Analítica organizacional, una estrategia no tan obvia

Los diferentes conceptos de la ciencia de los datos se han convertido casi en sinónimos y, dependiendo del contexto, es fácil perderse entre unos y otros, y en ocasiones surgen nuevos cuando aún no se ha terminado de comprender los existentes. 

El escenario de apropiación de la analítica avanzada de datos para América Latina está dado por el hecho de que la gran mayoría de las empresas que han iniciado alguna estrategia basada en los datos se encuentran aún en un estado embrionario. Allí, es común ver iniciativas de análisis descriptivo mediante el uso de herramientas de visualización sobre procesamiento en servidores físicos o equipos personales, al tiempo que algunos otros están desarrollando procesos de definición del gobierno de datos. 

En un estado intermedio de despliegue se encuentran principalmente compañías medianas y grandes, de sectores como servicios, salud, industria y gobierno; que por la naturaleza de su operación, han capturado importantes volúmenes de datos, iniciando proyectos con alcances de análisis predictivo, procesamiento en nube y modelos de segmentación dinámica de clientes, ya con una estrategia analítica definida. 

Por su parte, el segmento más avanzado de madurez lo comprenden grandes compañías, principalmente de sectores como banca, retail, y seguros. En este segmento ya se ha identificado el aprovechamiento de los datos como tecnología core de su operación, y han desplegado proyectos con modelos usando machine learning y la incorporación de análisis con datos no estructurados como imágenes, audio, texto o video; así como bots que, con inteligencia artificial, logran sustituir procesos operativos y core de negocio.

Determinar el nivel de madurez y apropiación al cual debe llegar una compañía no es una pregunta obvia, y su respuesta debe responder a la estrategia corporativa, ya que no todos tienen que incorporar soluciones de Machine Learning e Inteligencia Artificial ad hoc, no es hacer por hacer, ni hacer por moda, ya que la tecnología incorporada en la organización debe responder a qué nivel puede llegar la estrategia y la estrategia debe responder a qué nivel quiere llevar la tecnología.