Nuevo ataque con drones de las Farc empañó la procesión del Domingo de Ramos en Cajibío, Cauca. Militares intentaron derribarlo

Lo que debía ser una jornada de recogimiento espiritual y paz se vio empañada por un nuevo hecho de violencia en el convulsionado departamento del Cauca. Este Domingo de Ramos, luego de la tradicional procesión religiosa en el municipio de Cajibío, se registró un ataque con drones explosivos contra la Estación de Policía local, presuntamente ejecutado por disidencias de las Farc.

Según versiones preliminares, el hecho ocurrió momentos después de finalizadas las actividades religiosas en el centro del municipio. Los drones, cargados con artefactos explosivos, fueron dirigidos hacia la estación policial, provocando momentos de zozobra entre los habitantes de la zona, quienes aún se encontraban en los alrededores tras participar en las ceremonias del día.

Uniformados de la Policía Nacional intentaron derribar los drones mientras se ejecutaba el ataque. A pesar de los esfuerzos, un funcionario resultó herido, cuya identidad no ha sido revelada hasta el momento. El uniformado fue trasladado a un centro médico donde recibe atención.

Este atentado en Cajibío se suma a otros dos incidentes similares ocurridos en menos de 48 horas en el centro del Cauca. Las poblaciones de Piendamó y Morales también fueron escenario de ataques con drones dirigidos contra bases de la Fuerza Pública. Aunque en esos casos no se reportaron víctimas mortales, sí generaron daños materiales y pánico entre los residentes.

Las autoridades atribuyen esta ola de atentados a estructuras armadas residuales de las disidencias de las Farc, que operan en esta región y que han venido intensificando sus acciones violentas mediante el uso de nuevas tecnologías de guerra, como los drones con explosivos, una modalidad cada vez más frecuente en el conflicto interno colombiano.

La situación ha generado preocupación tanto a nivel local como nacional. El departamento del Cauca, históricamente afectado por el conflicto armado, vuelve a estar en el centro del debate sobre seguridad en zonas rurales y semiurbanas.

Ante esto, líderes comunitarios han rechazado los hechos y exigen al Gobierno nacional acciones urgentes para frenar la escalada de violencia en la región y proteger a la población civil, especialmente en fechas tan simbólicas como la Semana Santa, donde miles de personas participan en actos religiosos.