Mauricio Botero Caicedo Columna Semana

Opinión

Cuba: un referente mundial que nunca se debe imitar

Esta isla tiene un modelo que, por supuesto, nadie con dos dedos de frente querría emular.

Mauricio Botero Caicedo
17 de septiembre de 2025

Nicaragua, Venezuela, Corea del Norte, Laos, Eritrea, Siria y Turkmenistán, por mencionar algunos, son algunos de los países que presentan características muy similares a las de Cuba: en mayor o menor grado todos combinan altísimos niveles de miseria estructural; supresión violenta de la disidencia; poderosísimos aparatos de control represivo que buscan perpetuar a sus élites en el poder a costa de las libertades individuales; y un desmesurado culto a la personalidad. Pocos ponen en duda que Cuba se ha convertido en un referente mundial en cuanto al fracaso total de su modelo social y económico, un modelo que, por supuesto, nadie con dos dedos de frente quisiera emular.

Un reciente estudio elaborado por el Observatorio Cubano de Derechos Sociales (OCDH) sobre la miseria y la desesperación de los cubanos por abandonar a la isla, reseña un panorama deprimente: el 89 % vive en extrema pobreza, mientras que la intención de emigrar ha escalado hasta el 78 %. Abandonar la isla a cualquier precio es la principal característica en una población que ve cada día menos probable la posibilidad —en medio del derrumbe social y económico— de salir adelante. Según el estudio, “el 92 % de los cubanos desaprueba al régimen, con una valoración positiva de apenas el 5 %. Entre los jóvenes de 18 a 30 años, que son el segmento que más busca emigrar, la desaprobación es aún más marcada, con una valoración favorable que desciende hasta el 3,39 %.” Este sentimiento, según el OCDH, “es una respuesta a la «desconexión y la indolencia» de las autoridades frente a los problemas reales de la población”. Mientras que el gobierno atribuye los problemas a factores externos, como el embargo de Estados Unidos, el informe del OCDH muestra que la narrativa oficial adjudicándole el fracaso de la revolución al supuesto “bloqueo” tiene cada vez menos resonancia entre la población.

En relación con la casi total falta de libertad y abierta violación de los derechos humanos, en un artículo en “Razón Pública” cuyos autores son Sergio Ángel y Ángela Marulanda, se afirma: “De acuerdo con el Estado de Libertad Global de Freedom House, Cuba se clasifica como un país no libre, con un puntaje de 1 sobre 40 en derechos políticos y 11 sobre 60 en derechos civiles, señalando que “el Estado comunista unipartidista de Cuba proscribe el pluralismo político, prohíbe los medios de comunicación independientes, reprime la disidencia y restringe gravemente las libertades civiles básicas”.

Pocos ponen en duda que, siguiendo las instrucciones de Hugo Chávez, una corrupta cúpula hoy es la que aparentemente regenta el poder en Venezuela (Maduro, Diosdado, Padrino y los hermanos Rodríguez). Pero quienes en realidad dirigen los destinos de Venezuela son los cubanos: en los campos político, militar, social y económico son ellos los que desde La Habana toman las decisiones estratégicas más importantes. En realidad, Venezuela, un país con tres veces la población y un área territorial nueve veces más grande, se ha convertido es en una colonia de Cuba. La cubanización de Venezuela fue el resultado de la profunda admiración que le profesaba Hugo Chávez a Fidel Castro.

Aunque de labios para afuera muy pocos profesan admiración por el modelo cubano, y mucho menos por la mala copia que es el modelo venezolano, muchos progresistas abogan por enterrar la Constitución del 91 y embarcarnos en una nueva Carta de Navegación por medio de una Constituyente que con toda certeza tendría como resultado el abandono paulatino pluralismo político. Igualmente, limitaría de manera importante la economía de mercado, haciendo que sea el Estado el que asigne recursos, decida precios, y estructure la distribución de los bienes y servicios. Estos cambios que traería una Constituyente, al igual que pasó en Cuba y Venezuela, nos conducirán irreversiblemente a la escasez, y el control estatal casi absoluto con la consecuente represión política.

Noticias relacionadas

Noticias Destacadas