Opinión
Nuestra prioridad, la primera infancia
Nuestro camino ha sido largo, pero como todas las actividades de lo humano, su continuidad no está garantizada. Todos somos diferentes y tenemos distintas prioridades.
Hoy es un día para, a nombre de la Fundación Éxito, dirigirme a todos los lectores y benefactores, y reconocer su interés y su devoción por la causa de la nutrición infantil en Colombia, nuestro país.
Nuestro camino ha sido largo, pero como todas las actividades de lo humano, su continuidad no está garantizada. Todos somos diferentes y tenemos distintas prioridades.
Lo que se pueda hacer en el futuro es siempre incierto y depende de muchos factores y voluntades, pero lo que se ha hecho no tiene reversa. Ustedes, todos unidos, han contribuido a que un innumerable número de niños y niñas de Colombia puedan tener una alimentación continuada y suficiente, lo que los capacita para ser receptivos eficientes de una buena educación posterior y vivir una vida digna, aportando así al crecimiento y la paz de la patria.
Y es que ese es el orden y este sí importa. Con una nutrición deficiente y no adecuada en los primeros mil días (3 años), desde el embarazo de la madre, no sería posible en muchísimos casos que estos niños y niñas puedan absorber y beneficiarse de una inversión en educación formal académica que, si tienen suerte, iniciaría entre los 5 y 6 años de edad.
Gracias a todos y todas por haber entendido esta realidad. A los empleados de la empresa, accionistas, clientes, muchos proveedores, innumerables fundaciones, a los funcionarios de la fundación y a su junta directiva que han sido generosos con recursos o con su tiempo. Igualmente, a todos los que han contribuido de una u otra forma a que nuestra sociedad comprenda este problema primario en una sociedad, como lo han hecho oportunamente los países más desarrollados.
Hacerlo en conjunto con el Estado es una fuerza que logra una enorme diferencia en el futuro de una sociedad. Lo que inicia mal desperdiciando la posibilidad de fortalecer las capacidades de absorción del aprendizaje de niños y niñas es de un costo inconmensurable. Si esto ocurre, la educación inicial no encontrará dónde crecer. Como una planta sembrada en tierra árida y sin nutrientes.
No me cansaré de reconocer su esfuerzo y su dedicación a hacer visible esta realidad contundente.
Por eso hoy los abrazo y les agradezco con todo mi corazón. Por todos ustedes ya hoy miles y miles de nuestros compatriotas tendrán más y mejores oportunidades. Quizá nunca les van a conocer, pero ahí están llenos de amor y posibilidades.
Eso sí es construir nación entre todos. Gobierno, accionistas, empresa, empleados, clientes, proveedores y académicos.
Va un fuerte abrazo para ustedes y para todos y todas nuestras niñas y niños en la primera edad que nos necesitan.