Opinión
Gustavo Petro deberá ser sancionado en tribunales internacionales
Sus continuos hostigamientos contra la oposición así lo ameritan.
Hace minutos observé indignada varios post en la red social X, en los que se ve claramente como las entradas de las casas de varios miembros de la oposición en Venezuela son vandalizadas con grafitis, incrustando la palabra “terrorista” en ellas. Instantes después, no puedo contener un sentimiento similar, frente al asombro y preocupación que me ha generado ver que en su más reciente discurso, el presidente de la República de Colombia, ha tildado de asesinos a todos aquellos que dicen o que han dicho “Fuera Petro”.
Los dictadores actúan como lo que son. Difamar de la oposición es una de sus principales estrategias. Personalmente estoy cansada de oir al presidente Petro decir que la oposición no soporta su color de piel, cuando miles de jóvenes afrodescendientes como el congresista Miguel Polo Polo o el Consejero de Juventud de Buenaventura, Edwin Victoria, a lo largo del territorio nacional, claman por que se vaya.
Las personas tienen derecho a expresarse libremente. Colombia es un Estado de Derecho que permite a todos sus ciudadanos manifestar espontáneamente su opinión, garantía constitucional que con su discurso de odio el presidente ha violado de la manera más vergonzosa, pues sin pudor y sin medianamente ruborizarse, extasiado por el poder y las ganas que tiene de perpetuarse en él, emite estos juicios de valor que ponen en peligro la vida de miles de personas que quieren que el presidente se vaya.
Así como Maduro y Diosdado Cabello alientan el odio y la represión contra la mayoría democrática que ejerciendo su derecho al voto de manera legítima escogió como presidente de Venezuela a Edmundo Gonzáles, Petro acusa de asesinos a todos aquellos que quieren que se vaya, bien sea ahora porque invocan se aplique el artículo 109 de la Constitución o en el 2026, porque quieren un cambio de gobierno una vez se cumpla el periodo presidencial.
Tendencias
Recientemente, observé como en el decreto que prohíbe que se exporte carbón a Israel se invocaran tres importantes Pactos de Derechos Humanos, como lo es la Carta de las Naciones Unidas, el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, y la Convención para la prevención y sanción del delito de genocidio. Al manifestar públicamente que todo aquel que diga Fuera Petro es un asesino, el presidente difama, incita a la violencia, y viola los derechos humanos de miembros de la oposición, pues pone en peligro sus vidas e integridad personal propias y de sus familiares. Asimismo, viola principios democráticos elementales, pues condena la libertad de expresión y ataca rastreramente a la oposición política.
Con su mensaje de odio, el presidente habría transgredido las siguientes declaraciones, convenciones, pactos y resoluciones de carácter supranacional:
- Declaración Universal de los Derechos Humanos.
- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
- Convención Americana sobre Derechos Humanos.
- Declaración Americana sobre los derechos y deberes del Hombre.
- Resolución 59 (I) de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
- Resolución 104 adoptada por la Unesco.
- Declaración de Principios Sobre la Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos.
Estos, por mencionar sólo algunos. Las afirmaciones del presidente son de una enorme gravedad, y ameritan acciones jurídicas inmediatas. Sentencias como la T-203 de 2022 de la Corte Constitucional así lo reivindican, al igual que casos como Ricardo Canese vs Paraguay y Herrera Ulloa vs Costa Rica de la Corte interamericana de Derechos Humanos. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos también se ha pronunciado en similar sentido.
El régimen nazi de Adolfo Hitler desde sus inicios fue un régimen difamador y eso en Colombia no lo podemos permitir. De esa misma manera Venezuela perdió su democracia. La democracia en Colombia se respeta.
Nota Final. ¿Quién habrá orquestado el ataque al Palacio de Justicia? Desde la época del M-19 el país no había vivido nada parecido. Curioso que justo en este gobierno las cortes hayan recibido dos amenazas graves contra su integridad y las de sus distinguidos miembros.