Sofy Casas

Opinión

Danilo Romero, el compadre de Petro detrás del poder

Su poder se mueve sin ruido, pero sus huellas están en cada decisión, cada contrato y cada nombramiento que favorece a su círculo.

Sofy Casas
26 de octubre de 2025

Hay dos personajes que no están siendo mencionados ni investigados en el escándalo con Estados Unidos que rodea a Gustavo Petro, tras su inclusión en la lista Clinton (OFAC). Fueron citados por varios medios hace más de año y medio, y hoy una fuente confiable confirma la información y entrega nuevos datos: Danilo Romero Gómez y su esposa, Ingrid Carolina Plata Navas. Dos nombres que el poder prefiere mantener en silencio.

Romero, un dizque inversionista que pasó de clase media a convertirse en un empresario multimillonario, compadre del presidente, que lo financió, lo conectó y hoy sigue pasando de agache. De Ingrid Carolina Plata hablaremos más abajo, por su cercanía con Verónica Alcocer.

Así ha sido el meteórico ascenso de Danilo Romero, hoy convertido en uno de los empresarios más influyentes del gobierno de Gustavo Petro. Un nombre que pocos mencionan, pero que aparece en cada grieta del entramado político, empresarial y familiar del presidente.

Amigo personal de Petro desde hace más de veinte años, padrino de su hija menor y pieza clave en la financiación y estrategia política del hoy mandatario, según Infobae, Romero representa ese poder silencioso que se mueve detrás del telón. No da entrevistas, no aparece en los debates, pero está presente donde realmente importa: en los contratos, los nombramientos y las decisiones estratégicas del Estado.

El Colombiano lo ubica como uno de los hombres detrás de reuniones en las que se hablaba de “direccionar contratos y mover puestos” dentro de Cenit Transporte y Logística, filial de Ecopetrol, junto con el entonces presidente de la empresa. Su nombre también figura ligado a Conenersa, Comercializadora del Café y Promielectric, compañías que operan en sectores energéticos y comerciales, además de una agencia de viajes vinculada a su familia. De acuerdo con la fuente, la mamá de Romero se dedica al negocio de las agencias de turismo.

¿A través de esa agencia de viajes se habrían financiado desplazamientos de Petro y de su entorno, además de los vuelos en aviones privados que acompañaron su campaña y sus primeros meses de gobierno?

Una pregunta que la Fiscalía, la Procuraduría y las autoridades estadounidenses deberían estar haciéndose hace rato.

Pero el entramado no termina ahí. Informaciones periodísticas citadas por Infobae y Chivas y Crónicas sostienen que Danilo Romero fue uno de los principales aportantes a la campaña de Petro cuando aspiró a la Alcaldía de Bogotá, utilizando recursos de su entorno familiar. Según la fuente que me contactó, esa financiación provino, en parte, del dinero de su esposa, Ingrid Carolina Plata Navas, mejor amiga de Verónica Alcocer, actual primera dama.

Ingrid Carolina, además de ser la mejor amiga de Alcocer, firmó el 17 de diciembre de 2022 un millonario contrato por 482 millones de pesos con la Presidencia, de acuerdo con El Tiempo, para encargarse de la logística y los actos protocolarios del presidente y su familia en la Casa de Nariño, Hato Grande y la Casa de Huéspedes Ilustres en Cartagena. El contrato estaba vigente hasta noviembre de 2024 y le dejó millonarios ingresos mensuales.

Una amiga muy cercana que tuvo un contrato dorado en el corazón del poder. Como parte del séquito de Verónica Alcocer, también cobró viáticos por más de 24 millones de pesos entre 2022 y 2023, por acompañarla como su dama de compañía en viajes y actos oficiales.

Pero detrás de esta conexión aparece otra historia: la de Ambrosio Plata Acevedo, padre de Ingrid Carolina. Un empresario santandereano que, de acuerdo con Rutas del Conflicto, construyó su fortuna a través de una empresa de transporte de carbón, pero cuyas actividades no habrían sido completamente legítimas. El mismo medio relata que Plata fue secuestrado y asesinado en 1992 durante la masacre de Santa Rosa de Lima, un episodio vinculado a la expansión paramilitar en Santander y Bolívar, donde el control de las rutas del carbón era una de las principales fuentes de ingresos de esos grupos. Los informes del Centro Nacional de Memoria Histórica coinciden en que la minería y el transporte de carbón fueron usados para financiar estructuras armadas ilegales en la región.

En otras palabras, la fortuna familiar de Ingrid Carolina Plata —que, según la fuente, terminó financiando parte de la carrera política de Petro a través de Romero— podría tener raíces en ese oscuro pasado. Una cadena de poder, dinero y lealtades que hoy parece retribuirse con cargos, contratos y silencios.

La misma fuente confirma que Romero también estuvo involucrado en la polémica compra de los camiones de basura durante la alcaldía de Petro, una operación que terminó en sanción de la Procuraduría al entonces alcalde.

Y el círculo se cierra con otro nombre clave: Ricardo Roa, exgerente de la campaña presidencial de Petro y presidente de Ecopetrol, impulsado por el propio Romero, según la fuente. No olviden que Roa acumula investigaciones por presunta corrupción y direccionamiento de contratos, tanto en la petrolera estatal como en otras entidades, y enfrenta una indagación del CNE por la posible violación de topes en la campaña presidencial.

Mientras los escándalos se multiplican, Danilo Romero sigue en silencio, protegido por su cercanía al presidente, su compadrazgo con la primera dama y la red empresarial que lo rodea. Su poder se mueve sin ruido, pero sus huellas están en cada decisión, cada contrato y cada nombramiento que favorece a su círculo.

El caso Romero y su esposa no es un rumor, es el espejo del poder real en el gobierno de Petro. Un entramado de amistades, favores y dinero que exhibe sin pudor cómo los mismos de siempre —ahora disfrazados de progresismo— siguen saqueando el Estado, repartiéndose el poder y burlándose de la justicia mientras el país mira hacia otro lado.

Es hora de que Estados Unidos ponga la lupa donde realmente duele. Si se habla de corrupción, contratos amañados y tráfico de influencias, Danilo Romero Gómez e Ingrid Carolina Plata Navas deben ser investigados y añadidos a la lista Clinton.

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