Aurelio Suárez Montoya. Columna Semana

Opinión

URRÁ en Villapinzón, escándalo con el negocio de la energía que favorece a patrocinadores de Petro

¿Será que en todas, como en Americana de Energía, la sociedad anónima, activa en Panamá, Mistassini, es el accionista mayoritario, representada por el bufete Infante & Pérez Almillano, activo en Panama Papers (Superservicios, 2012)? ¿Migrará hacia allá tan extraordinario lucro, gestado en Villapinzón? ¿Será que cuando Petro habla de energía y mafias también se refiere a ese cartel?

Aurelio Suárez Montoya
14 de septiembre de 2024

Todos los días, en contravía de la retórica petrista contra la corrupción, se conoce una irregularidad más en el manejo de los asuntos públicos. Ahora en un sector sensible como el eléctrico, que, excepto la crítica inoperancia estructural en el Caribe, ha construido un sistema energético integrado.

Es extraño que el Gobierno argumente contra los oligopolios sin reparar que, en empresas públicas de generación con corruptos procederes, se encarece la formación del precio al usuario final. Lo destapó un escándalo en Urrá, que relaciona manejos sin transparencia con la venta de energía que se hace a comerciantes especuladores de bolsillo para el mercado no regulado.

Políticos y funcionarios se juntan para que dichos intermediarios de garaje adquieran a dedo gigantescos bloques de energía a precios bajos y los revendan a agentes a los que Urrá obstaculiza el acceso, obligándoles a comprar a tales terceros.

Según el administrador del mercado, XM, hay 269 agentes registrados en el sistema, en el que se destacan 22 trasmisoras nacionales y regionales, 99 generadoras, 124 comercializadoras, de las que solo 29 son operadoras de red, entre públicas y privadas. ¿Depende la tarifa de las 99 generadoras?

No se repara en casos como el de Urrá, propiedad 99,98 por ciento del Ministerio de Hacienda, que, aunque vende barato la energía a las intermediarias de maletín para el segmento sin regulación, no garantiza el traslado de ese valor al usuario final. En el camino se embolsillan ingentes cantidades de dinero al revenderla cara a la demanda.

Este mecanismo en Urrá privatizó la operación comercial en un puñado de diez firmas, a las que, como denunció el investigador económico Jorge González (El Colombiano, 16/8/24), les otorgaron 5.670 gigavatios (GW) por 1,4 billones de pesos, a precios por kilovatio entre 226 y 295 pesos. Sin embargo, las tajadas no fueron iguales. Coenersa, Americana de Energía y Generarco acapararon 980 GW las dos primeras y 1.960 la tercera, 3.920 GW entre las tres, 70 por ciento de lo otorgado.

El negocio es jugoso. Lo comprado por un periodo a 226 pesos se puede revender a 300. Esa operación, sin agregar valor, causa la bicoca de 74 pesos por kW que, multiplicados por grandes volúmenes, da un rédito multimillonario, luego de pagar la energía y cubrir costos. ¿Quién les retribuye? El usuario final por la distorsión introducida por ese carrusel, propicio para una colusión que maximice las ganancias.

Miren este entramado.

Las tres privilegiadas están radicadas en el municipio de Villapinzón. Coenersa y Americana de Energía en un mismo edificio de la diagonal 6 n.° 3-96 y diagonal 6 n.° 3-90, (ver foto en semana.com) y Generarco está en la calle 6 n.° 4-09, al cruzar la vía (ver video en semana.com). También reside en Villapinzón la Comercializadora de Energía del Café, en la calle 2 n.° 4-13, nombrada por exitosos ingresos cuando Ricardo Roa fue gerente de Essa y presidente del GEB, como señalé en SEMANA (8/9/23).

Más coincidencias. Al revisar las gerencias y juntas directivas de las cuatro se encuentra que Diana Cogua es gerente suplente y segundo renglón de Coenersa y tercer renglón de la junta de Americana de Energía; que Karen Bolívar es gerente suplente de Comercializadora de Energía del Café y segundo renglón en Americana; que Carolina Herrera es segundo renglón en Generarco y tercero de Coenersa y que contratan la misma revisoría fiscal, Amézquita y Cía. S. A. S., con revisores compartidos; a Orlando Jula, en Energía del Café y Coenersa, y a Sandra Benavides, en Coenersa y Generarco (Cámara de Comercio).

De ñapa, las cuatro han cambiado de domicilio de modo sincronizado. Primero en Cota, de 2008 a 2013; luego en Villanueva (Santander) entre 2013 y 2016 y un mismo día, el 29 de diciembre de 2016, todas en escrituras distintas, se radicaron en Villapinzón.

Danilo Romero, financiador de campañas y vacaciones de Petro, íntimo amigo de Ricardo Roa, miembro del cerrado círculo que celebró en la intimidad el triunfo del Pacto Histórico, es factor común en esas distribuidoras y, aunque niega estar en Generarco hoy, los datos expuestos no lo confirman. La maniobra en Urrá pagaría favores recibidos: de la parte captada del monto de 1,4 billones de pesos, saldrán al menos 200.000 millones de utilidad, como ratifican estudios de la Superservicios que –para este tipo de distribución– estiman un margen de 30 por ciento.

¿Será que en todas, como en Americana de Energía, la sociedad anónima, activa en Panamá, Mistassini, es el accionista mayoritario, representada por el bufete Infante & Pérez Almillano, activo en Panama Papers (Superservicios, 2012)? ¿Migrará hacia allá tan extraordinario lucro, gestado en Villapinzón? ¿Será que cuando Petro habla de energía y mafias también se refiere a ese cartel?

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