CARLOS CAMARGO ASSÍS
Meta, un modelo digno de imitación
El manejo que el Meta le ha dado a la crisis es digno de imitación y estoy seguro de que será replicado en otras regiones.
Una frase del gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, representa la síntesis perfecta de la que ha sido hasta el momento una estrategia exitosa de su departamento en la lucha contra la covid-19: “Salimos a buscar el virus y no esperamos a que el virus nos encontrara a nosotros”.
Lo dice con autoridad el mandatario de un departamento que hoy -sin cantar victoria, porque el riesgo no ha desaparecido- puede proclamar objetivamente que el 94%, de los 938 pacientes tratados hasta ahora, ya se recuperaron, según lo certifica el Instituto Nacional de Salud.
Su estrategia ha tenido como soporte un trabajo bien articulado con el Gobierno Nacional y con los 29 alcaldes municipales. Juntos, levantaron un frente común cuyos pilares han sido la prevención, la práctica oportuna de las pruebas y la creación de cinturones sanitarios respaldados por una destacable disciplina de la ciudadanía.
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La estrategia ha rendido buenos frutos en tan solo ocho semanas, pues debemos recordar que hace dos meses, cuando fue detectado el foco de contagio en la cárcel de Villavicencio, donde están el 92% del total de afectados por el virus, las previsiones iniciales parecían apocalípticas.
Lo cierto es que hoy solo quedan 52 casos activos de los 983 detectados en nueve de esos 29 municipios. Hasta el viernes 6 de junio, cuando fue escrita esta columna, se habían recuperado 922 pacientes y se registraban nueve sensibles fallecimientos, que sin embargo representan un número muy bajo comparado con los promedios nacionales.
En buen momento el gobernador habla de los atributos de un proceso de microgerencia operado en todas las entradas y salidas de los municipios, donde los alcaldes se han puesto al frente de los procesos de desinfección, incluso en los 20 municipios que hasta ahora no se han visto afectados. Hasta esa fecha solo tres pacientes requerían tratamiento hospitalario, pero ninguno de ellos se encontraba en unidades de cuidados intensivos.
El acierto en las decisiones administrativas en el área de la salud, tomadas con la oportuna asesoría del ministro Fernando Ruiz, y la disciplina de la comunidad, que todos debemos encomiar, han favorecido los buenos resultados obtenidos desde el momento mismo en el que fue atendida la alerta generada por la situación que se vivía en la cárcel.
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Como bien lo viene advirtiendo el propio gobernador, aún no se puede cantar victoria porque esta es una prueba de largo aliento. Pero el manejo que el Meta le ha dado a la crisis es digno de imitación y estoy seguro de que será replicado en otras regiones, donde los gobiernos departamentales y municipales han recibido de manos del Gobierno Nacional la llave para abrir el camino de un proceso de recuperación productiva con preservación de la salud pública.
El Meta ha sido también ejemplo de resiliencia porque no podemos olvidar los graves efectos económicos padecidos por el cierre forzoso de la vía al Llano. Ahora reemprende, con los mejores augurios, el proceso de su recuperación.
Estos resultados alentadores demuestran que la pandemia no es invencible, así sus modalidades de ataque difieran muchas veces de una región a otra. También, sirven como estimulo para que autoridades y ciudadanos todos fortalezcamos lazos de unidad y ayudemos solidaria y efectivamente a otras regiones, como los departamentos de Amazonas, Chocó y Bolívar, buscan alternativas para superar una crisis que, como en el caso del Meta, no tiene por qué representar el apocalipsis.