Alberto Donadio  Columna

Opinión

Sandrita hermosa

Se equivoca Vladimir Fernández cuando afirma que no hubo “ilegalidad, irregularidad ni incorrección” en su elección.

Alberto Donadio
10 de mayo de 2025

Vladimir Fernández llamaba “Sandrita hermosa” a Sandra Ortiz. La frase completa, “Sandrita hermosa. Gracias por todo tu apoyo de verdad. Te la debo”, no prueba que Fernández fue cómplice del soborno pagado por Sandra Ortiz, consejera para las regiones, al presidente del Senado para agilizar la elección de Fernández como magistrado de la Corte Constitucional, según la acusación de Ortiz.

Tampoco lo prueba este mensaje de Fernández a Sandrita: “No se me pierda. La necesito en el Senado. Plissss”. Sin embargo, se equivoca Vladimir Fernández cuando afirma que no hubo “ilegalidad, irregularidad ni incorrección” en su elección. Él no lo sabe. Es una simple conjetura. Es factible que Sandrita hermosa haya negociado la elección sin informarle al hoy magistrado. Es factible que se hayan cometido delitos a favor de Vladimir Fernández sin que él sea cómplice o determinador de esos delitos.

Fernández afirma: “Por eso se arma esta situación: porque, como ha trascendido a la opinión pública, las investigaciones de la Fiscalía hacen coincidir esa reunión en la presidencia del Senado con el proceso de mi elección”. Pero el magistrado no niega el pago de sobornos al presidente del Senado.

En cambio, cuando los periodistas le preguntan: “La gente pensaría que la palabra ‘reinita’, que usted usó al referirse a ella, denota alguna cercanía”, el magistrado salta a precisar: “No es ‘reinita’; es ‘reina’”. Precisión ridícula. Sandrita hermosa es más que reinita.

Es preciso recordar el contexto. ¿Por qué Sandra Ortiz afirma que la elección de Fernández se pagó con fondos hurtados a la UNGRD? Porque ella resultó acusada por Olmedo López y Sneyder Pinilla, los cuales sostienen que le entregaron el dinero, que luego ella hizo llegar al presidente del Senado. Entonces, se ve en la necesidad de contar el resto de la historia y acusar a otros miembros de la Casa de Nariño, perdón, de la mafia de la Casa de Nariño.

Fernández tendría que demostrar que no fueron entregados 3.000 millones de pesos al presidente del Senado para poder afirmar que su elección como magistrado fue legal, regular y correcta. Con Iván Name detenido y con Sneyder Pinilla condenado, eso es imposible. ***Sobre la última sentencia injusta contra Carlos Palacino, comenta un lector: “La sentencia prolonga el mismo desacierto de la anterior instancia. Faltó señalar que los cheques no fueron girados por Palacino”.

Es correcto. Ni la sentencia de primera instancia ni la de segunda instancia demuestran que Palacino giró los cheques que llevaron a una condena por recobros. Tampoco ordenó girar los cheques. Estos fueron girados por una entidad externa encargada de emitir los 350.000 cheques mensuales que expedía Saludcoop.

Seis funcionarios de Saludcoop declararon bajo juramento que en cuanto a los recobros no recibieron órdenes de Palacino o de Javier Mauricio Sabogal, vicepresidente financiero también condenado: Alberto Saavedra López (ingeniero electrónico), Juan Manuel Contreras Hernández (ingeniero de sistemas), Malvenn Alexánder Garnica Uribe (ingeniero industrial), Gloria Isabel Alonso Ramírez (contadora, erradamente mencionada en la sentencia como María Isabel), Olga Lucía Mercado Donato (contadora) y María Fernanda Isaacs Cabral (médica especializada en administración de salud). Amparo Torres Herrera, auditora y directora de recobros en la entidad externa, declaró: “Nunca recibió instrucciones de Palacino para tramitar recobros de facturas sin pagar”.

La jueza anotó que esos testigos “al unísono indican que nunca recibieron expresas órdenes ilegales” de Palacino o Sabogal. Ver folio 134, el cual contiene otra revelación: los funcionarios indicaron bajo juramento que Palacino y Sabogal no asistían a las reuniones sobre recobros “por ser temas de ajustes técnicos”. Agregaron “que no supieron, ni recibieron instrucciones u órdenes para alterar esa información contable de Saludcoop”.

La sentencia se basa en mentiras. En cuanto a “la gestión de los recobros”, indica la p. 117: “Se demostró de forma contundente con los testimonios principalmente de Mariano Bernal y Álvaro Vásquez Franco”. Pero Mariano Bernal, funcionario de la Contraloría, no investigó los recobros. Lo reconoce el juzgado desde el comienzo de la sentencia: “Declaró bajo juramento Mariano Bernal, señalando que él directamente no participó en la investigación realizada a Saludcoop respecto a los recobros” (p. 13).

Por cuenta de esta sentencia construida sobre falsedades, dos personas pagan hoy 15 años de prisión por delitos que no cometieron. Un día los jueces y magistrados responsables de este montaje estarán en la cárcel con Olmedo López y Sneyder Pinilla.

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