Juan Esteban Villa, presidente de la Asociación Colombiana de
Aviadores Civiles – ACDAC

Opinión

¿Y los trabajadores qué?

Las negociaciones sindicales son un punto a poner sobre la mesa, pero otro que también tiene que ver con los derechos de los trabajadores, es el gran reto de pasivo pensional que nos afecta.

Juan Esteban Villa Londoño
17 de junio de 2025

El momento que atravesamos como país nos invita a todos a ser constructores de paz y de unidad, y a hacerlo con diálogo constructivo, con escucha activa, y con conversaciones abiertas y respetuosas.

Y es que, si queremos una Colombia en paz, además de estar de acuerdo sobre lo fundamental: la seguridad y el respeto por la vida, debemos empezar por los trabajadores. Y esto, ¿qué implica? Que, con el liderazgo del Estado, las empresas y los trabajadores, existan para todos, condiciones dignas de trabajo, oportunidades para dialogar y espacios para negociar bajo el principio del bien común.

Desde nuestro rol en ACDAC, como representantes de los pilotos colombianos, en los últimos meses hemos participado activamente en conversaciones con algunas compañías con las que hemos logrado avanzar gracias a la disposición y apertura de ambas partes. Pero este es apenas el comienzo de un camino largo, pues con compañías como JetSmart, se han negado a negociar para darle lo justo a sus trabajadores, persiguiendo además a aquellos que buscan dignidad laboral y buenas condiciones de empleo, obligándonos a interponer una acción de tutela para el amparo de los derechos laborales.

Las negociaciones sindicales son un punto a poner sobre la mesa, pero otro que también tiene que ver con los derechos de los trabajadores, es el gran reto de pasivo pensional que nos afecta. Hoy, hablar de paz también es, por ejemplo, ir un paso adelante para impedir que en el futuro las pensiones de los pilotos tengan que ser cubiertas por el bolsillo de los colombianos por la irresponsabilidad de compañías como Latam, Vertical de Aviación y al menos 12 empresas más que no han pagado el aporte que les correspondía por el tiempo de servicio de sus trabajadores, con fecha límite 31 de diciembre de 2023, tal y como lo establecía la ley. No lo podemos permitir y es responsabilidad de las empresas subsanar las deudas que llevan acumulando por años. Estas compañías debieron cumplir con entregar a cada trabajador en su fondo de pensiones, lo que por la constitución le pertenece, como derecho fundamental por el desgaste sufrido en el ejercicio de su actividad laboral.

Sin duda, el momento que vivimos nos invita a reflexionar a todos, a mirar para adentro, y también a revisar qué parte de la tarea no estamos haciendo desde cada uno de nuestros roles, que son claros y precisos en la ley y donde las entidades de la rama Ejecutiva han demostrado de manera preocupante ser cada vez más permisivas y no hacer valer el imperio de la Constitución. Esta es una invitación también para el sector empresarial que, por su naturaleza, debe velar por ser ejemplo para nuestra sociedad del respeto por los derechos en tiempos de dificultad como los que vivimos hoy.

Que esta sea la oportunidad para abrir la puerta a ese diálogo sincero y respetuoso que necesitamos tener compañías y trabajadores para definir objetivos conjuntos y seguir aportando así a la Colombia que todos queremos, en la que el bienestar y los derechos de los trabajadores de nuestra industria, son fundamentales para la construcción de país.

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