Opinión
Los cocteles no son el único problema de Elon Musk
Las tres amenazas que ponen en peligro directo a Tesla, compañía que representa el 50 % del patrimonio del empresario.
En un artículo publicado recientemente el prestigioso diario New York Times, Elon Musk ha sido acusado de consumir verdaderos cocteles de drogas como ketamina, éxtasis (MDMA), hongos alucinógenos, LSD y, posiblemente, adderall. Musk, que ha rechazado las acusaciones del diario, calificó de “mentira descarada” el artículo del Times y en su cuenta de X expresó que el periódico estaba “mintiendo descaradamente”. Desmintiendo cada una las acusaciones, Musk afirmó que utiliza ketamina exclusivamente bajo prescripción médica para tratar la depresión, tomando una pequeña dosis cada dos semanas.
Pero el uso o el no uso de drogas recreativas o medicinales, aunque potencialmente problemático desde una perspectiva reputacional o legal, no es lo que en el fondo debe preocupar a Musk o a los inversionistas en su vasto imperio empresarial.
Las tres amenazas que verdaderamente ponen en peligro directo a Tesla (empresa que representa el 50 % del patrimonio de Musk) y hace cuestionar el liderazgo en los mercados internacionales son: la pelea mal casada con Donald Trump. Un presidente en ejercicio, con mayoría en el Senado y en la Cámara de Representantes, siempre tendrá el poder de otorgar o eliminar subsidios y apoyos al sector privado. Musk, difícilmente, podrá amenazar en suspender los proyectos de su firma espacial, lo que no pareciera una amenaza suficiente para arrodillar a Trump.
Un segundo problema que enfrenta Musk es que buena parte de la suerte de Tesla la ha apostado es en los carros autónomos. Pero Tesla no ha demostrado que sus taxis autónomos sean lo suficientemente seguros como para empezar a ofrecer viajes. La revista Forbes España comenta: “Dado el historial de errores de su software de piloto automático y conducción autónoma completa (FSD), cuyo nombre es engañoso, la falta de información detallada de seguridad y técnica de Musk sobre la tecnología de Tesla y su decisión de usar cámaras baratas en lugar de sensores más robustos para navegar por entornos urbanos complejos, el lanzamiento en Austin podría ser un desastre”.
El tercer grave problema que enfrenta Musk es la súbita aparición de la robusta y muy real competencia china. Las medidas proteccionistas de Trump en el sector automotriz son solo un alivio temporal: Tesla requiere diseñar e implementar una respuesta estratégica, tecnológica y comercial inmediata para enfrentar la competencia de las automotrices asiáticas, especialmente de la China. Por primera vez en casi una década, en 2024, Tesla experimentó una disminución en sus ventas anuales entregando 1,79 millones de vehículos, frente a los 1,81 millones del año anterior. En el anverso de la moneda, Deutsche Bank estima que la empresa china BYD venderá 5,52 millones de vehículos en el 2025, lo que representa un aumento del 29% respecto al año anterior. BYD lideró las ventas globales de EV en enero de 2025, con aproximadamente 258 mil unidades vendidas, marcando un crecimiento del 37,9 % en comparación con el mismo mes del año anterior. En marzo de 2025, BYD mantuvo su posición como líder en el mercado chino de vehículos de nueva energía (NEV), con una participación del 29,3 % mientras que Tesla ocupó el tercer lugar con un 7,5 %. JPMorgan estima que BYD alcanzará ventas de 5,5 millones de vehículos en 2025 y 6,5 millones en el 2026. Los resultados de BYD en lo corrido del 2025 son todos positivos, mientras que los de Tesla son prácticamente todos negativos,
El autor de esta nota no es un experto en inversiones. Pero empezaría vendiendo las acciones de Tesla, ya que tiene la certeza que si Musk no endereza el rumbo de sus actuaciones en los tres campos, su imperio económico corre el serio riesgo de derrumbarse.
