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Opinión

¿Llegamos a 2026?

Hoy el escenario de que no tengamos elecciones en el 2026 ya se ve posible. Despertemos. Todos. Ya.

Francisco Santos
28 de septiembre de 2024

Me sorprende, o ya no, la ingenuidad de los medios, de los empresarios y de los políticos –aunque hay muchos cooptados con contratos y puestos– que piensan que la eliminación de gran parte del presupuesto de la Registraduría para el próximo año fue un error de dedo, como lo pretenden mostrar.

No, acá hay otra intención, y no nos equivoquemos: la de mantener en el poder, en primera instancia, al mismo presidente Gustavo Petro, a través de la generación de un caos brutal en el sistema electoral, que ya había sido advertido, o por interpuesta persona, con un registrador y un CNE arrodillados. Ya AMLO trató de hacer lo mismo en México, pero al no tener mayorías en el Congreso y con las manifestaciones populares en contra de la reforma que propuso, no lo logró, aunque ahora, con la nueva presidenta y las mayorías parlamentarias, la independencia del poder electoral en ese país se va a acabar.

Este ‘campanazo’ de alerta para todos los que aún creen que estamos en un Gobierno que ya tiene el sol a sus espaldas y va a actuar como los Gobiernos anteriores, debe generar ya unas acciones de respuesta de toda la sociedad o, de lo contrario, no llegamos a 2026 con un sistema político y electoral independiente que pueda llevar a cabo unas elecciones normales. NO NOS EQUIVOQUEMOS, LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA ESTÁN EN JUEGO.

Hay muchos precandidatos a la Presidencia que ya reciben apoyos de empresarios y creen desafortunadamente que las cosas van a darse como normalmente se daban en otras administraciones y con otros presidentes. No va a ser así. Llegar a 2026 con un sistema electoral relativamente independiente y operativo, y sin un desbalance democrático creado por un Gobierno que usa descaradamente sus recursos para comprar votos con supuestos subsidios, como pasó en México, va a requerir de un esfuerzo conjunto inmenso. Se va a necesitar una estrategia coordinada entre empresarios, por un lado, y partidos políticos, por otro, y en una dimensión nunca antes vista, pues jamás tuvimos una amenaza a nuestras instituciones y a nuestra democracia como la de hoy. Lo del presupuesto de la Registraduría es la punta del iceberg, no se equivoquen.

¿Ustedes creen que el alza del diésel para acabar con el subsidio es para tener unas finanzas más sanas? No, es para tener esos recursos y utilizarlos en la compra masiva de votos con contratos como hoy ya lo hacen con los dineros de la salud y los supuestos visitadores médicos, que ni médicos son, o el millón para que 100.000 jóvenes no cometan crímenes o dejen de cometerlos. La discrecionalidad en el manejo del presupuesto que hoy se ve en el Gobierno no es, nada más ni nada menos, que la preparación de la compra masiva de votos por parte de Petro y sus compinches a través de esta fórmula que utilizó en la alcaldía y con la que AMLO logró esa mayoría total en el Congreso mexicano y la elección de Claudia Sheinbaum.

El panorama es aún complejo, pues podemos incluso llegar a no tener elecciones en 2026, y por eso lo primero es defender todo el proceso y, dentro de este propósito, el sistema electoral. Después habrá que cambiarlo, pues hoy demostró sus fragilidades, pero por ahora no dejar que Petro y su ministro del ‘interror’, si así toca decirle ahora, lo arrodillen con el manejo presupuestal como ya lo hicieron con el sector de la salud. ¿Será que no aprendimos cómo opera Petro con lo de las EPS? Por las buenas o por las malas, se hace lo que yo quiero.

Ya hay un proyecto de veeduría para las elecciones del 2026 que debemos todos apoyar: Veeduría Cívica de Defensa de las Elecciones de 2026. No es solo el tema de defensa del registrador y el sistema electoral, sino que se necesitan muchas medidas que son del resorte del Gobierno, que si no se hacen, podemos llegar a junio de 2026 sin elecciones. Y como la Constitución no dice nada al respecto, el vacío deja a Petro en el poder, en el peor de los casos.

Empecemos por el tema fiscal, la platica, que permite al sistema electoral contratar con mucha anticipación toda la logística que se debe hacer. Un ejemplo: dentro de seis meses deben estar listas todas las mesas y lugares de votación para la inscripción de cédulas. Si Hacienda no gira los recursos, no hay inscripción de cédulas y el calendario electoral ya comienza a colapsar. Eso es lo que quiere Petro y es lo que debemos evitar. Las elecciones se hacen si el Gobierno deja, coopera y financia. Que no es lo que hoy está sucediendo. La Constitución del 91 nunca previó que un presidente hiciera lo que hoy Petro está haciendo, así que hay ese vacío constitucional que deja todo en manos de un presidente que además se cree, como jefe de Estado, dueño de todas las instituciones.

Es mucho y muy complejo hacer unas elecciones. Desde la seguridad, que ya sabemos cómo va a estar, hasta la contratación de toda la logística de comunicaciones. Hoy, todo eso está amenazado, y no es casualidad. Sigamos pensando que todo va a ser como antes fue. Error, pues hoy el escenario de que no tengamos elecciones en 2026 ya se ve posible. Despertemos. Todos. Ya.

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