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La historia del menor que era cabecilla en las disidencias y fue rescatado por el Ejército en Amazonas
Fue reclutado por el grupo ilegal cuando tenía 12 años de edad.
El reclutamiento de menores de edad en las diferentes regiones de Colombia es una realidad que miles de familias hoy viven en medio del horror de la guerra. Los grupos armados ilegales siguen recorriendo municipios, corregimientos, veredas y hasta caseríos en búsqueda de nuevos integrantes para sus filas.
SEMANA conoció el caso de un adolescente de 17 años de edad que estaba en las filas de la Segunda Marquetalia de las disidencias de las Farc en el Amazonas, pero que logró ser rescatado en medio de una operación binacional entre Colombia y Brasil.
Las tropas de la Brigada de Selva n.º 26 del Ejército Nacional fueron los que lo rescataron y pudieron establecer que este había sido reclutado cuando apenas tenía 12 años de edad y era considerado el tercer cabecilla de la estructura Jhonier Arenas del Bloque Amazonas Manuel Marulanda Vélez, facción bajo el mando de alias Iván Mordisco.
“Durante cinco años desempeñó varias labores en su permanencia en la organización ilegal, desde guerrillero raso, pisa suave, extracción ilícita de yacimientos mineros, hasta ganarse la confianza para ser nombrado cabecilla de estructura”, dijo el Ejército Nacional.
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De acuerdo con la inteligencia de las Fuerzas Militares, el adolescente que fue rescatado comandaba acciones armadas en la región de La Pedrera, en el departamento del Amazonas, y en la parte baja del río Caquetá.
Además, desde el año 2023, organizaba las confrontaciones armadas contra otras facciones criminales por el control de economías ilícitas, afectando gravemente a las comunidades indígenas de la zona, que quedaban en medio de los combates.
“Estas disputas generaron desplazamientos y confinamientos de comunidades enteras”, indicó el Ejército.
El brigadier general Edilberto Cortés, comandante de la Brigada 26 del Ejército Nacional, confirmó que el menor no solo fue víctima del reclutamiento, sino también utilizado para cometer diversos delitos.
“Durante los cinco años que estuvo inmerso en este reclutamiento fue obligado a participar en actividades como el reclutamiento forzado de niños y niñas adolescentes, cobro de extorsiones al tema de minería legal, participó en entrenamiento diferencial de manejo de artefactos explosivos y también lo hizo con un tema de pisas suaves”, explicó.
El alto oficial indicó que el menor de edad, “fungía como hombre de confianza de los cabecillas principales de estas estructuras”.
“El Ejército Nacional y las Fuerzas Militares de Colombia reafirman una vez más que tan pronto tienen conocimiento de este delito, restablecen los derechos del menor y es entregado al Instituto de Bienestar Familiar para que allí se active la ruta de atención que tiene mencionada institución”, sostuvo el general Cortés.
La institución militar reiteró su respeto por los derechos humanos y su compromiso con los menores de edad.
“Una vez más somos respetuosos de los derechos humanos y particularmente de los derechos de los niños. Con estas actividades buscamos desarticular las estructuras armadas y disminuir también los factores de inestabilidad que hacen tanto daño a esta parte tan importante del territorio colombiano como es el Amazonas”, señaló.
