Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia de la Alcaldía de Medellín se notificó que el caso había cambiado de conducta punible y ahora pasaba a ser investigado como un homicidio.
¿El culpable? El mismo alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, dio pistas. “Una vez avanza el proceso de investigación se logra determinar que no fue un suicidio, sino un homicidio y que el homicida sería su pareja, también de ciudadanía brasileña”, señaló Gutiérrez.
El hombre, cuya identidad no ha sido revelada, habría huido del país, por lo que las autoridades tratan de emitir una circular roja de Interpol que permita su captura en cualquier lugar del mundo.
SEMANA conoció que Geysa había llegado a compartir con él aproximadamente a finales de enero, que habían tomado en alquiler ese apartamento, en uno de los estratos más altos de la ciudad.

Al enterarse de la muerte de Geysa, uno de sus hermanos llegó a Medellín para resolver los trámites de repatriación.
Llamó la atención para algunas personas cercanas al caso que el hombre viajó directamente al aeropuerto de Rionegro para intentar sacar el cadáver del país, porque desconocía el trámite, pero luego lo hizo a través de una reconocida funeraria experta en esas diligencias.
Ante la posibilidad de llevarse los restos en ceniza de su hermana, lo que podría costar alrededor de 1.500 dólares (unos 6 millones 300 mil pesos colombianos), o llevarse el cadáver embalsamado, como lo exige la norma y lo cual puede costar unos 5.000 dólares (unos 22 millones de pesos colombianos) el hombre optó por la segunda posibilidad para darle cristiana sepultura en Manaos, ciudad amazónica del norte de Brasil.
“Lo hizo en un vuelo con conexión Bogotá–Manaos, un trámite que tomó aproximadamente ocho días. Eso solo lo hace una familia de buenos recursos”, le dijo una fuente a SEMANA.
“Mi princesa, la tía nunca te olvidará, la tía todavía no lo cree, te amaré por siempre mi estrella”, es uno de los mensajes que en redes sociales han escrito los familiares de Geysa al enterarse, dos meses después, de que su sino trágico obedeció a que otra persona la lanzó al vacío.
En Antioquia, el departamento del que Medellín es su capital, el caso tiene conmocionado a los más de 4 mil brasileños que habitan estas tierras.
“Es una comunidad que casi nunca da problemas. El caso causó sorpresa porque estaba involucrado su “namorado”, que es su novio”, dijo a SEMANA el cónsul de Brasil en Medellín, Sergio Escobar, quien relató que en el área metropolitana de Medellín hay 3.600 brasileños, otros 200 en el oriente antioqueño y otros 200 en el Bajo Cauca antioqueño.