PERROS
Día del Lazarillo: el más fiel entre los mejores amigos del hombre
Este 27 de abril se celebra en todo el mundo el día de los perros guía, los animales que mejor desarrollan sus sentidos para convertirse en los ojos de miles de personas con discapacidad visual. Homenaje.
“Es mi cómplice, mi amiga, mi hermana, mi hija. Lo es todo para mi. Ha estado en los momentos difíciles, sabe cuándo estoy triste o alegre… Todo el tiempo me hace sentir que me ama, que nació para mi”. Son las palabras con las que Luisa Fernanda Moreno Padilla (Bogotá, 35 años) describe a Asahi, la perrita golden retriever con la que vive desde hace siete años.
Pueden coincidir con las palabras que saldrían del corazón de millones de personas en el mundo, para referirse a sus mascotas. En el caso de Luisa Fernanda, Asahi es más que ese término. Son sus ojos en el mundo.
“Fue a los 11 años. Empecé a ver borroso. A los 12, ya no veía nada”, recuerda Luisa Fernanda el momento en que sintió que su vida terminaba. Cuando la luz se convirtió en tinieblas. “Fue por una rosácea que me dio en la cara y no se trató. Derivó en rosácea ocular. Seis trasplantes de córnea, ninguno funcionó. En la última cirugía ya no hubo nada qué hacer. Quedé ciega”.
Para un ser humano que ha tenido visión desde el día que vio la luz, perderla en pleno uso de conciencia cambia la vida para siempre. En adelante, desde el simple hecho de levantar los párpados al amanecer, fue diferente.
“Al principio es un duelo aceptar que no vas a ver. La vida cambia sí o sí. Yo podía hacer muchas cosas, empecé a aceptarme y a salir adelante. Lloré mucho, no lo aceptaba. Pero la vida continúa, no podía quedarme llorando. Hice mi vida.”, relata Luisa Fernanda, funcionaria en la biblioteca (física y virtual) para personas de su misma condición en el Inci (Instituto Nacional para Ciegos) de Bogotá.
Caminar por la vida, por el mundo, y sobre todo, por las calles de la capital, se volvió en una auténtica odisea. Aún en pleno siglo XXI, la sociedad y la arquitectura urbana no es del todo incluyente con las personas que no pueden ver.
Luisa Fernanda no se apoyó en un bastón para hacerlo. Escogió un corazón que la entendiera, y que diera su vida por orientar sus pasos. “Prefiero a Asahi que a un bastón. Un perro guía me brinda más seguridad, autonomía e independencia. Yo perdí capacidad de andar en línea recta, con un bastón me voy a torcer. Pero la perra guía me hace caminar recto”.
Celia fue su primera perrita lazarillo. Cuando murió, el vacío de su pérdida fue superior al que deja cualquier mascota en el alma de sus amos. “Fue muy difícil. Fue volver a quedar ciega”, dice Luisa Fernanda. “Es una parte de la vida que se va, una compañera que fue tu amiga. Fueron tus ojos durante mucho tiempo. Es un vacío que no se ha podido llenar..., como Celia fue mi primera perra guía, me enseñó el camino para descubrir ese nuevo mundo que se me abría al quedarme ciega”.
Los perros guía, perros lazarillo, o simplemente perros de asistencia, son adiestrados para guiar a aquellas personas con discapacidad visual, o para ayudarlas en algunas tareas. Es el método de asistencia más antiguo que se conoce en la humanidad, y hoy es reconocido en materia legal en todas las legislaciones del mundo, que les confiere derechos y privilegios, precisamente por la función que desempeñan.
Estos animales, a punta de repeticiones, desarrollan la capacidad para percatarse y advertir de eventuales peligros a sus dueños, y en cuestión de días aprenden los recorridos más favorables.
Lo único que la naturaleza olvidó de regalarles a los lazarillos, fue la capacidad de distinguir colores, por lo que no pueden interpretar las bombillas verde y roja de los semáforos. Basta salir a la calle para comprobar que no les hizo falta. Los perros, a diferencia de muchos seres humanos en países como el nuestro, se esperan en la cebra hasta que los vehículos dejen de cruzar.
Según la mayoría de registros históricos, fue en Gran Bretaña donde primero empezaron a ser utilizados los perros para servicio. Los pastores alemanes fueron los que mejor desarrollaron ese potencial. Flash, Judy, Meta y Folly, fueron los primeros cuatro ejemplares que The Guide Dogs for the Blind Association entregó, en 1934, a veteranos de la primera guerra mundial que habían perdido la visión.
La Fundación para el perro guía Vishnú del Ciprés es una de las organizaciones que se dedica al adiestramiento de estos perros en Colombia. Solo trabajan con dos razas en específico (pastor alemán y golden retriever), y los ejemplares reciben entrenamiento desde los 6 meses hasta los 18, o en algunos casos hasta los dos años. Aprenden a esquivar huecos y obstáculos, se detienen en las esquinas.
“A Asahi la entrenaron para mí. Aunque la verdad creo que nació para mí”, dice Luisa Fernanda. “Cada momento con ella ha sido especial. Siempre trata de protegerme y cuidarme. Me sorprende como se para y me mira porque no puede pasar y busca un camino propicio, sin obstáculos…”.
Se estima que en el país son 200 los caninos que se encuentran en activo. “La fundación hace un trabajo excepcional, pero les toca muy difícil”, admite Luis Fernanda. “Trabajan con las uñas, debería haber más perros guía en el país”.
Como cada año, este 27 de abril los perros lazarillos de todo el mundo tienen su día, y sus amos, la tradición de homenajearlos. Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, los perros guías pueden ser los mejores entre ese reino. Si usted se llega a encontrar uno, regálele un aplauso, en lugar de una caricia. No porque no les guste, sino porque no se debe desconcentrarlos de su trabajo.