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Opinión

El nazismo y el socialismo: ¿dos caras de una misma moneda?

A simple vista, se podría afirmar que por el nombre ‘Nacionalsocialismo’ se puede categorizar como ‘socialismo’, siendo de izquierda; de la misma manera, otros afirman que por la inclusión de la palabra ‘nacional’ es de derechas.

Jorge Barón
8 de enero de 2025

¿Cuántas veces el presidente Gustavo Petro no llamó al Estado de Israel, a Javier Milei o a otro político de derecha NAZI? De hecho, Gustavo Petro se ha mostrado tan propenso a utilizar este término que hemos perdido la cuenta de las veces que lo ha utilizado. Sin embargo, resulta irónico que ese adjetivo, descrito innumerables veces por el mandatario, resulte ser incorrecto en términos ideológicos e históricos, probando una vez más la ignorancia de Gustavo Petro y de la izquierda progresista a nivel mundial. A simple vista, se podría afirmar que por el nombre ‘Nacionalsocialismo’ se puede categorizar como ‘socialismo’, siendo de izquierda; de la misma manera, otros afirman que por la inclusión de la palabra ‘nacional’ es de derechas. No obstante, la realidad histórica es mucho más profunda que un mero insulto, por lo que debemos preguntarnos, ¿es el nacionalsocialismo de izquierda o de derecha?

En ese sentido, es imperativo señalar que la categorización de esta ideología política perteneciente al siglo XX, utilizando estándares actuales, no va a arrojar un resultado certero, debido a los contextos socioeconómicos y culturales únicos que vivieron las personas en el siglo pasado. Por lo que, en este escrito, realizaré un análisis cualitativo de los postulados teóricos y la política pública de la esperpéntica ideología del Tercer Reich, para así encontrar su aproximación ideológica, basada en el estándar que describe a la derecha como el neoliberalismo y el conservadurismo, y a la izquierda como el socialismo y el comunismo.

Primeramente, de lo que no cabe duda es que el nacionalsocialismo apunta a crear un régimen totalitario, el cual se caracteriza por tener una autoridad central, represión de la prensa, destrucción del individualismo y un fuerte hincapié en las fuerzas militares. Justamente, los regímenes dictatoriales del siglo XX como la Unión Soviética, la China de Mao y la Italia de Mussolini seguían estos patrones, en especial, la destrucción del individuo y la creación de la “comunidad de personas” o la llamada Volksgemeinschaft.

Ahora bien, referente al socialismo, es importante recordar que una de las características de estos regímenes era tener una economía planificada, donde la existencia de la competencia entre empresas era inexistente, ya que el estado había cooptado absolutamente todo medio de producción. En el régimen del Tercer Reich, la cuestión era similar; si bien existía la propiedad privada y la competencia entre empresas, el modelo económico difería de los postulados del liberalismo. En este caso, el Estado les ordenaba a las grandes fábricas lo que debían producir, lo cual fortaleció la industria militar del régimen. Asimismo, existían uniones de trabajadores (Deutsche Arbeitsfront), dirigidas por miembros del partido Nazi y del Estado, al igual que inspectores que determinaban la calidad de las empresas y del desempeño de los directivos, los cuales, en caso de fracasar, serían reemplazados, a pesar de que ellos fuesen los dueños.

Otra de las grandes características que comparten el socialismo y el nacionalsocialismo, radica en su obsesión por agrandar el Estado, lo que difiere de las tesis liberales y libertarias que buscan reducir el gasto público. De hecho, esa dictadura creó varios ministerios, incluyendo el de Propaganda, Aviación, Aultura, Asuntos Aclesiásticos y el de Armamentos y Guerra, un hito que era impensable para los estados de la época, que tenían un Estado mucho más pequeño. Por lo cual este modelo se asemeja más al de los estados socialistas, quienes buscan tener mucha más presencia en la vida de sus ciudadanos, creando instituciones burocráticas y costosas.

Ahora bien, es importante conocer que, si bien Hitler destacó su odio al marxismo en su repulsiva obra literaria titulada Mein Kampf, la visión ideológica del nacionalsocialismo comparte varios elementos con el marxismo; de hecho, varios historiadores han afirmado que Hitler escribió Mein Kampf para aclarar que su ideología difiere del socialismo soviético. Asimismo, es importante recalcar que la doctrina marxista examinó a la sociedad y su historia en términos de clases sociales, quienes tuvieran los medios de producción y quienes carecen de estos. Por otra parte, el Tercer Reich desarrolló su división mediante el uso de la eugenesia y el darwinismo social para dividir a la sociedad en términos de raza, una obsesión que llevó al exterminio de más de 6 millones de judíos, lo cual al final del día, parte de la misma génesis personificada por la lucha de clases.

A manera de conclusión, en este brevísimo texto, pude abarcar una fracción de las múltiples pruebas que determinan la alineación ideológica del Tercer Reich hacia el socialismo. Por lo cual, aconsejo a todos los políticos de izquierda abstenerse de utilizar este término a la hora de describir a alguien de derecha, ya que, ideológicamente, podrían estar describiendo a lo más cercano al socialismo que tanto aman, ya que estas son dos caras de la misma moneda.

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