![Alejandra Carvajal Reyes Columna Semana](https://www.semana.com/resizer/v2/GF5LTM3V5NE2PEFMANER7YRHP4.jpg?auth=3ac905c41941774d225ad6a8881b5c73211168534adc5585e8f39bde0cf83dea&smart=true&quality=75&width=480)
Opinión
¿Qué cocina Petro en el exterior?
Sus viajes a Venezuela y Medio Oriente, así como de sus familiares, resultan inquietantes.
Una de las noticias más destacadas en la primera página de The New York Times de ayer fue el asesinato de Ronald Ojeda, un exmilitar venezolano y activista que, desde Chile, luchaba contra la dictadura de Maduro. Ojeda llevaba varios años viviendo en Santiago, donde era asilado político.
Según la hipótesis que maneja la Fiscalía chilena, este crimen habría sido perpetrado por integrantes del Tren de Aragua, quienes habrían sido contratados directamente por el régimen de Nicolás Maduro.
El autor intelectual del homicidio habría sido alias el Turko, un venezolano que vivía en Texas, Estados Unidos, ciudad en la que fue capturado y judicializado por este asesinato. Sin embargo, todo apuntaría a que quien estaría detrás del pago al Turko y al Tren de Aragua habría sido Diosdado Cabello, ministro del Interior de Maduro. Él, personalmente, habría dado la orden de cometer el homicidio.
Al mejor estilo de Joseph Stalin, quien mandó a un asesino a México para que le quitara la vida a Trotsky — uno de sus principales opositores— Maduro, como buen dictador, estaría cometiendo las mismas prácticas atroces, aunque lo niegue. Las pruebas aportadas por la Fiscalía chilena en el caso de Ronald Ojeda son contundentes.
En Bogotá, el Tren de Aragua tiene presencia en varias localidades y barrios, como Kennedy, Antonio Nariño, Barrios Unidos, Bosa, Chapinero, Ciudad Bolívar, La Candelaria, Los Mártires, Puente Aranda, Santa Fe, Teusaquillo y Tunjuelito; por solo mencionar algunos. La misma situación atraviesan otras ciudades del país.
Así como Diosdado Cabello contrató al Tren de Aragua en Chile para asesinar a Ronald Ojeda, podría hacer lo mismo en cualquier momento en Colombia, si no es que ya lo está haciendo. En nuestro país, además del Tren de Aragua, el régimen de Maduro tiene grandes aliados, como el ELN, a quien ha estado apoyando y fortaleciendo desde hace años. La situación del Catatumbo es reflejo de ello.
Me resultan sumamente preocupantes las afirmaciones del expresidente Álvaro Uribe, en su audiencia del día de ayer, en la que sostuvo que Nicolás Maduro habría ofrecido 1 millón de dólares por su cabeza. En su programa Con el mazo dando de Diosdado Cabello, habría respondido a un trino de Vicky Dávila diciéndole que jamás sería presidenta de Colombia, ¿será que también están pensando en matarla? ¿Ya estarán hablando con el Tren de Aragua o con el ELN para eso?
Sé que organismos internacionales, como el Departamento de Estado de los Estados Unidos, eventualmente podrían dar protección en Colombia a personas amenazadas como el expresidente Uribe o Vicky Dávila. Ojalá puedan brindarles la seguridad que requieren, es urgente. Lo último que necesita Colombia es un magnicidio.
Si los colombianos están aterrados por el consejo de ministros que se vio en televisión la semana pasada, esa que era una transmisión en directo, ¿cómo será lo que no vemos?
A finales del pasado mes de noviembre, el portal El expediente, en un artículo, afirmó que fuentes de inteligencia de un país extranjero le habrían informado que Laura Sarabia, Armando Benedetti y Padrino López —el ministro de Defensa de Maduro que estaría liderando operaciones en la región venezolana que colinda con el Catatumbo— estuvieron reunidos secretamente junto con otras personalidades en Islas del Rosario, en un lugar llamado Kalua.
Si realmente esta reunión tuvo lugar, tal como lo asegura El expediente, ¿Qué habría sido tan confidencial que se desplazaron hasta un lugar recóndito y alejado? Este gobierno que es tan transparente ¿Por qué no habrá transmitido este evento por televisión?
Hoy, Laura Sarabia es Canciller, y Armando Benedetti, exembajador de Colombia en Venezuela, es jefe de despacho presidencial. Frente a esto, Álvaro Leyva, quien antecedió a Murillo y a Sarabia, ha trinado varias veces durante los últimos días, siendo reiterativo en sus trinos al plantear esta pregunta: ¿será el anticipo para algo más de fondo para lo cual los colombianos nos debemos preparar?
Tampoco olvidemos que como jefe de Estado, el país que más ha visitado Petro es Venezuela. Creo que incluso más que al propio Catatumbo, o al departamento del Cauca. El mismo Diosdado Cabello ha dicho varias veces públicamente que respalda a Gustavo Petro, que le gusta, que le cae bien. ¿Hasta dónde llegará su respaldo?
Otra interrogante que me queda es: ¿aceptará el Gobierno nacional la propuesta de zona económica binacional que hizo Nicolás Maduro? ¿Ya está pactado? ¿Dependeremos de Venezuela no solamente en materia energética sino también militar?
El viaje de Petro a Medio Oriente
Sorprende como en medio de la difícil situación de orden público y de la peor crisis ministerial que haya podido tener el presidente, este haya decidido viajar a Medio Oriente, como si aquí nada pasara. Verónica Alcocer la semana pasada ya se encontraba allí, acudiendo a varias reuniones en Abu Dhabi, en las que representó al país. Aún me pregunto como hace para hacerse entender, pues no sabe inglés, no la acompaña un traductor y tampoco cuenta con una carrera universitaria formal.
Sobre el viaje del presidente Petro a Medio Oriente creo que el siguiente aparte de una entrevista que concedió Gustavo Bolívar a Patricia Lara en la revista Cambio, lo dice todo. Afirma Bolívar:
“Él en el mundo musulmán y árabe es un ídolo (hablando de Petro). Por sus posiciones contra Israel, no contra Israel, sino contra Netanyahu. Por haber roto esas relaciones, por haber levantado su voz en distintos escenarios internacionales contra ese genocidio y por eso hay gente que lo idolatra en el mundo. Una vez fui a Washington, hace poco, antes de estar acá, como en enero, febrero, y yo no sé si esto lo pueda contar, pero lo pueden preguntar al Canciller Murillo, que me decía: ‘Bolívar, estoy aterrado, me piden citas con el presidente desde todo el mundo, gente que lo quiere ver, que lo quiere tocar. Hay un señor en Chicago, que es un musulmán, un empresario, que me dijo, le ponemos un millón de dólares a la Fundación que diga Petro, si se toma una foto con mi hija’. Así fue. Lo puede desmentir el canciller Murillo. Y hasta hoy cuento eso. Da un millón por una foto de Petro con la hija. Y que se lo entrega a la Fundación que diga Petro. Ese es Petro afuera”.
En el pasado, el M-19 recibió apoyo de movimientos fundamentalistas islámicos para su entrenamiento. Hoy en día, Hezbolá y grupos iraníes entrenan en Colombia al ELN y a las Farc.