Coyuntura
Svetlana Alexievich rehúsa responderle a investigadores
Investigadores bielorrusos la citaron en relación a las acciones judiciales contra el “consejo de coordinación” de la oposición al que pertenece.
La Premio Nobel de Literatura Svetlana Alexievich se negó el miércoles a responder a las preguntas de los investigadores bielorrusos que la citaron en relación a las acciones judiciales contra el “consejo de coordinación” de la oposición al que pertenece.
Este consejo fue formado por la oposición para promover una transición del poder, en un momento de protestas inéditas contra la controvertida reelección el 9 de agosto del presidente Alexandre Lukashenko, que dirige el país desde 1994.
“He recurrido a mi derecho a no testificar en mi contra”, explicó a la prensa Alexievich, de 72 años, al salir del comité de investigación.
“No me siento culpable de nada”, subrayó y aseguró que el “consejo de coordinación” no tiene “otros objetivos que consolidar la sociedad”.
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La escritora, que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 2015, había reiterado a su llegada al comité de investigación que la acción de los opositores era “absolutamente legítima”.
“Creo que necesitamos permanecer juntos, no ceder [...] debemos lograr una victoria gracias a la fuerza de nuestra mente y nuestras convicciones”, estimó Alexievich, que advirtió sobre cualquier “derramamiento de sangre”.
La justicia bielorrusa inició la semana pasada acciones judiciales contra el “consejo de coordinación”, acusado de “llamados a acciones contra la seguridad nacional”, que se castigan con penas de entre tres y cinco años de prisión.
Otros dos miembros del consejo, Serguéi Dilevski y Olga Kovalkova, fueron condenados el martes a diez días de detención por su relación con la manifestación no autorizada del domingo, que congregó a 100.000 personas en Minsk.
La oposición denunció fraudes en los resultados de las elecciones del 9 de agosto, en las que Lukashenko cosechó oficialmente el 80% de los votos.
Una veintena de manifestantes que protestaban contra el régimen fueron además detenidos en el centro de Minsk por fuerzas antidisturbios.
Un millar de personas se habían congregado en la noche en la Plaza de la Independencia de la capital bielorrusa, a pesar de la amplia vigilancia policial.